Prólogo

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Actualmente era el 1 de septiembre de 1976 y todos los estudiantes y miembros del personal estaban en el Gran Comedor esperando que llegara la profesora McGonagall con los de primer año para clasificarlos. En la mesa de Gryffindor, estaban sentados cuatro chicos, todos haciendo cosas diferentes. El chico de cabello castaño y ojos color avellana miraba con nostalgia a una chica pelirroja de ojos verdes que estaba sentada en la mesa pensando en cómo invitarla a salir de nuevo. El chico de cabello azabache con sorprendentes ojos grises estaba esperando con impaciencia a que la profesora McGonagall comenzara con la clasificación para poder continuar con el festín. El chico de cabello castaño claro con ojos color ámbar y cicatrices recorriendo su rostro estaba atrapado dentro de un libro y finalmente el último chico con cabello rubio y ojos azules estaba durmiendo con la cabeza sobre la mesa y roncando levemente. Estos cuatro niños se llamaban James Potter, Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettigrew, respectivamente. También son conocidos como los Merodeadores del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

En la mesa de Slytherin, los estudiantes se sentaron estoicos y pacientes aunque en sus mentes querían que la clasificación se diera prisa y llegara para poder comer, pero sus clases de etiqueta de sangre pura nunca les permitirían demostrar eso. Regulus Black estaba pensando en su hermano y en cuánto lo extrañaba, aunque su orgullo nunca le permitiría decirlo en voz alta. Severus Snape estaba pensando en diferentes pociones que quería hacer.

En la mesa de Ravenclaw estaba sentado Bartemius Crouch Jr., también conocido como Barty. Estaba leyendo un libro distraídamente mientras pensaba en el Señor Oscuro. Sabía que quería unirse solo para fastidiar a su padre, pero también para demostrarle a la gente que era digno.

Las puertas del Gran Comedor se abrieron y todo el alumnado miró colectivamente hacia las puertas para ver a la Profesora McGonagall entrando al Gran Comedor con los de primer año siguiéndola como lo haría un patito. O tal vez en el caso de McGonagall, gatitos.

El rápido pasó volando y cuando Dumbledore se puso de pie para dar su discurso habitual, una carta apareció frente a él, silenciando efectivamente el Gran Comedor. Revisó la carta en busca de maldiciones o hechizos y no encontró ninguno, así que la recogió y la leyó en voz alta a todos.

"A la gente del pasado,

Si esta carta ha llegado como debería, será el 1 de septiembre de 1976 justo después de la ceremonia de selección. Esta carta es del futuro y junto con la carta hay un gran libro sobre el futuro. El objetivo de esto era permitir que el pasado cambiara el futuro para mejor. Pase lo que pase en esta línea de tiempo no afectará a la nuestra. El futuro tiene una guerra innecesaria y muertes sin sentido. Mañana, algunos invitados llegarán para leer el libro con los estudiantes y el personal exactamente a las 10 am junto con siete de nosotros del futuro. Cuando empieces a leer los libros, el tiempo fuera del Gran Comedor se detendrá. La comida, los dormitorios y los baños estarán disponibles y nadie podrá usar magia para evitar accidentes.

la generación futura,

EP, TN, BZ, DGDM, AG, SB"

Cuando Dumbledore terminó de leer la carta, el Gran Comedor estalló en un caos. Todo el mundo gritaba que no debería ser posible, o que era falso, etc. Dumbledore disparó con la varita de saúco y les gritó a todos que se calmaran. Eventualmente lo hicieron y dijo que si era posible lo verían mañana por la mañana. La fiesta continuó, pero todos hablaban de la carta misteriosa y no fue diferente para los cuatro chicos en la mesa de Gryffindor.

"¿Crees que es verdad, Pads?" preguntó un emocionado James Potter, pensando si sus futuros hijos serán mencionados.

"No sé Prongs, sonaba real, pero vamos, ¿libros? ¿Por qué no pudimos ver una película o algo así?" Respondió Sirius, sintiéndose molesto por el hecho de que estarían leyendo un libro durante tanto tiempo, pero emocionado por las cosas que aprendería sobre el futuro.

EpifaníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora