El espíritu Azúl

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Un rayo cayó golpeando la tierra con violencia.
Marco se encontraba bajo un solitario árbol de Acacia, en medio de un llano completamente desertico, durante una obscura noche sin luna ni estrellas, solo relámpagos avecinando una tormenta.
Otro rayo cayó y al mostrarse el destello de luz, Coco apareció frente a el , provocando con su aparición una repentina lluvia torrencial.

Ella se acercó y a pesar de su pequeño tamaño, la niña lo empujó molesta haciendo que cayera en un charco de lodo, lo que provocó en Marco un sentimiento de miedo.

—Primero Luisa.....- avanzó hacia él con paso molesto.- Luego yo......

Marco se arrastraba asustado, mientras tembloroso sentía que su cuerpo se volvía de el de un niño pequeño otra vez. De hecho, realmente se estaba encogiendo.

Otro rayo estruendoso cayó y las figuras de Imelda y Luisa aparecieron a su derecha.

-¡¡¡Incluso mi mamá!!! Y ahora........

Sonidos múltiples en la tierra sonaron y un trueno final golpeó el cielo oscuro.

Leo apareció frente a él.

-Dijiste que me protegerías..... Pero mentiste, al final siempre escoges a Miguel.

Marco no replicó, el sabía que todo fue su error, pero volverse a equivocar ya a un edad con más conciencia le daba un sentimiento de inmensa culpabilidad, incluso más que la de las mujeres recién aparecidas.

-¿Eso es verdad?.....--habia dejado de llover y la voz de Miguel se escuchó como eco en un gran salón. El chico apareció.

Marco volteó, el árbol había desaparecido, la lluvia cesado y la oscuridad huido, ahora todo estaba en tinieblas sobre un piso desértico lleno de grietas.

-¿Las mataste?....

-Y-yo....- la voz de Marco se había vuelto aguda debido a su infantil forma.

-También mató a Leo.....- aportó Coco.

-¡Lo siento!....- susurró completamente frágil. Volteó arriba para verlo- Pero no me dejes....

-Mi madre se equivocó..... Yo nunca te amaría.

-N-no....

-¡¡¿Quién se fijaría en ti si no fueras el Avatar?!! Tu sólo eres..... Eres..... ¡UN COBARDE!- su voz resonó con un demoníaco zumbido ensordecedor.

Marco empezó a dar múltiples golpes a sus sienes mientras pataleaba con sus diminutos pies el suelo y a medida que lloraba a cántaros, el lugar empezó a inundarse volviéndose un inmenso mar en el que el ojos miel cayó en medio de la oscuridad , flotando en las aguas con su diminuto cuerpo de 7 años.

Entre las olas que subían y bajaban, veía un ave gigante posando en una pequeña isla. Era un búho que cubría en su espalda la luz de la luna.

Las mareas se volvían cada vez más gigantescas.
Al momento de aparecer un relámpago, la isleta desapareció junto al búho y una nave de la Nación del Fuego bajó por una gigantesca ola frente a Marco, listo para hundirlo.
Justo antes de terminar ahogado bajo el agua, al descender el barco junto con la ola, lo que parecía una a bandera roja con un cuervo negro sobre ella, resplandeció.

Despertó de súbito gritando.

-¡Marco!- Miguel se acerco a él preocupado, trataba de enderezarlo sosteniendolo entre sus brazos, envolviendolo gentilmente.

Estaba sudando y frente a él, Miguel lo miraba con sus castaños ojos.

-¿Otra pesadilla?- le tocó la frente.

AVATAR HiroguelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora