AVATAR Hiroguel

Agni Kai

Y aquí estamos, caminando hacia esos malditos Templos Aire.

"Será buena idea ir a los Templos Aire para que sepas más sobre el Avatar, incluso una respuesta sobre la Nación del Fuego"

Osea, ni niquiera me crié ahí, ¡¡No se nada sobre ser un Nómada Aire!!
Más bien ¿Por qué rayos estoy aquí? ¡¡Estoy exhausto!!

Maldito Leo y sus ideas de hacerme "conectar con mi pasado"

Incluso antes de que Hiro diera su agradable visita, hacía meses que Marco no dormía, recientemente había tenido pesadillas, nada grave, pero se sentían muy reales y ya no quería volver a sentirlas, tenía miedo de recordar el nacimiento de su hermano....y....

"¡¡Carajo ¿Por qué estamos aquí?!!

Quiero decir, por qué siquiera le hice caso a Leo no es como si yo....... Ahhh.

Miguel.

Miguel y su maldita sonrisa esperanzadora, optimista y alegre.
Sus grandes y brillantes ojos cafés.
Su inocencia que aveces es estúpida pero........
Es el .
Miguel......
Una cosita fea, pero llena de amor."

-¡¡¡Marco!!! Te estoy hablando.

-¿¿Ehhhhh??

-Aghhhh que me prestes tu mapa de la Naciones.
Creo que estamos perdidos.

-Debemos descansar Leo......- Marco tenía ojeras.

-Tal vez tengas razón, está atardeciendo.

-Si. ¡¡¿Escuchaste Miguel?!!! ¡¡¡Deja de jugar con los perros!!!
No encontraremos nada aquí....
¡¡Yo digo que vayamos a la Isla Kyoshi!!

Miguel estaba varios metros adelantado, dejando a Leo y Marco caminando hombro a hombro.

Leo vio al mayor de soslayo, realmente era raro estar con el.
En la Tribu tenía fama de ....
Ehhhhh , eso.
Pero intimidaba a todos de decirle a Miguel sobre eso, pero nada concreto, solo rumores, pues todas las chicas, incluso unos chicos, querían acostarse con el.
Realmente nadie pensaría que el fuera el Avatar.

-¿Que pasa?

Se asusto que le dirigieran la palabra.

-¿Ehhhhh?

-Desde hace rato me estás mirando......

-Yo.....

-¡¡Leo , Marco miren!!!

Dese lo lejos había un gran templo, con cultura de Nómadas Aire.

-Ahhh ,mira ,al fin Miguel encontró un lugar para dormir.-
Dijo Marco y adelantó su paso, mientras Leo se quedó parado expectando al mayor.

A medida que alcanzaban, el caminó al templo parecía rodearse de jardínes descuidados, pero no llegaban al punto de ser desagradables.

Después del gran recorrido, montaña arriba, empezaron a adentrarse por la elevadas puertas de bienvenida.
Estás tenían unos ductos exteriores.

-Genial, está cerrado.

-Esperen.....-Dijo Marco estirando sus brazos y sonriendo de confianza- Yo me encargo.

Y con un impulso de sus brazos, hizo Aire Control, moviendo una brisa a través de las tuberías.

Las puertas se abrieron.

-Vaya, eso explica muchas cosas.- Comento Leo.

-¡¡Buena idea!!- Miguel soltó.

Entraron, y lo primero que vieron fue un gran salón de bienvenida y que terminaba en un pequeño pasillo.