06; Yuna

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Sorprendida
Esa era la palabra correcta para describirme a mi, en este preciso momento.

-Es mentira -fue lo primero que dije.

Mi padre negó y mi madre solo supiró.
-No lo es, cariño -dice mi madre. Me dejó caer en el respaldo del sofá.

-¡No puedo casarme con el principe! -exclame. Y era verdad. Dos razones. Ser princesa. Y la otra, era que iba a ser Sunghoon. Mi mejor amigo. Osea. Yo era la chica misteriosa.

-Yuna. Ojalá pudiéramos evitarlo. Pero no podemos. Es... obligatorio- murmuró mi mamá.

-¡No quiero casarme! -dije preocupada y con ganas de llorar de la rabia-. No es justo que sea obligado.

Mi mamá se sienta a mi lado y me abraza.
-Yuna...piensa en cuántas cosas maravillosas, podrías lograr siendo princesa. A cuántos lugares, podrías ir -mi mamá me dice.

Me levanto del sofá.
-No quiero-susurro- No me interesa nada de eso.¿Dónde está lo otro? ¿Dónde lo dejas?.

-¿A qué te refieres?-mi papá me mira con el ceño fruncido.

-Me refiero a que...- paso la mano en mi cabello desesperada- con 17 años, tendre que liderar un país. ¿Entienden lo que es eso?. Simplemente...no quiero.

Y dicho esto, me dirigí a mi habitación, cerrando con fuerza la puerta de este. Me tire a mi cama, y abrazé a mi almohada, mientras soltaba incontrolables lágrimas.

-No quiero casarme- murmuré para luego dormirme.

;;;

Resulta que mi rostro, no era el mejor de todos, tengo que decir. Mis ojeras eran llamativas, y una vez más, me encontré llegando tarde a el instituto. Sin embargo, el profesor Rain no me dijo nada.
Cómo no tenía ánimos de nada, me dirigí directo a la enfermería, y me acosté en una de las camillas.

—Yuna...de nuevo sin ir a clases —no me di cuenta de que Jake estaba acostado en la otra camilla. No era de extrañar, cuando el es, el que pasa mucho tiempo ocupado y tiene muchos deberes en la escuela.

Me encogí de hombros.
—No tengo nada de Ani de entrar a clases hoy— me excuso. Lo ví sonreír

—Eres de las mías —estira su brazo y choco los cinco con el.

Sonrío.
—Sunghoon...—digo girando me a verlo—. Sunghoon ¿Está aquí?.

Jake niega.
—No. La verdad —dice—. Con el tema de que lo quieren casar con esa chica misteriosa, eata bien ocupado. Se va a ausentar durante unos largos días.
Asiento para mí, y luego me cubro hasta la barbilla con la cómoda sabana beige.

*************

Pasaron largas horas, hasta que me desperté. Jake ya se había ido.
Suspire y me levanté de la camilla. Pase mis manos por mi rostro, alejando muchas veces el rastro del sueño, y por fin, me levanto de la camilla y salgo de la enfermería. Me dirijo a mi salón y ahí encuentro a Lia, Yeji y Ryujin sentadas.

—Hola —murmuro sentandome en mi asiento. Dejó caer mi cabeza sobre la pequeña mesa de mi asiento.

—¿No dormiste anoche, a casó? —me pregunta Yeji.

Negué.
—No. La verdad — dije.

—¿Paso algo?— Ryujin preguntó.

Negué otra vez. No Podia decirles nada. No hasta tratar de evitar que se avecinara esto de mi casamiento y de ser princesa. Completamente una locura. Intenté llamar a Hoon, pero su teléfono está apagado. Y pues... Jake me había dicho que no había venido hoy. Y lo más posible, es que se ausente de más.

—Solo...me desvele —menti.

—Bien —asienten algo extrañadas.

Y pase todo el reto del día en blanco, por así decirlo. A la hora del descanso,  Jay y Sunoo, trataron de hacerme reír con sus no tan graciosas bromas. Pero la verdad, es que la cara de muerto, nadie me la quitaba.
No quería casarme.
No con mi mejor amigo.
No a esta edad.
No para dirigir un país y tomar muchísimas decisiones.
No con 17 años.
No podía hacerme princesa.
Y si era obligado, tenía que hacerlo, si o si. Era injusto todo esto. Principalmente para mí. Que era una chica común, con una vida común. Con amigos...diferentes, por así decirlo. Y de pensar que tantas cosas podrían cambiar, con el simple hecho de poseer una tiara en mi cabeza.

Cuando llegué a mi casa, agradecí internamente, que mis padres no hubiese llegado de sus trabajos. Me adentre a mi cuarto, y tire la mochila en el piso. Y me tire como un saco de papas en mi mediana cama. Si me iba...la iba a extrañar mucho. Pues a pesar de ser pequeña, era mi cama. Y había dormido muchos años en esta.

Tome mi teléfono y marque apresuradamente el número de Sunghoon. Necesitaba con todas mis fuerzas, decirle que la "afortunada chica"(nótese el sarcasmo), con la que ae iba a casar era yo.
Pero una vez más, el teléfono estaba apagado. Y nuevamente me arrojo al buzón de voz.

—Por favor Hoon. Llámame a penas escuches este mensaje. Es verdaderamente importante lo que tengo que decirte. Por favor —murmuro desesperada.

Pasaron dos horas, para cuando alguien tocó a mi puerta. Me levanté resignada de la cama y abrí está. Mi mamá estaba afuera.

—¿Que ocurre?—la miro.

—Yuna...la reina y el rey, están aquí. En la sala. Y desean hablar contigo —me dice. Eso fue directamente como un balde de agua fría. Impactante y frío.— Por favor, prepárate.

—Mamá, yo...—digo angustiada—...no quiero casarme...

—te esperamos en la sala cariño —edita mis súplicas y me deja ahí.

Suspiro y entro a mi cuarto, para que con toda la pereza del mundo, empieze a prepararme.

casada con Mi Mejor Amigo___♔Sunghoon__♕Yuna__Donde viven las historias. Descúbrelo ahora