Running On Sunshine

Capítulo XIV "Retomar Las Cosas"

Lexie y yo hemos estado más cerca estos días, puede que haya posibilidades de retomar donde se quedo nuestra relación.

Mientras tanto, Stevens sigue con su tratamiento para el cáncer mientras arregla los preparativos para la boda de Meredith y Derek. En cuanto a Derek, él y yo ya estamos hablando más, puede que volvamos a ser mejores amigos como antes.

- ¿Como van los preparativos Stevens? - dije entrando a su habitación.

- Perfectos, faltan algunas cosas pero todo está quedando perfecto - dijo caminando de un lado al otro con un audífono en su oreja derecha.

- Solo recuerda descansar - le sonreí y me fui de la habitación.

Cuando salí me encontré con Arizona y Mark. Estábamos hablando cuando George se acercó conmigo, en eso llegó Callie.

- Corre por tu vida - Callie le susurró a George.

- ¿A que te refieres con...? - antes de que pudiera terminar, un señor, el padre de Callie, lo aventó contra la pared.

- Dame una buena razón para no acabar contigo - decía el padre de Callie mientras ponía su brazo contra su cuello.

- ¡Papi, dejalo! - dijo Callie tratando de calmarlo - si, el me fue infiel pero yo me acosté con Mark así que prácticamente yo también le fui infiel.

El padre de Callie soltó a George y este se fue corriendo, cuando pensamos que ya se había tranquilizado, el señor aventó a Mark contra la pared al igual que con George.

- Dame una razón para no asesinarte - dijo amenazante el padre de Callie.

- Soy bonito, no quiere arruinar esta cara - dijo Mark con dificultades para respirar.

- ¡El no tuvo nada que ver, Lena me aconsejo que tenía que olvidarme de él así que...! Oh no - dijo al ver que a mi también me había aventado a la pared.

- ¿Por qué le metiste esas ideas a mi Calliope? - dijo apretando mis brazos.

- Lena Catore, un placer - dije asustada.

- ¡Pero ahora estoy saliendo con alguien y estoy muy feliz! - en eso el papá de Callie me soltó.

- Bien, me encantaría conocer a ese caballero - dijo más calmado el señor.

- Nosotros nos vamos para allá - dijo Mark y el y yo nos fuimos rápidamente.

- Dios, se puso como una fiera - dije riendo, cosa que el también hizo.

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- Alexandra Carolaine Grey - dije llegando con Lexie.

- Díganme señorita Lena Katherine Catore - dijo sonriendo.

Lexie y yo ya habíamos empezado a salir de nuevo, pero ahora más lento que antes, llegamos a un acuerdo en el que Hailee no interferiria tanto en mi tiempo como antes y así tendría tiempo para las dos y el bebé.

- ¿Quisiera ir a la boda de su hermana conmigo? - dije formalmente.

- Por supuesto que si señorita Catore - dijo sonriendo siguiendome el juego.

- Excelente, nos vemos a la hora de la boda mi querida dama - le di un beso y me encamine hacia urgencias, pues había un trauma por llegar.

- Un grupo de universitarios tuvo un accidente mientras iban en camino a su graduación - me informó Hunt.

- Más te vale no tratar de robarme mis cirugías - dije en tono desafiante.

- Veamos quien llega a ellos primero - dijo sonriendo también en tono desafiante.

En eso llegaron las ambulancias al igual que los residentes e internos.

- ¡Bien, a trabajar equipo! - dijimos Hunt y yo al mismo tiempo.

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- No lo puedo creer - decía George mientras me sentaba con el en una camilla - cada paciente que tocaba murió.

- Una sobrevivió - dije tratando de animarlo.

- Porque lo único que hice fue alejarme de ella, ella no murió porque no la atendí - dijo muy desanimado.

- Sabes, ni hermano estuvo en el ejército, yo estuve con el por un año, y en ese año aprendí que no puedes salvar a todos, pero puedes esforzarte por intentarlo, si duele que no puedas salvar a casi nadie pero así son las cosas - ok, esto de dar discursos motivacionales no es lo mío - te vendría bien algo de esa emoción, no digo que todo ahí sea color de rosa pero, serias un buen cirujano allá.

- Gracias doctora - dijo y le acaricie la espalda.

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- ¿Mer que haces deberías estar lista para tu boda? - dije llegando a la habitación de Stevens.

- Hubo un cambio de planes, ahora la boda es de Stevens y Karev - me dijo Bailey sonriendo.

- Doctora Catore, se que es muy repentino pero ¿quisiera ser mi madrina? - me dijo Alex acercándose a mí.

- Ah, por supuesto, sería un honor - dije riendo nerviosa.

Ya estábamos en la iglesia cuando entró Stevens. Al estar caminando como que se mareó y casi se cae, pero George la ayudó a seguir caminando. Ya estaba iniciando la ceremonia y lo único en lo que podía pensar viendo a Stevens y a Karev fue que tal vez ya haya encontrado a la indicada, a Lexie. Pero no nos apresuremos, apenas llevamos poco tiempo saliendo.

Solo digo que ella podría ser la indicada, el tipo de chica con la que querría pasar el resto de mi vida. La que se siente como mi hogar.