VI. 07 de Agosto de 2003

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A lo lejos escucho una voz que me habla, ojala pudiera distinguir lo que me dice, empiezo a tener una necesidad de abrir los ojos ¡no puedo! Quiero sentirlo cerca, tomar su mano , sentir la suavidad de su piel, pero esta tan lejos de mí.

Es Jimin, pero porque está ahí cerca de las vías del tren, quiero acercarme pero no puedo, ¿Qué me pasa? Camino pero mis pies no me llevan a su lado, no puedo avanzar al contrario cada vez más lo veo tan lejano ¡No te vayas, espera por mí! lo digo en un susurro casi imperceptible.

Un suave viento hizo que llegara su voz a mis oídos, la oía tan lejana, como un susurro ahogado...

- ¡No quiero irme! No sin antes verte una vez más. ¡Por favooor, sólo una vez más! - Lo escuche decir y mi alma se me iba del cuerpo.

Me dio la espalda, como ese día que nos despedimos, donde ni por qué rogué que se quedará me brindo una última mirada, ese día simplemente se alejo.

Le grite, pero fueron gritos ahogados, de dolor, de sufrimiento, mi pecho se desgarraba, mi corazón se hacía añicos.

- No te vayas, no me dejes otra vez - Le grite entre lágrimas.

Estaba a punto de desfallecer, fui sintiendo una levedad que me dolía, en mi frente se asomaba un sudor y me inundaba un calor sofocante, quería correr tras él, pero por más que luchaba con esta sensación y poder liberarme, mi cuerpo no respondía.

Sentía que mi corazón en cualquier momento dejaría de latir, las lágrimas eran un río que surcaba mis mejillas, y hacían nido en mis labios, no pude más y me deje vencer, caí al piso vencido, destrozado.

- ¡Jungkook! ¡Jungkook! por favor despiertaaaa! - Abrí los ojos y ahí estaba Taehyung, moviéndome con brusquedad, mirándome con ojos desorbitados.

- Jungkook, tuviste una pesadilla, ¿estás bien? ¿Cómo te sientes?

Estaba alterado, no pude ni contestar, el nudo en la garganta me impedía articular palabra alguna, las palpitaciones de mi corazón llegaban hasta mi garganta.

Estaba disperso, mis pensamientos no estaban claros, estaba frente a mi, mi amigo de toda la vida, pero era como si estuviera viendo a un desconocido.

Tae me veía con compasión o tal vez con dolor, su mirada recorría mi rostro como si quisiera encontrar una respuesta, de su boca salían palabras, que a mis oídos no eran nada, mi cuerpo estaba aquí en esta cama de hospital, pero en mi mente no dejaba de atormentarme ese sueño o más bien pesadilla, porqué soñé esto?, no me explicaba porque él se iba, será que es porque me hizo a un lado y se fue sólo a curar sus heridas y a vivir su dolor o porque me estaba abandonando por segunda vez.

Levante la mano para aclarar un poco mi mirada y pude sentir mis ojos húmedos, sí claro, ¡Fue un sueño! me convenci de ello y salió de lo más profundo de mí un suspiro, esos que salen cuando el alma descansa y se alejan los temores. Tenía que ver a Jimin, quería saber cómo estaba.

- Tae - lo interrumpí en lo me estaba diciendo, que a ciencia cierta desconocía que era. Podrías llevarme donde Jimin, te lo suplico, quiero verlo...en mi voz se denotaba dolor, sufrimiento.

Me miro y no pude descifrar ese brillo en su mirada.

- No lo haré - lo dijo tajante.

Me quedé estupefacto, mi mejor amigo se negaba a ayudarme, ja sonreí para mis adentros, que le pasaba a este tipo, pues con su ayuda o sin él me iriá de este maldito hospital.

- Entonces ¿no me ayudaras a salir de aquí? - le dije en tono de reclamo, pero baje mi voz para convenverlo, pues poniendome agresivo no conseguíria nada.

- Tae, la madre de Jimin vino a verme a la universidad momentos antes de que tuviera el accidente en tu moto, fue a pedirme que buscara a Jimin, que estaba sufriendo por una enfermedad muy grave y que quería verme. Tae te das cuenta?, por eso se alejó de mí, por eso me mintió que había encontrado a alguien más, porque en realidad no quería que sufriera al lado de él, pero ahora quiero verlo, no me importaría estar a su lado, cuidarlo, yo lo ayudare a sanar. Ayúdame Tae te lo ruego.

Vi que giró su cabeza como si revisara la puerta, como si hubiera escuchado que alguien se acercaba, mientras ambos manos las frotaba con fuerza bruscamente, de repente volvio hacia mí su mirada, me senti extraño, nervioso, nunca me había visto de esta manera.

- Has estado en el hospital más de cuatro días, los doctores te han mantenido sedado para que estuvieras tranquilo por lo de tus lesiones. Yo he estado aquí cuidando de ti en cada momento, pero también pude investigar que pasaba con Jimin, pues ese día que saliste apresurado, te vi tan preocupado y luego tuviste el accidente y pues tenía que saber que pasaba.

Fui a la dirección del papel que encontraron en tu chaqueta el día del accidente. Pude ver a Jimin y sí efectivamente él estaba enfermo, pero me explico fue algo momentáneo, que los doctores habían hecho un buen trabajo y que ya estaba en franca recuperación. Ahora está estable y partió a Busan el día de ayer con su madre y allá lo espera esa persona de la que te habló.

- ¡No! ¡No, es verdad! Me estas mintiendo, su madre se veía realmente afectada, ¿por qué me mentiría? No Tae, me niego a creer que él está bien en Busan y que sólo se burlaron de mí, mintiendome estaba muy grave. -

Mientras decía esto podía escuchar mi corazón caer en pedazos, esto me superaba, me estaba destrozando.

- No ves en que situación estas por él, por salir corriendo sin dudarlo, ahora estas jodidamente mal - subia la voz como si quisiera que esas palabras me entraran hasta lo profundo de mi ser .

Las lágrimas ya estaban incontrolables, me empecé a jalar las piernas con desesperación quería correr, largarme de ahí.

- ¡ Ya Jungkook, Reacciona! No podrás bailar más ya te diste cuenta? Acaso eso no te duele, dejar tus sueños de lado sólo por él, dejaste ir el mejor contrato de tu vida al quedarte en Corea, rechazaste la oferta de los franceses y ve, no eres nada para él, se burló de ti diciendo que te amaba y después quiso darte la estocada final mandando a su madre para que te mintiera que estaba sufriendo y le salió bien su montaje. Ya estas acabado y mientras él feliz -

Lo escuchaba hablar con tanto resentimiento hacia Jimin y hasta coraje hacia mi, no lograba entender, no queria entender que pasaba, me negaba a aceptar sus palabras.

¿Qué había hecho mal? ¿Qué? mi mundo se había derrumbado, no me importo dejar todo por él, yo lo amaba y aún lo amo.

No soportaba este dolor, nunca pensé que su amor tuviera fecha de vencimiento, siempre lo vi tan sincero, me amába o eso creía yo, ahora cómo hare para poder vivir sin él, cómo hare para volver a vivir, porque en este momento ya me sentía muerto en vida...él me había matado.




Solo una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora