11. Sin Presiones

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Tercer día en la agencia de Endevour, en ese poco tiempo le fue asignado un objetivo que, para su desgracia, era el mismo que el de Todoroki: Almacenar y liberar la condensación de poder, la capacidad de extraer su máximo poder, o alternativamente, la capacidad de concentrar su poder en un solo punto. Palabras del mismísimo héroe №1 actual. Era algo parecido a su movimiento nombrado AP shot, solo que debía entrenar para lograr hacerlo de forma inconsciente, sin tener que pensarlo y concentrarse para conseguirlo.

Es por eso que al tener un objetivo cercano el cual planeaba cumplir lo más pronto posible lo que había a su alrededor pasaba a segundo plano. Luego de patrullar se dedicaba a entrenar, al levantarse continuaba entrenando, y luego de tomar una ducha y desayunar era hora de patrullaje. Aveces incluso rompía su sagrado horario de sueño pero poco o nada le importaba, casi no tenía tiempo libre y la única razón por la que cargaba su teléfono era porque...

Un momento. Ni siquiera se ha tomado la molestia de tomar su celular, no suele utilizarlo así que casi que olvidó la existencia de ese pequeño aparato último modelo, el cual seguía en la limpia mesita de noche hecha de madera, al lado de la cama muy bien tendida y ordenada, en el cuarto que se alojaba durante su pasantía. El pobre teléfono que resultó en el olvido fue reemplazado por otro más simple y con la única función de llamar o contactar a los compañeros con los que podría comunicarse en cualquier situación de héroe que lo ameritara.

Por desgracia ese nuevo "celular" no le podía informar de la cantidad de mensajes que le había enviado su novio, uno tras otro, deseándole un buenos días y unas buenas noches, contándole que desayunó, almorzó y cenó, lo que hizo durante el día, los villanos y criminales que detuvo o simplemente algo divertido que sucedió, algunos "Estás bien?" U otros "Sucede algo?" Que no eran respondidos o siquiera leídos. Realmente no había una cantidad exacta de mensajes que llegaron de ese chat pues con el paso del tiempo comenzaban a llegar más y más.

Kirishima no estaba seguro de que hacer. Ya era el séptimo día de pasantías y ninguno de sus mensajes había sido respondido, pensó que quizás estaba siendo demasiado exagerado y no era necesario escribir tanto, simplemente Katsuki estaba ocupado y tenía cosas más importantes que hacer que estar mirando y respondiendo cada mensaje que Eijirō le enviaba, ese viernes acababa de iniciar y mientras veía su teléfono sin saber que hacer exactamente comenzó a cambiarse por su traje de héroe. Cuando terminó su acción simplemente desbloqueó su celular, entro al chat con vaya a saber el cuántos mensaje y empezó a borrarlos, uno por uno para que el cenizo no los leyera.

_ No era necesario que escribiera tantos._ Pensó en voz alta._ De todas formas nos veremos el domingo en los dormitorios._ Dijo con una pequeña sonrisa._ Si él está ocupado no debo molestarlo, de seguro tiene mucho que hacer en la agencia. Espero le este yendo bien._ Sonrió con melancolía, guardo su celular en uno de sus bolsillos y salió de su habitación en camino a la cocina para desayunar algo. Tetsu no tardó en aparecer con su traje de héroe puesto para desayunar algo simple pues se le había hecho un poco tarde.

Luego de comer con la compañía de su amigo con el que tuvo una conversación amena, levantó los platos y se dirigió a la salida para esperar que apareciera Fat gum, como si de un impulso se tratara tomó su celular para escribirle al cenizo lo que desayunó pero luego recordó que debía dejar de enviar tantos mensajes así que sintiéndose un poco tonto volvió a guardar el aparato en su bolsillo mientras suspiraba.

El héroe a su cargo llegó finalmente para empezar con los patrullajes y acompañarlos durante sus prácticas.

Caminaron por aquellas calles repletas de gente. Vigilaban cada esquina hasta donde su vista llegaba evitando que algún criminal se les escapara, o eso se supone. El silencio y la nula charla que había entre los héroes se creía que era por su concentración con respecto al trabajo que llevaban a cabo, pero la realidad era otra; Kirishima, aquel resplandeciente sol solía ser quien empezaba las conversaciones y creaba un ambiente mal ameno, claro que no era el único, pero sus compañeros sentía que algo sucedía con el pelirrojo así que tampoco crearon alguna conversación. De hecho estaban pensando en que podría ser lo que mantenía al dulce chico tan callado.

¿De Qué Modo Debemos Actuar? [Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora