Capítulo 30: ¡Scabbers murio!

145 10 0
                                    

Al terminar aquellas mochilas las entregue a su respectiva dueña. Estaban muy contentas y comenzaron a presumirlas por todo el colegio; hasta la Señora Weasley me mando una lechuza dándome las gracias, lo cual no debió de hacer, puesto que con mucho gusto le daría algo a Ginny.

Al pasar las semanas los deberes iban aumentando, por lo cual tuve que renunciar a Estudios Muggles. No me sentía orgullosa pero lo necesitaba; puesto que no me enseñaban acerca del comportamiento Muggle.

[...]
___: Renuncie a estudios Muggle—dije en la hora de comida, a lo cual cuatro cabezas voltearon hacia mi

Hermione: ¿Qué?—pregunto sorprendida y con los ojos como platos

___: no me sirve y además son muchos deberes— metí una cucharada de ensalada a mi boca

Sara: entonces tienes más tiempo para descansar, me alegra... sin ofender pero te mirabas exhausta— me sonrió y yo a ella

Ron: deberías seguir el ejemplo de ___—miro a Hermione quien me fulmino por haber echo aquello

Harry: si te sientes mejor, creo que yo ya hubiera renunciado a todas— me dedico una sonrisa y yo sé la devolví

___: gracias— los miré con una sonrisa y seguí comiendo— y todavía no sé si renuncie a alguna otra, estoy entre Adivinación o Aritmancia— dije sin más

[...]
Descubrí que hice bien en renunciar a dos materias optativas, puesto que Oliver nos hacía entrenar cinco veces por semana. Además de algunos días en los cuales ayudaba a mi padrino con las clases de antidementores, con Harry. Esto resultaba muy agotador.

Por otro lado Harry dejó sus deberes para la última noche, pero Hermione estaba cada noche y sin excepción, haciendo deberes en un rincón de la sala común, con varias mesas llenas de libros, tablas de Aritmancia, diccionarios de runas, dibujos de muggles levantando objetos pesados y carpetas amontonadas con apuntes extensísimos. No hablaba con nadie y si le tratábamos de hablar respondía de malos modos.

Yo por mi parte estaba tranquila, claro que trate de ayudarla pero estaba tan enfadada conmigo que me ignoraba.

Ron: ¿Cómo lo hará? —nos preguntó una tarde, mientras Harry terminaba un trabajo para Snape sobre Venenos indetectables. Harry alzó la vista hacia Hermione la cual casi no se veía detrás de la torre de libros.

Harry: ¿Cómo hará qué?

Ron: Ir a todas las clases. Esta mañana la oí hablar con la profesora Vector, la bruja que da Aritmancia. Hablaban de la clase de ayer. Pero Hermione no pudo ir, porque estaba con nosotros en Cuidado de Criaturas Mágicas. Y Ernie McMillan me dijo que no ha faltado nunca a una clase de Estudios Muggles. Pero la mitad de esas clases coinciden con Adivinación y tampoco ha faltado nunca a éstas— Harry no hizo caso y yo solo me quede callada leyendo un libro

Oliver: Malas noticias, Harry. Acabo de ver a la profesora McGonagall por lo de la Saeta de Fuego. Ella... se ha puesto algo antipática conmigo. Me ha dicho que mis prioridades están mal— solté una pequeña risa— Piensa que me preocupa más ganar la copa que tu vida. Sólo porque le dije que no me importaba que la escoba te tirase al suelo, siempre que cogieras la snitch— reí un poco más a lo cual voltearon conmigo— Realmente, por su forma de gritarme... cualquiera habría pensado que le había dicho algo terrible. Luego le pregunté cuánto tiempo la tendría todavía—Hizo una mueca e imitó la voz de la profesora McGonagall— «El tiempo que haga falta, Wood.» Me parece que tendrás que pedir otra escoba, Harry. Hay un cupón de pedido en la última página de El mundo de la escoba. Podrías comprar una Nimbus 2001 como la que tiene Malfoy.

Harry: No voy a comprar nada que le guste a Malfoy —dijo cortando aquella discusión

___: ¿enserio Wood?— rodé los ojos y salí de ahí en dirección con la tía Minnie— ¡Tía!—grite al verla salir de su oficina

Siempre fue ella (Harry Potter y tú) [tercer año]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora