La historia del rock Vol «5»

Bob Marley

Estrictamente lo suyo fue el reggae, la marihuana y la genialidad. Sin embargo forma parte de los rockeros a partir de los años setenta. Cuando en 1974 explota con «No woman no cry”, todavía en Europa y en el mundo entero resonaban los ecos de «El lado oscuro de la luna» de Pink Floyd. La gran popularidad le llega en 1976, en el instante exacto del movimiento punk.

Robert Nesta Marley Booker, mas conocido como Bob Marley, nació el 6 de febrero de 1945, en Nine Mile, una pequeña localidad en el norte de Jamaica, hijo del capitán Norman Marley, un noble inglés de 50 años a quién apenas conoció y de Cedella, una muchacha jamaiquina negra, de 18 años. Solía decir que con sus padres se repetía la historia de la esclavitud en la que el hombre blanco somete a la hembra negra y la preña. Esta ascendencia mixta le producía profundas depresiones. El antídoto será la música y la radio de onda corta, que traía las melodías de hombres negros de rhythm and blues, como Ray Charles y Fats Domino.

Su carrera musical comienza en 1961, a los 16 años. En 1963 se acopla a la mítica banda «The Wailers», junto a sus amigos Bunny Levingston, y Peter Tosh.

Si tardaron en ser populares en Europa, fue por la mala fe de los productores y managers. Obtuvieron éxitos, pero no recibían la retribución conveniente. De tal forma que deciden crear su propio sello independiente «Feedom Time»,con el que grabaron varios discos, hasta que Chris Blackwell presidente de Island Records los contrata y les hace ganar el dinero que en realidad generaban.

Para entender mejor sus pulsiones creativas debemos tener en cuenta que Marley practicaba el culto rastafari, una religión que fomenta la resistencia política, la reivindicación de los negros y el consumo de marihuana. Esto lo convirtió en un símbolo de reveldia juvenil.

Se erigió como el padrino que protegía a los negros jamaiquinos del gobierno de la isla y era considerado por la CIA un factor desestabilizante en todo el Caribe. Y quizá por eso intentaron liquidarlo varias veces, mientras Rita, su esposa veía como se agrandaba la familia Marley, sin que ella tuviera nada que ver. Distintos hijos de los muchos romances de Bob.

Rita llegó a criar a algunos de los hijos de Marley con otras mujeres a la vez que veía como muchos viejos amigos llegaban para pedirle dinero y muy pocos se iban con las manos vacías. Se dice que repartió hasta 40.000 dólares en un día. Para entonces, ya era una estrella internacional y poseía una fortuna impensable para los parámetros jamaiquinos.

Por entonces Jamaica era un polvorín armado hasta los dientes y las canciones revolucionarias de Marley incrementaban la tensión. Su vida corría peligro, había recibido varias amenazas de muerte y el gobierno prohibió difundir sus canciones.

El 22 de abril de 1978 Bob provocará un último acto de valor y rebeldía antes de partir hacia Estados Unidos; en un concierto de ocho horas de duración en el Estadio Nacional. Ahí, triunfante llama al escenario a el Primer Ministro Manley y su enemigo político Edward Seaga y les hace estrechar las manos frente a 100.000 personas.

Una mañana de 1980, Bob se cae en el Parque Central de Nueva York mientras corría, los médicos le confirman que el cáncer detectado en el dedo gordo del pie dos años antes, ha llegado a sus pulmones y cerebro. Solamente le quedaban unas semanas de vida. Fue en 1977 cuando le descubren ese cáncer en el dedo gordo del pie y le sugieren la amputación del pequeño miembro, pero él se niega rotundamente, pues sus concepciones rastafaris lo prohíben. Ese es el origen de su terrible enfermedad que años después acabaría con su vida.

Al enterarse él se aferró a la vida y en un desesperado intento por encontrar algún alívio recurrió a un médico nazi, ex miembro de las SS, Josef Isels, que empezó a tratarlo en su clínica de Bavaria. Pero no se pudo hacer nada, los primeros días de mayo de 1981, Isels le anuncia que pronto morirá. Bob Marley intenta regresar a Jamaica, pero la muerte lo alcanzó en Miami el 11 de mayo. Sus últimas palabras fueron a manera de reproche e impotencia : «El dinero no puede comprar la vida».

Muere en los brazos de Rita su amor de toda la vida.

Su muerte causó conmoción en Jamaica. A su funeral acudieron los rastas, y miles de personas, incluidas numerosas personalidades. Todos lloraron su partida. Delante de la multitud y de las autoridades del Parlamento y del gobierno que habían asistido, su viuda se acercó y depositóuna rama de marihuana, como un desafío final hacia las autoridades que en aquel momento discutían los planes para erigirle una estatua y lanzar sellos de correo conmemorativos.