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- ¿Estás cómodo aquí? - pregunto la pelinegra mientras terminaba de sentar al soldado

- si linda - hablo aún con ese tono de cansancio que tenía, pero tratando de mostrar su mejor sonrisa, al fin de cuentas ella parecía seguir enamorada de él y esa era su mayor alegría - gracias

- ¿Si? ¿Seguro? - acomodo algunos cojines entre la silla donde estaba

- seguro - tomó levemente su mano para calmarla

- me da mucho gusto que ya te hayan dado de alta - sonrió la chica

Hace 3 días lo habían dado de alta, después de casi un mes de recuperación, parecía estar todo en orden, pero gracias a las múltiples contenciones el cuerpo del supersoldado había quedado débil, aunque debía agradecer al suero que tenía, pues de haber sido un humano normal habría muerto desde la primera noche en el hospital.

- a mí me alegra estar aquí... Contigo - sonrió un poco, tal vez era muy pronto pero el no quería perder tiempo para reconquistar a su chica

- si... Hablando de eso... - ella jugueteo con sus dedos - no estamos solos

- ¿No? - pregunto confundido, si bien estaban en el jardín de la cabaña de Tony, creyó que no había nadie más con ellos

- ¿Mami? - una dulce vocesita sonó detrás del soldado

James no pudo hacer nada, siempre creyó que la única voz que podía paralizarlo por completo era la de su muñeca, pero ahora esa pequeña y dulce voz lo había dejado congelado de pies a cabeza.

La pelinegra sonrió al ver la reacción del hombre y se levantó de su asiento para encontrar a la pequeña niña.

- Privet, malysh (hola, bebé) - susurro con una delicada y maternal voz mientras se ponía de cunclillas para arreglar el cabello de la niña - Happy zabrala tebya iz shkoly? (¿Happy paso por ti a la escuela?)

- da, on sdelal, i on takzhe kupil mne morozhenoye (si, paso por mi y fuimos por helado) - contesto la pequeña sin quitar la vista del hombre que estaba a espaldas de ella

- Ich möchte dir jemanden vorstellen (quiero presentarte a alguien) - le susurró ahora en alemán

Ella creía que la mejor técnica para enseñarle varios idiomas al mismo tiempo a su pequeña hija era hablándole cotidianamente así.

- ihm? (A él?) - respondió la ojiazul también en Alemán

- yes, to him (si, a él) - se levantó para tomar la mano de la niña, carraspeó un poco esperando que por fin el hombre volteara

Así lo hizo, lentamente y con cuidado fue volteando solo de su torso para arriba, hasta que vio completamente a la pequeña.

- ¡Es el señor que me salvó! - lo señaló como si se tratara de su ídolo

- si cariño - su madre sonrió al ver la emoción de la niña

- hola Emma - por fin hablo el, con la poca voz que le salió

- vamos cielo - la pelinegra la jalo suavemente para que caminara - saluda

Si algo tenía la niña era seguridad, jamás dudaba en presentarse o hablar con personas que recién conocía, lo cual era bueno pues ella sola estaba creando sus propios lazos sociales.

Si algo tenía la niña era seguridad, jamás dudaba en presentarse o hablar con personas que recién conocía, lo cual era bueno pues ella sola estaba creando sus propios lazos sociales

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𝙄𝙧𝙤𝙣 𝙎𝙝𝙖𝙙𝙤𝙬.𝚜𝚎𝚌𝚘𝚗𝚍 𝚋𝚘𝚘𝚔 (Bucky Barnes y tú.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora