72. Sé oscuro, Fargan

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Unos meses después de la salida de Luzu del hospital, Fargan regresaba al pueblo, se había mantenido alejado por haberse metido con el árbol equivocado, gajes del oficio.

Estaba buscando a Willy, quería, para empezar, preguntarle si ya no había misiones de la hermandad por hacer. Luego, siguiendo ese hilo, burlarse un poco de él. La Hermandad se había ido haciendo pequeña, primero Mangel, luego Rubius se había ido. Primero el líder lo acusó de haberse vuelto "suave" por estar con Vegetta, pero, joder, él sabía que el verdadero problema era que Wilfred era un posesivo de mierda. De verdad pensó que terminaría matando a Rubius.

Es decir, ese era el plan, pero el maldito oso era suertudo en todo sentido, era de las primeras presas que se le escapaba a Willy, junto con Auron.

Ahora Rubius se había ido a Teyvat, según supo quería aprender magia, le daba 1 mes a lo mucho antes de que se aburriera. Auron iba saltando de un lado a otro según supo, bien por él.

Fargan tenía planeado, solo por la ironía, acusar a Willy de haberse vuelto blando desde que estaba con Luzu. Claro, no lo cabrearía, nadie quiere verlo de verdad enojado. Por eso siempre se habían llevado bien, sabía mantenerlo contento y, bueno, era un puto búho, la gente pasaba por alto que era un híbrido nocturno, unido por naturaleza a lo oculto, por eso sabía de absolutamente todos los "negocios" de su líder y estaba consciente de que no podía jugar con fuego.

Para su fortuna al parecer el albino estaba trabajando en el cementerio ¿desenterrando algún cadáver para alimentar al ghoul de turno?

–¡Eh! ¡Ratón!- para su sorpresa del hoyo en la tierra salió Luzu, primero sorprendido y luego sonriéndole –¡Luzu! Pero qué bien te veo ¿pierna nueva?- el castaño rio mostrando el prostético

–Así es, la anterior se tomó un respiro- el búho rio con ganas, buena cosa que supiera reírse de sí mismo

–Oye, busco a Willy ¿sabrás dónde está?-

–En su huerto seguro- aseguro el otro recargándose en la pala tomando un respiro

–No sé por qué no lo pensé antes- dijo el búho pegándose en la frente para despedirse del castaño y dirigirse a la salida.

Al híbrido le dio algo de repelús que, después de todo lo sucedido, ambos estuvieran juntos, pero bueno, ese no era su problema.

El otro detalle es que le daba algo de pena ver a Luzu en el cementerio rodeado de criaturas que no podía ver por él mismo y que, en parte, eran causantes de su desgracia, por ello no pudo evitar voltear hacia atrás antes de abandonar el sitio, solo para asegurarse de que estuviera bien.

Luzu estaba haciéndole mimos a un puto recolector de almas, mientras un gato de dos colas se le enredaba en su pierna, al ver que Fargan lo estaba mirando sonrió y agitó la mano como despedida.

–Sé oscuro, Fargan- el búho hizo su mejor intento desonrisa y se piró de inmediato.

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