Capítulo 10: El Tiempo Pasa

62 7 3
                                    

Los días pasaban todos iguales, las cosas se sentían distintas a lo habitual, el vacío que había dejado Mike se sentía muy mal, pero poco a poco fui acostumbrándome a eso. El trabajo también ayudaba en algo, fui conociendo a gente muy cool y amigable.

Martin - Oye Hamilton vamos a almorzar, ya es hora.- Decía parado a la salida del cúbito.

Hamilton - El tiempo pasa volando.- Dije para luego levantarme y salir junto a el. - Ahora que lo pienso bien, conozco a casi todos aquí y con todos me llevo bien, pero tú eres el único con el que me relaciono así.-

Martin - Si cierto, ahora que lo dices si, supongo que como el que mejor me trató aquí pues tuve más confianza en ti? Tampoco es que sea muy agradable salir a almorzar solo.-

Hamilton - Si, te entiendo, mientras yo esté tú no vas a almorzar solo, ademas eres como mi alarma jeje.-

Martin - En eso tienes razón, y gracias, lo aprecio mucho.-

Hamilton - No es nada pequeño amigo.-

Martin - Pequeño sólo de tamaño, porque edad, si ya soy bastante maduro.-

Hamilton - Si si, en eso entiendo, no lo dije por nada malo, solo cariño y pues ya hay confianza.-

Martin - Nah, no te preocupes no me molesta, por lo menos que tú lo digas no.-

Hamilton - Bueno, ¿que vas a pedir tu para almorzar?-

Martin - Mmm, Arroz Frito tal vez, ¿porqué dices?-

Hamilton - Tranquilo, tú espérame aquí.- Salí a hacer el pedido y luego volver con este mismo. - Aquí tienes, ya pagué así que no te preocupes.-

Martin - Aww Hamilton, no tenías que haber echo eso, gracias en serio.-

Hamilton - Je, no es nada Martin, ahora come que se enfría.- Comenzaba a comer de mi comida.

Martin - Si, gracias.- Este también comenzaba a comer.

Luego de un rato almorzando y charlando volvían al trabajo.

Martin - Oye Hamilton, me invitaron a una fiesta, pero, pues no tengo con quien ir, y no quiero ir solo, y me preguntaba si tú quieres acompañarme, es hoy en la noche, gustas ir.-

Hamilton - Oh, si claro, no tendrás que ir solo, ¿a que hora quieres que pase por tu casa?-

Martin - A cualquier hora estaría bien, y gracias.-

Hamilton - Esta bien amigo.- Ya estaríamos en nuestro respectivo lugar de trabajo en nuestra labor diaria. Hasta que llegó la hora de salida.

Martin - Te esperaré Hamilton.- Dijo de pasando junto a mi cúbico.-

Hamilton - Je está bien.- Dije tomando todas mis cosas y metiéndolas en mi maletín para irme a casa.

Ya en casa me di un baño y vestí para pasar por Martin.

Martin - On, ya estoy listo, solo queda esperar.-

Pasado unos minutos llego a casa de Martin, me bajo del auto y toco su puerta.

Martin - Ese debe ser el.- Corre a abrir la puerta. - Sabia que eras tú.-

Hamilton - Si soy yo jaja. ¿Estás listo?-

Martin - Si, si lo estoy vamos.- Sale de casa y cierra la puerta rápidamente. - Vamos.-

Luego de eso ambos subimos al auto y conduje rumbo a la fiesta.

Hamilton - ¿Y qué temática o que están celebrado allí?-

Martin - No lo sé, hoy día todos celebran por todo, una conocí a alguien que hizo una fiesta porqué perdió la virginidad.-

Hamilton - Vaya, y tu no me invitaste a la tuya jajaja.-

Martin - He... no perdona, no hice fiesta.-

Hamilton - Oh, ya veo.- Detengo el auto. - Bueno, ya llegamos.- Me bajo de este para caminar rumbo a la fiesta.

Martin - Si me siento raro ahora no me imagino como hubiera sido venir solo, tal vez ni hubiera venido.-

Hamilton - Oh, solo relájate, es una fiesta, Nadie juzga a nadie aquí, vanos a ver que hay para entretenerse aparte de alcohol.-

Martin - Tal vez comer... o bailar, no sé.-

Agarraba un adorno del lugar. - Creo que me arrepiento de venir.-

Hamilton - ¿Que? Vamos, no pude haber venido aquí por gusto para que te pongas así, ven, vamos a bailar un poco.- Lo tomaba de la mano y llevaba a bailar, así estuve creo que casi toda la fiesta para que no se entristeciera, hasta que el agotamiento nos ganó y nos sentamos.

Martin - Hamilton, ya si quieres podemos irnos, estoy....- Bostezaba. - Cansado ya.-

Hamilton - He, está bien pequeño, vamos.-

Me levantaba y caminaba afuera para entrar al auto y esperar a que Martin entrara.

Martin - Ya, podemos irnos.- Decía mientras se ponía su cinturón de seguridad.

Hamilton - Okey okey.- Dije para arrancar el auto y conducir camino a casa de Martin, en lo que iba de camino íbamos ambos callados. Estaba ya a medio camino cuando miro a mi lado, y estaba Martin ya dormido. - Eh... Martin, despierta ya casi llegamos...- Le movía un poco el hombro para despertarlo.

Martin - Ya, no me molesten más, déjenme en paz por favor, tomen mi dinero.- Decía dormido.

Hamilton - Martin... despierta... supongo que te...- Seguí conduciendo hasta llegar a su casa, detuve el auto y revisé sus bolsillos buscando la llave. - Donde dejaste la llave lobo.- Seguí buscando sin hallarla. - Supongo que hoy dormirás en mi casa.- Sin mucho más que hacer volví a salir rumbo a mi casa, llegué, estacioné el auto, me bajé y intenté despertar a Martin otra vez. - Martin, vamos despierta.-

Martin - No, no quiero trabajar hoy, me siento mal.- Dice dormido.

Hamilton - Pero que testarudo es este Lobo para ser tan pequeño.- Luego de eso lo cargué y fui a entrar a casa. - Eres una pluma.- Dije al cargarlo tan fácilmente. Agarré las llaves como pude y abrí la puerta empujándola con el hombro y cerré con los pies, me dirigí al cuarto y lo dejé en la cama. - Listo, hoy te toca dormir aquí.- Arropé a Martin y agarré una almohada y fui al sofá y me senté. - Si ya me eh quedado dormido otras veces aquí no será problema hoy.- Me acosté en el sofá, cerré mis ojos y quedé dormido hasta el siguiente día.

Camino a la felicidad | Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora