¿NO ESTOY AQUÍ A TU LADO?.

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"¿Hermana?".

Como no respondí, Kassadin abrió de nuevo su boca y me llamó. Al escuchar su voz respondí con una sonrisa.

"... Sí, así es."

"Has tardado demasiado en responder".

El príncipe chasqueó la lengua e intervino entre nosotros.

"¿No puedes ver que la señorita Sercian está agobiada?".

"Lo siento, Su Majestad, pero solo quedamos mi hermana y yo. Es tarde, así que nos iremos".

El Príncipe Heredero miró a Kassadin con una expresión de perplejidad en su rostro. Pero Kassadin ni siquiera volvió su rostro al príncipe y dijo mirándome con sus ojos llenos de locura.

"Volvamos. Hermana."

Sentí que me asfixiaba, así que rápidamente desvié mis ojos de la mirada de Kassadin. Me disculpé con el Príncipe Heredero, que me miraba y decidí retirarme.

"majestad. Muchas gracias por el banquete de hoy. Entonces, nos vemos una próxima vez".

"¿Vendrás de nuevo una próxima vez?".

"Sí. ¿Su Majestad, a usted no le gusta que venga al Palacio Imperial?".

"No intento decir eso. Siempre que quieras puedes venir, eres bienvenida".

El Príncipe Heredero se rio a carcajadas sin ocultar su expresión alegre. Tenía mis ojos fijos en el príncipe, así que no pude ver qué tipo de cara estaba haciendo Kassadin en ese momento.

"Garantizaré la seguridad de la señorita Sercian, por lo que si el Gran duque intenta hacer algún movimiento extraño, te informaré de inmediato".

"Gracias."

"Ve a casa con cuidado."

Cuando el Príncipe Heredero dijo aquellas palabra asentí y salí del lugar con Kassadin.

* * * * *

Cuando subí al carruaje de regreso, ya estaba anocheciendo. Miré por la ventana, fingiendo ignorar a Kassadin, que estaba acariciando mis dedos.

"¿Por qué no me ves?".

La voz de Kassadin reprendiéndome era infinitamente baja, haciéndome sentir culpable por nada. Mientras escuchaba esa voz, algo caliente llenó mi corazón.

"¿Estás preguntando porque en serio no sabes?".

Giré lentamente la cabeza para hacer contacto visual con Kassadin. Sus ojos seguían mirándome con su locura. Las pupilas de color morado oscuro debajo de las largas pestañas se curvaron cuando se encontraron con los míos.

"¿Por qué me miras así?".

"¿Cómo te estoy mirando?".

Era el tono de un niño que quería saber que había cometido alguna travesura. La temperatura corporal en su mano era tan alta que sentí que me iba a quemar en cualquier momento. Sentí que me ahogaba con su mirada y el calor que me atrapaba, así que cerré los ojos.

"Hermana."

La voz burbujeante de Kassadin llegó a mis oídos. Aflojó su mano sobre la mía y envolvió suavemente su antebrazo alrededor de mí. Murmuró suavemente mientras me abrazaba.

"¿Por qué me preguntas de por la manera en la que te veo?".

Su aliento caliente sopló en mis oídos. Su voz mezclada con risa sonaba parecía un diablillo travieso.

Domando Al Esclavo CorrompidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora