Solo una vez más

XIII. Pedir perdón

Días despues de que Jungkook partió para Estados Unidos a Jimin también lo dieron de alta del hospital, obviamente con recomendaciones para su cuidado y mientras esperaban un posible donador o un milagro.

- Madre sé que quieres que nos vayamos a Busan y estoy de acuerdo contigo, pero por favor dame solo una hora para ir a verlo-

- Jimin entiende que debes de cuidarte, acabas de salir del hospital-

- Por favor madre te lo ruego, solo una vez más quiero verlo, me despediré de él aunque sea de lejos, por favoor- Jimin empezo a alterarse, su respiración se escuchaba entrecortada, lo cual asusto un poco a su madre.

- Esta bien, pero yo iré contigo-

Una hora más tarde en la universidad Jimin lo buscaba con la mirada, había bastante movimiento de alumnos y eso le estaba desesperando, no lograba encontrarlo por ningún lado.

Estaba a punto de darse por vencido cuando Min-ho su compañero en danza lo abordo por atrás.

-Hey donde te has metido Jimin, te desapareciste-

- oh! Este bueno yo - se puso nervioso por el escrutinio pero prosiguió. -mi madre tuvo algunos problemas y tuve que asistirla. Pero ya ando por aquí nuevamente. Oye por cierto no has visto al maestro Jungkook？, quisiera platicar con él para ver si puedo tomar ensayos extras para regularizarme-

- El maestro Jungkook？ se fue de la universidad a los pocos días que tu desapareciste, lo que nos informó el rector es que regreso a Estados Unidos por no se que asuntos, ah! se me olvidaba, por si te interesa también se fue el maestro Taeyung de arte dramátici, me parece que se fueron juntos.

Jimin se había quedado helado con tal información, sintió como si todo a su alrededor hubiera desaparecido, lo último que dijo Min-ho lo escucho muy lejano, hasta con eco,, se despidio rápidamente y salió casi corriendo hasta la parte de atrás del edificio, sus lágrimas corrían por su rostro sin tregua alguna, estaba destrozado.

- Perdóname Jungkook, perdóname por dejarte- no pudo decir más cayó de rodillas con sus manos en su rostro el llanto era tan fuerte, que su pecho dolia, ya no podía hacer nada, todo había terminado y lo peor es que sabía que él tenía la culpa.

Desde ese día viajo a Busan con el alma y el corazón destrozados, su vida había pérdido el sentido, le daba lo mismo vivir o morir, sin Jungkook ya no importaba nada.

Todas las tardes desde su regreso iba a la playa le gustaba admirar el atardecer e imaginar que Jungkook estaba a su lado, muchas veces cuando veia a un Ferri llegar corria para ver si llegaba su amado, pero cada vez la decepción era más y su corazón tan débil no lo podía soportar.

Una tarde despues de tres o cuatro meses de estar en Busan, sentia una nostalgia terrible en el pecho, un presentimiento que lo hacia estar ansioso, nervioso y con ganas de salir corriendo.

Salió de su casa y camino rumbo a la playa, iba pateando las piedrecillas que encontraba en en su camino y su pensamiento lo llevaba a el mundo de los hubieras...（tal vez sólo para atormentarse）

• Y si le hubiera dicho sobre mi enfermedad
• Y si no me hubiera ido esa noche como un cobarde
• Y si estuviera a mi lado
• Y si lo hubiese besado y abrazado más para no extrañarlo
• Y si estuviera aquí ahora
• Y si su amor y mi amor pudieran con esta enfermedad.

Iba tan ensimismado en sus pensamientos que no se dió cuenta en que momento empezó a llover, primero una pequeña brizna y después una lluvia intensa.

Caminaba entre la lluvia y llego a la orilla del mar, iba empapado de los pies a la cabeza pero era algo que no le importaba, sus ojos se desparramaban sin cesar iban mojando sus mejillas pero se confundían con las gotas de lluvia, sentía un dolor intenso como si algo le estuviera siendo arrebatado, tal vez era porque su vida le estaba siendo quitada sin ninguna tregua.

Ese día lloró todo el dolor que había guardado todos esos meses y habló con ese ser superior en el que creía, en gritos le decia mirando el mar, desgarraba su garganta como si tuviera la certeza de una respuesta.

- Porqué a mí? porqué permitiste que enfermara?

- porqué me dejaste conocer el amor si no podría vivirlo？ Se entrecortaba su voz por las lágrimas derramadas.

- porqué no me dejas ser feliz？por favor, dejame ser feliz nuevamente, aunque sea por un momento？le suplicaba con dolor.

- Ayudamé, ayudameee! Ya estoy cansado por favooor! Por favooor! Ya no quiero sufrir, ya noooo! （cayó exhausto de rodillas frente al mar）.

Ese día sacó de su ser todos los trozos de su corazón que habían estado sangrando por tanto tiempo, suplico por una oportunidad más, rogo volver a ser feliz, ese día se dió por vencido, todo lo dejaba en manos de Dios, él había perdido la esperanza.

La lluvia fue cesando y con ella el llanto de Jimin, se quedo tranquilo a la orilla del mar, escuchando solamente el sonido de las olas al romperse cerca de ahí.

Entre el sonido del mar y las reminicensias de su llanto, a lo lejos oyó una voz que lo llamaba...

- Jimin, Jimiiiiiin!

- Levanto su vista de la arena y hasta ese momento fue conciente de su condición. Habia estado arrodillado frente al mar con su cara entre sus piernas echo un ovillo, lleno de arena y tan adentrado al mar que era un milagro que no lo hubiera jalado agua adentro.

- Jimiiin hijo, hijooooo - su madre iba descalza parecia que había perdido el calzado en la carrera. Sollozaba tan fuerte y lastimosamente, su respiración era rápida y su rostro denotaba temor.

- Jimin se levantó dejando caer sin fuerzas sus brazos a los costados, su cara sin emoción alguna miró a su madre y conociendo también su dolor, corrió hacia ella.

- Madre perdóname, perdóname! Nuevamente sus ojos se inundaron de lágrimas.

- Hijo ven aquí, me dio miedo tan sólo pensar te pasara algo, porqué me pides perdón, no lo hagas, yo siempre estaré contigo- decia esto y le acariciaba suavemente su cabello.

- Madre perdóname por hacerte sufrir por esta enfermedad, perdóname por ser tu hijo y darte sufrimiento, Te amo madre! realmente Te amo!-

Esa tarde el mar fue testigo del gran dolor que consumia a esos dos corazones, los dos lloraron abrazados, queriendo inmortalizar el momento, cómo si supieran que el tiempo se estaba agotando.