-Capítulo 23-

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El sábado al mediodía, luego de finalizar el papeleo en el Ministerio y de almorzar, Artemis finalmente cumplió su sueño de probar los helados de Florean Fortescue. Charlie estaba cabizbajo ya que el dueño de la heladería, Florean, había sido secuestrado y asesinado por mortífagos tres años antes. Los gustos de helados eran los mismos, pero el ambiente era diferente sin Florean. Por supuesto, se guardó esa información; no tenía sentido poner triste a Missy que tanto estaba disfrutando su estadía.

Charlie comenzaba a cuestionarse sus sentimientos hacia Artemis. Ya lo venía haciendo desde la primera vez que se besaron en Bulgaria, pero pasar tanto tiempo con ella era algo que lo confundía cada vez más y más. ¿Era posible que tuviese sentimientos románticos hacia ella? Jamás lo había experimentado, todo su cariño hacia mujeres había sido para Ginny, Molly y su mejor amiga Tonks. Nunca se había permitido sentir más, ni siquiera hacia Annika.

-¿Volvemos, Charlie?- preguntó Artemis mirándolo, cortando con los pensamientos del pelirrojo.

-Claro, sí-asintió él.

Salieron de la heladería y emprendieron la vuelta al Caldero Chorreante. Missy seguía observando todo con tanta pasión y curiosidad, como si nunca dejase de encontrar cosas nuevas (y probablemente no lo hacía).

Pasaron tres horas separados, cada cual en su respectiva habitación. Charlie había aprovechado para dormir un rato más, como siempre que encontraba tiempo libre y Artemis se había enfrascado nuevamente en sus dibujos sobre el Callejón Diagon, retratando cada detalle cómo le era posible. Se vio interrumpida, sin embargo, por Charlie.

-Estoy aburrido, Missy-le dijo entrando a la habitación. Ella no se preocupó por voltear a verlo, había sentido como Weasley se sentaba sobre su cama a observarla dibujar.

-¿Qué pretendes que haga, Weasley?-le preguntó sin apartar la vista del dibujo.

-¿Quieres caminar?

-Me duelen un poco las piernas-murmuró ella-. Quizá podríamos salir por la noche, antes de ir a la tienda de tus hermanos-propuso.

-Cierto, tenemos eso por la noche-suspiró Charlie.

-No te vas a arrepentir, ¿verdad?-preguntó Missy divertida.

-Jamás-negó él-. Y menos con personas más pequeñas.

-No se nota tanto la diferencia de edad-indicó Artemis.

-¿Eso es bueno o malo?-preguntó Weasley riendo, acercándose a ella.

-Supongo que bueno, indica que...¿no perdiste tu juventud?-dijo Missy queriendo remontar la situación.

-O sea que me estás llamando viejo.

-¡No!-exclamó Artemis-. Más o menos.

-Bueno, tú no eres la princesa juventud tampoco Artemis, no estamos tan alejados...

-Hey hey-dijo ella-. Que yo soy dos años más joven y bien que se nota.

Charlie se sentó a su lado, a ver el paisaje.

-Bueno, pero eres mucho más seria que yo-indicó el pelirrojo- ¿Qué vale más? ¿Ser viejo y divertido o ser joven y aburrida?

Artemis abrió la boca ofendida.

-¡Yo no soy aburrida!-exclamó.

-Quiero ver cuánto duras hoy a la noche sin venir a decirme "Charlie, ¿podemos volver?"-dijo él, imitando un poco la voz de Artemis. Ella lo golpeó juguetonamente en el hombro.

-Yo no hablo así. Me estás ofendiendo, Weasley.

-No sería la primera vez que te ofendes por algo que digo.

Dragones y flechas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora