Capítulo 43: El espía Sirius Black

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*Narra ___*
Estaba en shock y Hermione dio un gritó, causando que regresara en mi. Sirius se puso en pie de un salto y Harry saltó también

Snape: He encontrado esto al pie del sauce boxeador —dijo arrojando la capa a un lado y sin dejar de apuntar al pecho de Lupin con la varita— Muchas gracias Potter, me ha sido muy útil— su cara era de triunfo total—Tal vez se pregunten cómo he sabido que estaban aquí —dijo con felicidad— Acabo de ir a tu despacho, Lupin. Te olvidaste de tomar la poción esta noche, así que te llevé una copa llena. Fue una suerte. En tu mesa había cierto mapa. Me bastó un vistazo para saber todo lo que necesitaba. Te vi correr por el pasadizo

Lupin: Severus... —comenzó pero Snape no lo oyó

Snape: Le he dicho una y otra vez al director que ayudabas a tu viejo amigo Black a entrar en el castillo, Lupin. Y aquí está la prueba. Ni siquiera se me ocurrió que tuvieran el valor de utilizar este lugar como escondrijo

Lupin: Te equivocas, Severus —dijo hablando aprisa— No lo has oído todo. Puedo explicarlo. Sirius no ha venido a matar a Harry

Snape: Dos más para Azkaban esta noche —dijo con los ojos llenos de odio—Me encantará saber cómo se lo toma Dumbledore. Estaba convencido de que eras inofensivo, ¿sabes, Lupin? Un licántropo domesticado...

Lupin: Idiota —dijo en voz baja— ¿Vale la pena volver a meter en Azkaban a un hombre inocente por una pelea de colegiales?

¡PUM!— se escuchó y por la varita del profesor comenzaron a surgir unas cuerdas delgadas, que se enroscaron alrededor de la boca, las muñecas y los tobillos de mi padrino. Éste perdió el equilibrio y cayó al suelo, incapaz de moverse; atónita a lo ocurrido, corrí en su dirección y trate de quitar aquello de él, mientras que Sirius se abalanzaba sobre el profesor Snape

Sanape: Dame un motivo —susurró apuntándole a la cara—dame un motivo para hacerlo y te juro que lo haré— Sirius se detuvo en seco

Hermione: Profesor Snape, no... no perdería nada oyendo lo que tienen que decir, ¿no cree?

Snape: Señorita Granger, me temo que vas a ser expulsada del colegio —dijo— Tú, Estrella de la Mañana, Potter y Weasley se encontraban en un lugar prohibido, en compañía de un asesino escapado y de un licántropo. Y ahora te ruego que, por una vez en tu vida, cierres la boca

Hermione: Pero si... si fuera todo una confusión...

Snape: ¡CÁLLATE, IMBÉCIL! —gritó de repente y la sangre comenzó a hervirme— ¡NO HABLES DE LO QUE NO COMPRENDES! —Hermione guardó silencio, mientras este proseguía —la venganza es muy dulce —dijo a Sirius en voz baja— ¡Habría dado un brazo por ser yo quien te capturara!

Sirius: Eres tú quien no comprende, Severus —gruñó— Mientras este muchacho meta su rata en el castillo —señaló a Ron con la cabeza— entraré en él sigilosamente

Snape: ¿En el castillo? —preguntó con voz melosa—no creo que tengamos que ir tan lejos. Lo único que tengo que hacer es llamar a los dementores en cuanto salgamos del sauce. Estarán encantados de verte, Black... Tanto que te darán un besito, me atrevería a decir...— Sirius estaba más pálido

Sirius: Tienes que escucharme —volvió a decir— La rata, mira la rata...

Snape: Vamos todos —ordenó. Chasqueo los dedos y las puntas de las cuerdas con que había atado a mi padrino volvieron a sus manos— Arrastraré al licántropo. Puede que los dementores lo besen también a él.

Sin más, me levante del suelo y me puse enfrente de la puerta, para mi sorpresa Harry hizo lo mismo, no sabía si me estaba protegiendo o haciendo lo mismo que yo

Siempre fue ella (Harry Potter y tú) [tercer año]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora