💫Una Estrella Pérdida💫 [Cancelada] ૧(ꂹີωꂹີૂ)

capítulo 4

-Narra Gabriel-

Al día siguiente nos dijeron de ir a los baños para limpiarnos y como era de esperar a pesar de que no quería tenía que obedecer así que junto a los otros niños me dirijo a los baños y comienzo a quitarme la ropa, en eso los demás niños a mi alrededor miran como mi cuerpo y debajo de mi pelaje se ven unas cicatrices tanto grandes como pequeñas, sin nada que decir me dirijo a las regaderas y abro la llave de paso para dejar caer el agua sobre mí, es fría y así me gusta ya que me tranquiliza mentalmente pero se calienta poco después a lo que me deja de gustar pero de cualquier manera comienzo a enjuagar mi pelaje con el jabón que esta en el baño, después de que estoy comenzando a limpiarme los demás niños también hacen lo mismo y cada quien esta en lo suyo o platicando con el de alado, uno que otro niño que se pone junto a mí intenta hablar con migo preguntando como es que conseguí tantas cicatrices, pero era más que obvio que no les podía responder a lo que ellos pensaron que los estaba ignorando, el tigre de anoche se acerca y con su voz suave y carrasposa les responde que soy mudó y es por ello que soy incapaz de responder a sus preguntas o tan siquiera decir no o si, los demás niños intimidados por el tigre se callan e incluso se alejan, poco después el tigre se comienza a bañar también junto a mi y eso me incómoda bastante por que en cerio se parece a aquel otro tigre adulto que se veía a escondidas con aquel sujetó que le llegue a llamar papá por un tiempo…
Sin importar qué, también se nos unió el León de ayer y esta vez no dijo o hizo absolutamente nada más que comenzar a limpiar su pelaje… al terminar y con mi cabello tapando mis ojo miro disimuladamente que otros niños se nos quedan viendo… “3 hombres bestia y solo 2 tienen buen físico a comparación del flacucho del medio” suspiro y simplemente me voy alejando, pero antes de poder retirarme el León me agarra del hombro y me habla con una voz demandante.

León: oye enano, limpia mi espalda.

Sin pensarlo dos veces obedezco; agarro mi cepillo y comienzo a tallar con jabón la espalda tonificar del León… al terminar limpió del jabón mi cepillo y trato de retirarme una vez más pero el León me detiene jalándome de regreso hacia a él, noto que el tigre esta a punto de acercarse para detenerlo pero se detiene cuando mira que el León esta tallando mi espalda con su cepillo el cual es más grande que el mío.

León: quédate quieto, logre ver que te falto una parte además de que ni te limpiaste bien tu cabello.

Obedecer es lo único con lo que mi mente y cuerpo hacen al momento de escuchar órdenes de los demás siempre y cuando sean mayores a mí, solo espero que nadie se de cuenta de ello… aun que si lo supieran más personas… que importaría, no soy más que un muñeco de trapo que es fácil de desechar. En fin, el León comienza a ronronear una vez que esta acariciando mi cabello para “limpiarlo adecuadamente” pero siento como poco a poco se va acercando más a mí, pero antes que la distancia entre los dos se vuelva nula el tigre se mete poniendo una mano sobre el hombro del León.

Tigre: *con voz carrasposa y mirando a Gabriel* puedes irte.

Sin siquiera mirarlo simplificación me aleje para comenzar a ponerme mí ropa, estoy confundido pero no le doy importancia al asunto y regreso a mi caja debajo de las escaleras, ahí por lo menos me siento un poco más tranquilo, pero al llegar no encuentro la caja y todo está limpió… pienso en aquella mujer y que quizás ella fue la que se llevo la caja pero después recuerdo también que hay señores que se encargan de la limpieza así que es obvio que tirarían una caja bacía, trato de regresar a mi cuarto pero la puerta esta cerrada, en eso unas niñas se ponen detrás de mí y comienzan a hablar.

Niña1: has de ser nuevo por lo que se ve, en todo caso no abrirán las puertas de los dormitorios asta sientas horas, es para prevenir de robos entre los demás niños y niñas del orfanato.