Prologo

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Una vez le pregunte a mi padre si podia ver el mundo, el me miro con un poco de molestia y me dijo:

-No tiene sentido que salgas de aqui, no hay nada alla afuera que te sirva de algo.

Aqui en la whiteroom yo no tenia el derecho de quejarme u oponerme, yo solo me retire.

He leido muchos libros, algunos de misterio, muchos de historia, algunos relatos para niños pero muy pocos juveniles, podria contarlos con una mano, todas las historias tienen sus propios personajes quienes tienen sus propias ambiciones y deseos, al leerlos me di cuenta de que yo no tengo tales pensamientos, no comporto los sentimientos que ellos tienen, no tengo la alegria de estar acompañado ni la ira de ser traicionado, no tengo el deseo de hacer o cumplir algun deseo.

Yo me deshice de mi mismo, de mis emociones, sueños y esperanzas, acepte la realidad que tuve que confrontar y me adapte a ella, no pienso que me halla equivocado con esa decicion pero tampoco creo que fuese la decision correcta, desde entonces me pregunto si existe la forma en que viva no para sobrevivir sino para disfrutar de cada dia.

Ayer por primera vez en mi vida pude salir al mundo exterior, no sabia porque habia salido pero no iba a cuestionar, fui transportado en un carro con las ventanas polarizadas, pero pese a eso pude ver la naturaleza, realmente habia un mundo mas alla de aquellas paredes blancas que me tuvieron confinadas tanto tiempo. Me hubiera gustado bajar las ventanas que tenia el carro para poder apreciar la naturaleza mejor pero en mi puerta no habian botones, ni siquiera habia una palanca para que yo pudiera salir por cuenta propia, despues de atravesar unas puertas pude ver a lo lejos una mansion, si estuvieramos en la edad media podria ser la mansion de un duque, al estar en frente me pude bajar de el carro, mis alrededores no tenian arboles cerca, todos estaban detras de los muros que protegian la mansion.

-Buenos dias Ayanokouji Kiyotaka, me llamo Matsuo y tu padre me encargo cuidarte en su mansion por un tiempo indeterminado.

-Hola Matsuo.

Yo salude de forma torpe, no estoy aconstumbrado a hablar mas que cuando me hacen preguntas.

-Por aqui.

Matsuo me guio por la mansion, me mostro una porcion de la mansion, la zona de comidas, la ubicacion de algunos baños y mi habitacion, mientras observaba mi habitacion Matsuo Hablo.

-Si necesita algo no dude en llamarme, mientras tanto me retiro.

Antes de irse me miro a los ojos por un poco de tiempo, no sabia leer su expresion no es porque lograra hacer una cara de poker, sino porque no entendia que es lo que sentia al hacer esa cara. Sentia enojo o angustia, o talvez estaba nervioso?. Ignorando mis pensamientos gire la cara de nuevo a mi habitacion, tenia una estanteria de libros que estaba repleta,una ventana grando con cortinas blancas, en mi cama facilmente cabrian cuatro personas de mi mismo tamaño, habia una puerta que tenia ropa detras, si tuviera que medir mi habitacion pensaria que mide 8x8 metros.

-¿Yo que hago con tanto espacio?.

Mire por la ventana la naturaleza que solo empezaba donde terminaban los dominios de mi padre, me pregunto si siquiera estamos en japon,no puedo ver un rastro de civilizacion, talvez exista un camino que esta cubierto por los arboles. Al ver la naturaleza mi mente simplemente la miro de forma concentrada, no pasaba ningun pensamiento por mi cabeza solamente estaba apreciando una vista que observaba por primera vez.

De repente gire mi cabeza hacia atras, Matsuo abrio la puerta de mi habitacion.

-Perdon por entrar, pero al preguntar no escuche respuesta asi que entre.

La x en tu corazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora