En el futuro, logré que el hombre que llegó a convertirse en la mano derecha de el príncipe heredero y se convirtiera en mi hermano.
Fui amable con mi hermano menor, con el cual no compartía ni una gota de sangre, lo alimenté, lo crie, lo eduque bie...
Un hombre mirando al cielo en silencio frente a la fuente de una plaza. Estaba cubierto por una túnica negra, pero era reconocible a simple vista.
'Kassadin'.
Debajo de la túnica negra, el cabello plateado brillaba intensamente incluso bajo el cielo nocturno. Las gotas de lluvia que corrían por su cabello caían al azar en el suelo. En medio de una plaza lloviendo, en una calle vacía de noche, Kassadin miraba hacia el cielo con la lluvia cayendo en su cuerpo. Me bajé del carruaje, rechacé el paraguas que me ofreció el conductor y caminé hacia Kassadin, que estaba parado frente a la fuente.
"Kassadin".
Su cabeza, que había estado mirando hacia el cielo, se giró al escuchar mi llamada. Pronto, su mirada cayó sobre mí.
"Hermana, ¿Qué estás haciendo aquí...?".
Kassadin me miraba con incredulidad Los ojos de un profundo color púrpura, más hermosos que cualquier joya, se balanceaban como juncos agitados por el viento.
"No viniste, así que vine a buscarte".
Dije, estrechando la mano de Kassadin congeladas por el frío después de haber estado expuesto a la lluvia durante mucho tiempo. En mi rostro se formó una sonrisa por el alivio de haberlo encontrado.
"Volvamos, Kassadin".
* * * * *
El carruaje en el que regresábamos a la mansión iba completamente silencioso. Los únicos sonidos que ocasionalmente se escuchaban eran el de los cascos de los caballos, el sonido de la lluvia que ha disminuido más que antes y la débil respiración de su hermana profundamente dormida. Kassadin miró a Aren, que dormía apoyado en su hombro. Aren estaba cansada, por lo que inmediatamente se durmió tan pronto como subió al carruaje con él.
"¿Por qué?".
Preguntó con voz temblorosa, pero no había manera de que una respuesta viniera de Aren.
"¿Por qué continuar?".
Kassadin murmuró para sí sabiendo que Aren no podría escucharlo. Cuanto más hablaba, más sentía un pesado trozo de plomo que lo aplastaba, y se detuvo. No había ninguna razón particular para que Kassadin se quedara quieto bajo la lluvia.
'Cuando llueve a cántaros, parece que todas las cosas que me perturban desaparecen, y la repentina lluvia torrencial parece borrar emociones extrañas que incluso yo no puedo entender. Fue solo por eso. No esperaba en absoluto que Aren, que había estado desesperada por evitarme en los últimos días, lo buscara tan desesperadamente. Gracias a esto, mis extrañas emociones, en lugar de ser arrastradas por la lluvia, se hincharon como bolas de nieve'.
Kassadin colocó en silencio el cabello de la mejilla de Aren detrás de la oreja. Entonces, Aren inconscientemente fue a sus brazos con una cara más relajada que antes. Kassadin la observó en silencio hundirse en los brazos, olvidándose de respirar. Pestañas largas y caídas, nariz puntiaguda y labios rosados suavemente levantados. Kassadin, que miró los labios de Aren durante mucho tiempo, inclinó la cabeza involuntariamente. Estaba aterrorizado de que si la tocaba, sería contaminada. Sin embargo, ni siquiera esa razón era suficiente para superar el deseo que ardía como una fogata dentro de él. Kassadin envolvió suavemente una mano alrededor del cabello de la nuca de Aren y finalmente posó sus labios sobre los labios de ella.
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