Vikingos - Ragnarsson

11

ME QUEDE DORMIDA SIN DARME CUENTA y me habían despertado unos bullicio, no sabía de dónde provenían y quise ir a ver qué sucedía. Ya casi anochecía totalmente , camino entre la gente y veo a Heahmund tirado en el suelo mientras el resto se burlaba.
Corro rápido a ayudarlo pero disimulando mi preocupación para que no le hagan más burla por eso también.

– vamos, levantate– digo murmurando para que solo el me oiga

No me hace caso y se arrastra hasta su baston que se encontraba frente a lagertha.
Cuando logra pararse frente a ella, Lagertha es la que habla primero.

— que estás haciendo?

— quiero hablar contigo

Pensé que sería algo privado así que le dije a Heahmund que volvería a la carpa y el asintió con la cabeza de acuerdo.

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Los dias en aquellas tierra extraña y desconocida la hacian preguntarse una y otra vez sobre el destino de los suyo en Wessex. ¿Cuando seria capaz de regresar?¿Que seria en ente momento de su familia? Esperaba con todo lo profundo de su ser que hayan podido recuperar la Villa real.

Nunca fue una joven gozara de derrochar sus riquezas, es mas conocida por su discrecion pero sin dejar de hacer notar su estatus. Habia pasado su vida entera viviendo rodeada de lujos y de personas que la asistian cuando ella lo necesitaba y ahora estaba sola y perdida, buscando una ayuda que parecia no llegar nunca.

Roce con mi mano el colgante que posaba alrededor de cuello con un dije, de la Santa Cruz, ¿Por que ella jamas lo habia sentido cerca?¿Se habia olvidado de ella? Nunca en sus 17 años de vida lo habia necesitado, o siquiera buscado ¿Seria ese el momento correcto para hacerlo?¿Si quiera existia?

Me estaba aburriendo, no conocía a nadie y Heahmund estaba tardando –puedo imaginarme que estará haciendo el obispo pervertido, pense– asique decidi salir de la tienda para alejarme un poco de los extraños y relajarme. Cuando sali todo estab estaba oscuro, nadie notaba su presencia ya que todos estaban muy ebrios y otros dormidos. Enconte un lindo lugar con una gran iluminacion gracias a la luna y el gran espacio que dejaban 

 Cómo al parecer comenzaba a ser costumbre alguien me interrumpe la paz. Logro notar la presencia de ese alguien gracias a sus pasos nada sutiles llamando mi atencion, senti mis mejillas humedas y note que estaba llorando, rapidamente me limpie con las mangas de mi vestido.

— debes cambiar ese hábito de quedarte sola en el bosque y menos de noche... Alguien podría querer herirte. - fue lo primero que salio de la boca del vikingo

— pues que lo intenten, si es que no temen de perder alguna extremidad no habría problema...no tienes de que preocuparte Bjorn, si sigo viva hasta ahora es la prueba de que se cuidarme perfectamente bien hasta ahora.

— al parecer no tanto princesa Eva, en todo caso estarías ahora en tu gran torre llena de oro y placeres, y tal vez con un hombre pidiendo tu mano... Pero estás aquí, ¿Como paso eso princesa?— pude notar su tono de ironía, ese era el mismo del bosque pero por alguna razón luego volvía a enfriarse

— no sabes nada hombrecito, te has perdido de mucho... Y si! estoy aqui en vez de estar escondida en una torre con un esposo inútil porque entonces seguramente estaría ahogándome con mi propia sangre, me apuñalaria yo misma antes de tener ese destino horrendo.

— que tenemos aquí, una princesa rebelde... Eso suena algo frío y solitario — dice con diversión hasta llegar donde me encontraba y posicionarse a mí lado .

Yo estaba acostada en un tronco que seguramente fue derribado en algún momento mientras miraba el cielo.

— es irónico que esas palabras vengan de ti.

Eva se veía hermosa bajo las luz de la luna, su piel de porcelana brillaba como si hubiera sido obra de los dioses  entregandola como premio de su valentía, tenía un vestido muy fino de color blanco ligeramente ceñido a sus curvas, le habían dado para que se pueda limpiar toda la sangre y luego limpiar su armadura, sus ojos violetas por la noche pareciera que brillaban inclusos mas que en el día soltando leves destellos violetas con una mezcla de azul. Era perfecta, tan exotica y Bjorn la deseaba con locura en ese momento.

— No es propio de un caballero mirar de esa manera a una mujer

— No estamos en Wessex. Aquí puedes tomar lo que quieres... — sonrio cuando sus ojos bajaron por su pecho por la respiracion acelerada que tenia.

Bjorn poso su mano pesada con delicadeza en su rostro temiendo lastimarla y fue bajando lentamente por su mandíbula, cuello y busto, toda la piel expuesta que le dejaba ese vestido se erizo y sonrrio con superioridad al notar su efecto en la chica.

Eva quería permitirle ir más allá, pero era un Lothbrok y dos de ellos ya le habían demostrado ser unos imbéciles. A diferencia de que a Bjorn lo conocía de antes al parecer el tiempo lo cambio pero de todas formas como sabría ella que el no la utilizaría y luego la dejaría morir como lo hizo Ivar.

Así que tomo su mano antes de que continuará para hacerle saber de qué no estaba interesada.

— no puedes tenerlo todo siempre que lo desees Bjorn, hijo de Ragnar.

— lo sé... Pero aún así te deseo Eva — dijo casi en un susurro mientras acortaba la distancia de nuestros rostros y no voy a negar que se me volvió a erizar la piel al oírlo pronunciar mí nombre de esa forma.

— pues no me interesa... vete — le digo rodando los ojos de forma seca mientras me acomodo para abrazar mís piernas ya que estaba bajando la temperatura a medida que la oscuridad de la noche se instalaba mas.

— está bien, ya me buscarás tu pero no me hire, quiero escuchar de que tanto me perdí — cuando termina se acomoda a mí lado para acercarme más a su piel y darme calor en vista de que había notado que estaba temblando

— en tus sueños. Quédate pero ya conoces mis advertencias — le dije de forma firme a mí postura

—  si — le divertido mí respuesta

Nos quedamos hablando de todo las hazañas de ambos y... También me contó cómo murió Athelstan. Luego nos quedamos dormidos en la misma posición muy cerca del otro en las hierbas del sueldo sobre el árbol.