Capitulo 10: Sir Cadogan

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Las cuatro mesas estaban llenas de estudiantes y el tío Flitwick, salió con el viejo sombrero y un taburete de tres patas

Hermione: ¡Nos hemos perdido la selección! —dijo en mi oído

____: eso es genial ¿no?—me dio un golpe leve en el brazo y me reí por lo bajo

La tía McGonagall se dirigió a su asiento en la mesa de los profesores, y nosotros caminamos hacia la mesa de Gryffindor, donde se encontraba Ron con tres asientos vacíos. Algunos señalaban a Harry mientras pasábamos por la parte trasera del comedor.

Ron: ¿Para que los quería? —le preguntó a Harry, quien comenzó a explicarle en un susurro, pero entonces el abuelo se puso en pie y Harry se calló

Dumbledore: ¡Bienvenidos!... ¡Bienvenidos a un nuevo curso en Hogwarts! Tengo algunas cosas que decirles a todos y como una es muy seria, la explicaré antes de que nuestro excelente banquete los deje impactados —se aclaró la garganta y continuó— Como todos saben, después del registro que ha tenido lugar en el expreso de Hogwarts, tenemos actualmente en nuestro colegio a algunos dementores de Azkaban que están aquí por asuntos relacionados con el Ministerio de Magia —Se hizo una pausa—están en las entradas de los terrenos del colegio, y tengo que dejar muy claro que mientras estén aquí nadie saldrá sin permiso. A los dementores no se les puede engañar con trucos o disfraces, ni siquiera con capas invisibles —añadió y miré a Harry y Ron— no está en la naturaleza de un dementor comprender excusas. Por lo tanto, les advierto a todos y cada uno de ustedes que no deben darles ningún motivo para que les hagan daño. Confío en los prefectos y en los últimos ganadores de los Premios Anuales para que se aseguren de que ningún alumno intente burlarse de los dementores—hizo otra pausa y recorrió todo el comedor con la mirada—Por hablar de algo más alegre, este año estoy encantado de dar la bienvenida a nuestro colegio a dos nuevos profesores. En primer lugar... el profesor Lupin, que amablemente ha accedido a enseñar Defensa Contra las Artes Oscuras—casi todos aplaudieron con ganas—En cuanto al otro último nombramiento, siento decirles que el profesor Kettleburn, nuestro profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas, se retiró al final del pasado curso para poder aprovechar en la intimidad los miembros que le quedan. Sin embargo, estoy encantado de anunciar que su lugar lo ocupará nada menos que Rubeus Hagrid, que ha accedido a enseñar estas clases con sus obligaciones de guardabosques—mire a los chicos atónita, toda la mesa de Gryffindor aplaudió y nos unimos con gritos y aplausos

Ron: ¡Tendríamos que haberlo adivinado! —dijo dando un puñetazo en la mesa—¿Qué otro habría sido capaz de mandarnos que compráramos un libro que muerde?—fuimos los últimos en dejar de aplaudir

Dumbledore: Bien, creo que ya he dicho todo lo importante. ¡Que comience el banquete!

Las fuentes doradas y las copas de la mesa se llenaron de pronto de comida y bebida. Tome lo que me parecía rico y empecé a comer; los chicos parecían que no habían comido en años, Hermione y yo solo veíamos de reojo como devoraban la comida. Cuando terminamos esperamos para hablar con Hagrid, porque sabíamos que ser profesor era algo importante para el. Finalmente, cuando toda la comida se acabo, el abuelo anunció que era hora de que todos se fueran a dormir... y yo tendría que ir a su oficina. Pero antes acompañe a los chicos con Hagrid

Hermione: ¡Enhorabuena, Hagrid! —gritó muy alegre, cuando llegamos a la mesa de los profesores

____: Me alegra que puedas enseñarnos lo que sabes—dije felizmente

Hagrid: Todo ha sido gracias a ustedes cuatro —dijo secando su cara— No puedo creerlo... Un gran tipo, Dumbledore... Vino directo a mi cabaña después de que el profesor Kettleburn dijera que ya no podía más. Es lo que siempre había querido—se cubrió la cara con la servilleta y la tía McGonagall nos hizo irnos

Siempre fue ella (Harry Potter y tú) [tercer año]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora