◇Diecinueve◇

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Taehyung

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Taehyung

—Go Eun, tráeme un trago.— estaba en mi estudio intentando idear un plan de ataque para sacar a la escoria de mi territorio. No quería que estuvieran los suficientemente cerca como para  que supieran de Hoseok y de la importancia que tenia. Por que sí, Hoseok es importante. Ya me había convencido a mi mismo de eso. Lo acepte y ahora no pretendía dejarlo ir nunca. Ese chico me había hecho sentir más en un mes de lo que he sentido toda mi vida. Y no era por el sexo. Era la manera en que me miraba, como hablaba como camina, como hace esa mierdita de rascarse la oreja cuando esta nervioso.
Como sus mejillas enrojecen cuando lo beso de manera desprevenida, como se abraza a mi pecho cuando duerme luego de hacer el amor, por que esa mierda también ya la asumí, con él no es solo sexo... le hago el amor. Es mío, el mocoso había hecho latir lo que creía congelado. Hizo nacer lo que yo había matado dentro de mi.
Me entretenía en momentos en que no debía, solo pensando en su carita. Como ahora. Por eso necesitaba un trago.

—Con un demonio Go Eun, date prisa.— Go entró al estudio en... ¿bata?

— Estaba por darme un baño señor, por eso demoré y la empleada de servicio no está, fue a hacer las compras con la cocinera.

—¿Hoseok aun duerme?

— No lo sé, ¿debería comprobar?

— No, el vendrá aquí cuando despierte.

Tome mi whisky de un solo trago y seguí en mi trabajo, pero mi pecho se acelero de pronto, sentí calor y estaba mareandome, Go Eun me miro desde el costado. Me sentía asfixiado y mi pene se había puesto duro, tanto que dolía. Comencé a quitar mi corbata para poder respirar, Mi camisa igual y Go Eun entonces se lanzó a por mi, intenté moverla y lanzarla lejos de mi, pero con una mierda no podía hacerme cargo de mis acciones. Ella sacó su bata y estaba desnuda, sacó mi ropa por completo y me tiro al sillón, pensaran que soy una mierda  y lo soy, pero estaba drogado y excitado como la mierda, ella se movió sobre mi polla y yo gemí, era inconsciente, no podía ni ver bien, ella tomó mi miembro y se sentó sobre el, el calor de su sexo me volvió loco y en un abrir y cerrar de ojos me la estaba follando. No quería, pero no podía controlar esto. Mi pene pedía liberación, sudaba como un puto animal. Me costaba respirar y se que nuestros gemidos y gruñidos no eran nada silenciosos. Entonces la puerta se abrió, y mi Niño estaba allí... viendo como me follaba a Go Eun, no pude ni detenerme porque no había logrado correrme .... seguí follándomela hasta que acabé, y la lancé fuera de mi. No me moleste en vestirme.. aun excitado después de correrme, era obvio que estaba drogado hasta la médula. Hoseok corrió escaleras arriba y yo lo seguí, llegó a su cuarto y cerró con llave, pero olvido lo del cuarto conjunto. Así que me metí por ahí, Hoseok estaba sobre la cama con solo su pijama que consistía en un pantalón corto y una camiseta. Su trasero se marcaba tan bien...tan delicioso y yo perdí mi cordura, me lancé sobre él como un cavernicola y enterré mi pene por sobre su ropa en medio de sus glúteos.

—¡No!... no quiero.... suélteme!!— lo giré y lo miré, seguramente él notó algo en mi mirada.—¿No es usted mismo ahora, verdad?

—Niño, la perra de Go me drogó, no puedo hacer mucho... estoy desesperado en este momento... podemos hablar después, prometo darte las explicaciones... por favor, ayúdame.— Hoseok miró de mi rostro a mi polla la cual goteaba y estaba alzada orgullosamente. Su mirada se tornó cautelosa, triste y algo apagada y no me gusto. Aún así dijo.

— Bien, estoy aquí para eso...— y sacó como pudo el mismo su ropa, a pesar de mi enorme y desesperante excitación, tomé el frasco de lubricante sobre el velador y lo unte en su preciosa y deliciosa entrada, Hoseok evitaba mi mirada y en el fondo algo se removió dentro de mi, estaba odiando esto. Así que cuando ingresé en él, por muy caliente que estaba su interior y que mi deseo por follarlo hasta partirlo en dos era casi incontrolable, fui lento, tomé su cara y lo obligué a sostenerme la mirada, quería que viera lo que había en mi más que esta estúpida droga, más aya de la excitación y el deseo desenfrenado.

—Me duele lo que vi, Daddy, yo...— lo silencie con mi boca, bese la suya con todos mis sentimientos a flor de piel.

— Shhhhh.... cariño— volví a besarlo, recorrí su cuello y clavículas con mi boca. Su sabor y su calor apasiguabqn mis demonios así como su solo tono de voz. — Me tienes loco, i perdido por ti. Deberías ser ilegal niño, eres la droga más fuerte que he probado y lo estoy diciendo drogado, que irónico. Me encanta todo de ti..... en pocas pocas, me enamoré.— Sus ojos estaba abiertos a más no poder y las cristalinas lagrimas agrupándose en sus bordes. Pestañeo y cayeron todas ellas por su piel.

—¿ Es eso cierto?— Mientras le hacía el amor y cuidaba de él... de no hacerle daño, pero satisfacernos al mismo tiempo, un gemido quedo salió de su boca.

—Si, Hoseok, estoy enamorado de ti, Un mafioso loco  y convertido en Sugar Daddy esta más que en la palma de tu mano. Soy tuyo para siempre. Por que nunca di mi corazón a nadie. Y hoy prácticamente te lo estoy arrojando.

—Yo..... también estoy enamorado Daddy, no quiero irme de aquí. De su lado.— Lo abracé y bese mientras nuestros cuerpos aun se unían al placer. Hice el amor a mi gusto y los efectos de la droga ya habían mermado. La dulzura de Hoseok me tenía al limite. ¿Cómo un ser tan lindo y delicado podía amar a una bestia como yo?

Cuando logramos llegar a nuestro tan ansiado clímax, Acosté a mi niño en mi pecho.

— Voy a matar a esa zorra.

— Voy a matar a esa zorra

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Volveré pronto.... por cierto... esta historia creo que no será tan corta como las otras❤🐿

My Sugar Daddy And Mobster (VHOPE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora