Autora: Ccvhope
-¿Crees que por abrir tus piernas para mi tienes algún valor?
-Se que no lo tengo, solo quiero ser libre
-Ya no lo serás más... debes olvidarte de eso.
-¿Por que querrías tenerme si no valgo nada?
-Sigues siendo mio.
-Claro, el diner...
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HOSEOK
Mojado, mojado y excitado... así había despertado luego de la primera semana en casa, había visto tan seguido al señor Kim que aparecía en mis sueños por las noches, ese hombre sin dudas sería la perdición de cualquiera. Me moví en la cama y pasé mi mano por mi abdomen, me había asustado cuando sentí la cicatriz allí. Pero me dijeron que tuve unos vidrios y cosas incrustadas. Pero aun así era extraña la forma de la cicatriz. Mis dedos trazaron la línea y algo extraño se alojó en mi pecho. En medio del día podía sentir algo desolado el ambiente. Jimin estaba siempre rondándome, cuando Taehyung estaba aquí, él se iba.
Hoy vería al señor Kim, tal vez por eso tuve ese sueño... vaya sueño, si asi se le puede llamar. Se supone que un virgen no debería soñar esas cosas. Nunca he sentido el toque ni nada, pero mi cuerpo podía hacerme sentirlo todo. Tan real que parecen recuerdos. Dios, como si fuera posible. Ese hombre ha de tener muchos donceles y mujeres tras de él, no pondría sus ojos en un chico flacucho que se partió la cabeza haciendo Dios sabe que y que no recuerda ni que es millonario. Sip, ni yo me miraría si fuera él. Que terrible partido.
—Ho...— Jimin se detuvo en la puerta y me observó— Ya estás despierto, vaya... eso es nuevo. — Se acercó a la cama y me tiro las mantas hacía atrás, tan desprevenidamente que no oculté mi problema aya abajo ni las manchas en mis bóxer.— no eres el único despierto...
—¡Jiminie!
—¿Qué? No soy yo el que trae manchas en su ropa interior, levántate, el señor Kim estará en media hora aquí, te quedaste dormido... y ya veo que sueños tenías— se fué corriendo de mi habitación, aun fuera podía oír sus carcajadas. Me fuí al baño y me puse lo más decente posible luego de una ducha rápida.
Estaba por llegar a la sala cuando el timbre que instalamos ayer sonó. Jiminie se adelantó a mi. Abrió la puerta y un deslumbrante y varonil Taehyung se paraba allí luciendo tan maravilloso que recordé mis sueños. Sacudí mi cabeza, no necesitaba una maldita erección con el presente, entonces miré hacía el movimiento tras sus pantalones y una pequeña igual y o más hermosa que su padre se asomó.
Me acerqué un poco, sus oscuros ojos me miraron. Y vi que quiso acercarse. Se detuvo y miro al señor Kim.
— Hola, Hoseok, Jimin.
—Hola.. — Dejé escapar casi sin voz. La pequeña me hacía sentir algo extraño. Era tan linda y el brillo bajo sus oscuros ojos me hipnotizaba.
—Ella es Yojeong. Mi hija.
—¿Hada?— la pequeña sonrió y creo que tuve un paro cardiorespiratorio.
