La música de Mike Oldfield genera bastantes discrepancias. Para unos es un músico sério y experimentador, para otros no pasa de ser un Richard Clayderman disfrazado de investigador etnólogico. El que los dos conceptos de él sean tan opuestos y radicales, sugiere que tiene de los dos.
El primer disco de Mike Oldfield se llama «Tubular bells», se trata de una obra de larga duración, compuesta para 28 instrumentos que fueron ejecutados por el propio Oldfield. Un fragmento se hizo popular en el film «El exorcista».
Como dato para la historia, esta fue la primera referencia que después se convertiría en un imperio comercial y empresarial que hoy controla desde compañías aéreas, a refrescos de cola, la todopoderosa Virgin Records de Richard Branson. Una compleja y elaboradisima obra de rock conceptual surgida de la mente de todo un genio de la música,Mike Oldfield, que fue ofrecida a múltiples sellos discográficos de gran potencia en ese momento y rechazada por todos ellos.
Branson siempre visionario, tubo la intuición de que aquello iba a ser una obra revolucionaria y aceptó no sólo editarla, sino organizar un espectacular concierto de presentación al que asistieron figuras como Dave Gilmour o Mick Jagger. “Un conocido periodista americano que escuchó el disco nos aseguró, antes de dárselo a Branson para que lo vendiera, que aquello era aburridisimo y que estaba destinado al fracaso. Solo vendió en dos años ocho millones de copias”, dijo de este trabajo su productor Tom Newman.
Tanto «Tubular Bells», como «Ommadawn», su siguiente disco, son obras que se pueden considerar fundadores de lo que posteriormente llegaría a conocerce como música New Age; que es un género diseñado para el gusto adulterado del adulto contemporáneo. Con los siguientes discos «Hergest Ridge» e «Incantations», que continuaban explorando diversas culturas, se aprecia a un Oldfield orquestador exigente y capaz de manejarse en diferentes espacios.
Este afán de perfecciónismo lo alejó de los escenarios por cinco años. Esta limitación le obligó a buscar formas más amables y comerciales para realizar su trabajo, así en los años ochenta se presenta a un Mike Oldfield más de formato pop, ya sin los laberintos instrumentales por canciones sencillas.
Luego de esa etapa pop, ya entrados los noventa, Oldfield encuentra en los adelantos tecnológicos nuevos recursos para retomar su verdadera música. En 1992 lanza «Tubular Bells II», que es una especie de puesta al día de su obra cumbre. En 1998, aparece la tercera parte de «Tubular Bells», en este trabajo el artista recurre a los nuevos ritmos imperantes : tecno, trance y dance.
La discografía de Mike Oldfield es extensa, aunque no su variedad.
La última obra que se conoce de Oldfield es «The Millenium Bell», una interpretación de los últimos 2000 años de la historia de la humanidad que inicia con el nacimiento de Cristo.
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La historia del rock Vol «5»
Non-FictionTodo lo referente al movimiento punk, el AOR, el rock urbano y el hard rock.