Capítulo 41: La traidora

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*Narra ___*
Hermione: Vamos, Ron, volvamos a cubrirnos —dijo jadeando— Dumbledore y el ministro saldrán dentro de un minuto

Pero antes de que pudiéramos volver a taparnos se empezaron a escuchar a nuestras espaldas unos pasos, cada vez más cerca. Al voltear pude ver a Sirius, pero mis amigos solo podían ver un perro negro con ojos claros. En ese instante saltó sobre Harry, haciendo que este cayera de espaldas. Comenzó a rodar y trató de ponerse de pie, mientras que Sirius rugía para atacar.

____: ey, tranquilo— dije con una mano abierta en su dirección, tratando de que todos tomaran distancia

Pero volvió a saltar contra Harry, haciendo que Ron empujara a Harry hacia un lado y el perro mordiera su brazo estirado. Harry agarró al perro por el pelo, pero éste arrastraba a Ron con tanta facilidad. Entonces, algo me golpeo fuertemente en la cara y me derribó, escuché quejidos provenientes de Hermione y Harry cerca de mi

Harry: ¡Lumos! —susurró y pude notar su frente sangrar, estaba preocupada y también saqué mi varita

Pude notar que estaba recargada en una piedra enorme, al principio pensé que era el bosque, pero al solo ver un árbol enorme supe que era el sauce boxeador, y sus ramas se movían de atrás adelante para impedir que nos aproximáramos.

Al pie del árbol estaba el Sirius, arrastrando a Ron y metiéndolo por un hueco que había en las raíces. Ron luchaba pero su cabeza y su torso se estaban perdiendo de vista

Harry: ¡Ron! —gritó intentando seguirlo, pero una gruesa rama le propinó un golpe, obligándolo a que retrocediese

Lo único que podía ver era la pierna con la que se había enganchado en una rama para impedir que el perro lo arrastrase. Un horrible crujido hizo que mi piel se erizara y me pusiera más pálida de lo normal, puesto que la pierna de Ron se había roto y el pie desapareció en aquel momento

Hermione: Harry, tenemos que pedir ayuda —gritó y pude notar que ella también sangraba. El sauce le había hecho un corte en el hombro. Pero yo también, mis manos tenían muchas cortadas, y mi cabeza sangraba por el golpe de la piedra

Harry: ¡No! ¡Este ser es lo bastante grande para comérselo! ¡No tenemos tiempo!

Hermione: No conseguiremos pasar sin ayuda— no podía decir nada, ni vista se volvía un poco borrosa algunas veces y de repente, otra rama lanzó un latigazo, lo pude esquivar al igual que los chicos

Harry: Si ese perro ha podido entrar, nosotros también —jadeó corriendo y esquivando, tratando de encontrar un camino a través de las ramas, pero era imposible acercarse un centímetro más sin ser golpeados por el árbol.

Hermione: ¡Socorro, socorro! —gritó como una histérica, dando brincos sin moverse del sitio— ¡Por favor...!

Crookshanks dio un salto al frente. Se deslizó como una serpiente por entre las ramas que azotaban y se agarró con las zarpas a un nudo del tronco. De repente, como si el árbol se hubiera vuelto de piedra, dejó de moverse.

Hermione: ¡Crookshanks! —gritó ye tomó del brazo— ¿estás bien?— pregunto y asentí, aunque estaba un poco aturdida me levante y tomé a Harry

____: ¿Cómo sabía...?

Harry: Es amigo del perro —dijo con una tristeza notable en sus ojos— los he visto juntos... Vamos. Saca tu varita— dijo a Hermione

En unos segundos recorrimos la distancia que nos separaba del tronco, Crookshanks se metió por él hueco, agitando la cola y lo seguimos. Harry entró primero y luego yo comencé a entrar a gatas, puesto que no entraba sino me agachaba, luego me tuve que deslizar por una rampa de tierra. Harry estaba boca arriba y yo caí sobre él, trate de levantarme pero Hermione cayó sobre mi, ocasionando que le diera a Harry un beso en los labios. Me separé rápidamente y lo miré con los ojos muy abiertos. En el instante que Hermione se quitó, yo lo hice torpemente y caí nuevamente al suelo

Siempre fue ella (Harry Potter y tú) [tercer año]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora