Kassadin, quien me miró a los ojos, tenía un rostro inexpresivo. Su mirada carecía de emociones, lo suficiente como para hacer parecer que los eventos del día fueran solo una mentira. Su cabello plateado a la luz de la luna brillaba como estrellas, pero los ojos morados debajo de ellos estaban completamente vacíos.
"...¿Cuánto tiempo llevas aquí?".
Pregunté en un tono delicado y brillante para ocultar mi asombro.
"Desde el principio."
Mentiría si dijera que no me ofendió el tono casual con el que habló.
"Es mucho tiempo".
Kassadin frunció el ceño ante las palabras que pronuncié.
"¿Cómo debería mirarte?".
"..."
"Hiciste cosas malas sin a mis espaldas. He oído que intentaste matar a Tulle".
Kassadin no respondió a lo que dije. Solo ladeó la cabeza y me habló:
"Estás tratando de meter a ese tipo a esta casa".
Habló con una voz sombría que parecía haber reunido toda la ira del mundo y se desbordaba de resentimiento contra mí.
"¿No te soy suficiente?".
Kassadin me preguntó aquello con una cara muy afligida. El rostro que estaba contra la luz de la luna se vio completamente lamentable. Sin embargo, no significaba que sus pecados desaparecieran. Lo que había que señalar tenía que ser señalado. Por qué había intentado lastimar a Tulle a mis espaldas y qué más me estaba ocultando.
"¿Por qué siempre eres tan egoísta?".
Ante mis palabras, Kassadin, que estaba apoyado en la pared, se acercó a mí. Sus largas piernas eran también muy anchas. Ni siquiera había completado unos pasos, pero Kassadin ya estaba al alcance de mi respiración. Al recordar cómo sostuvo mi dedo lesionado durante el día y lo metió a su boca sin dudarlo, instintivamente retrocedí. En ese momento recordé que la habitación de Tulle estaba en el otro extremo del pasillo del segundo piso de la mansión, por lo que no había a dónde escapar. Al momento de echarme hacia atrás roce la pared contra mi espalda, estaba lo suficientemente fría como para helarme. Me sentí como si estuviera atrapada y desnuda, a pesar de estar usando ropa.
"Mi hermana tiene razón".
Kassadin susurró suavemente en mi oído mientras me acorralaba. Kassadin se inclinó hacia mí y su cabello plateado iluminado por la luna me hacía cosquillas en la cara.
"Soy egoísta."
En lugar de negar mis palabras, optó por afirmar. Después de decir aquello, me acarició suavemente la mejilla con su mano. Kassadin, que acarició mi mejilla con un rostro amable, parecía estar de alguna manera lleno de furia.
"Dijiste que yo era tu salvación. ¿Eso también era mentira?".
Ante mis palabras, la mano de Kassadin que estaba tocando mi mejilla se detuvo. Los ojos morados que me miraban con la boca bien cerrada contenían una amargura infinita.
"No podría ser una mentira".
Las comisuras de los ojos de Kassadin se curvaron como una luna creciente. Los labios ligeramente cerrados dibujaron una curva ascendente. Era una sonrisa terriblemente hermosa que me tomó por sorpresa, pero mi corazón latía con fuerza debido a una ansiedad desconocida.
"Tú eres mi salvación, pero...".
Suavizando la sonrisa de sus labios, pronunció aquello que esperaba nunca escuchar.
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Domando Al Esclavo Corrompido
FantasíaEn el futuro, logré que el hombre que llegó a convertirse en la mano derecha de el príncipe heredero y se convirtiera en mi hermano. Fui amable con mi hermano menor, con el cual no compartía ni una gota de sangre, lo alimenté, lo crie, lo eduque bie...