-Capítulo 32-

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Charlie Weasley se despertó al lado de Artemis, y por primera vez en su vida, no sintió la necesidad de huir. Observó a Missy, todavía recostada entre sus brazos, durmiendo con tranquilidad. Besó su mejilla, intentando despertarla pero no recibió respuesta. Lucía tan relajada, tan apartada de su caos natural.

Sabía que tenían que despertar antes de que Molly comenzara a sospechar algo. No tenía idea de por qué, pero todavía le gustaba estar en secreto con ella, como si fuese su secreto personal.

-Missy...-murmuró sobre su cuello-. Tenemos que levantarnos.

Ella se removió un poco entre las sábanas, todavía apoyando su espalda contra el pecho de Weasley. Él tuvo que inhalar unos segundos para contener sus pensamientos.

-¿Qué hora es?-preguntó ella en un murmullo casi inaudible.

-Deben ser las once-respondió Charlie.

-Un rato más, Char...

Artemis se volteó para mirar de frente los ojos verdes del pelirrojo. Él suspiró.

-Unos minutos nada más, ¿okay?

-¿Cuántos minutos?-preguntó Artemis, acercándose un poco más, con intenciones de besarlo.

Charlie sonrió.

-No me vas a engañar con eso-murmuró, pero a los pocos segundos Missy besó a Charlie con lentitud-. Estuve media mañana evitando esto-suspiró al sentir como su bóxer comenzaba a tirar.

Artemis tenía intenciones de colocarse sobre Charlie otra vez, pero él no se lo permitió. En su lugar, se acomodó sobre ella, siguiendo el ritmo pausado de los besos, bajándolos a su cuello por momentos.

Ella deslizó su mano hasta la ropa interior de Weasley, con intenciones de seguir, pero como el mundo no es justo, alguien tocó la puerta.

-¡A COMER!-exclamó Molly del otro lado de la puerta.

-Mierda-murmuró Charlie, ahora fastidiado.

-Una pena-suspiró Artemis-. Pero puedes volver a la noche a mi departamento-le dijo mirándolo.

-Te tomaré la palabra-respondió él.

Ambos salieron de la cama segundos después para cambiarse. Todavía estaban sudorosos, pero no tenían tiempo para bañarse ya que el horario de almuerzo los domingos a las 11.30 era algo inamovible en la familia Weasley, y tenían que asistir.

Antes de salir de la habitación, Charlie dejó un beso sobre los labios de Artemis, quien le contestó con una sonrisa. 




El resto del día le causó nostalgia a Missy. Sabía que Charlie no venía a la Madriguera muy seguido, y por ende, ella tampoco lo haría. El cariño que le tenía a la familia en tan pocos momentos vividos con ellos era casi irreal. Tenerle tanto aprecio a todos y cada uno de los familiares de Charlie, era un problema a futuro, ya que vivían muy alejados de ellos.

Harry y Ginny no aparecieron en el almuerzo, puesto que estaban disfrutando de su luna de miel. Fred y George llegaron una hora más tarde, excusándose con el trabajo y agradeciéndole luego a Artemis en privado por haberlos ayudado la noche anterior. Ron y Hermione estaban un tanto perdidos sin Harry, pero se las arreglaron para hablar con Percy casi todo el tiempo del almuerzo. Billy y Fleur no habían aparecido, y en un momento Arthur hizo notar que Fleur había estado algo decaída el día anterior. Artemis salvó a su compatriota diciendo que las veelas tienden a cansarse cuando hay muchas personas, debido al exceso de energía. Eso pareció convencer al patriarca Weasley.

Alrededor de las cuatro de la tarde Missy y Charlie terminaron sus maletas, listos para volver a Rumania. Molly les dio a ambos dos cajas llenas de comida y postres para que "no murieran de hambre con la dieta rumana", lo cual Artemis agradeció profundamente ya que detestaba cocinar.

Después de saludar tres veces o más a la familia, ambos se tomaron de la mano y en un abrir y cerrar de ojos se encontraron en el departamento de Artemis. Ella se tambaleó un poco al aparecerse y suspiró.

-Detesto limpiar luego de tres días-murmuró.

-No está tan mal, Missy-comentó Charlie mirando alrededor.

-¿Nos vemos a la noche?-preguntó ella, que ansiaba tener unos momentos sola.

-Me parece bien-asintió él.

-¿A las nueve?

-Sí-respondió Charlie. Se acercó a Missy y le dio un pequeño beso en los labios, para sorpresa de ella ya que jamás se saludaban así.

Cuando Charlie se fue de su departamento, Artemis comenzó a limpiar todo el lugar ya que detestaba tener su ambiente sucio. Mientras pasaba la escoba y el trapo por los estantes llenos de libros, pensó en el fin de semana que había tenido. Desde casi besarse con Charlie en la bañera hace tres días a tener sexo con él la noche anterior y ahora un tierno beso de despedida. ¿Qué estaba pasando? Repentinamente todo parecía acomodarse en su vida, como si poco a poco ambos se dejaran sentir y relacionarse como, efectivamente, dos personas que se quieren.

Después de bañarse a las seis de la tarde, se vistió con ropa cómoda y pensó en qué diablos cocinar para la cena de la noche. Quizá podían pedir comida o salir al centro de Rumania para comprar algo, ya que su heladera estaba completamente vacía.

Escuchó desde la cocina que alguien golpeaba la puerta desde el pasillo y creyó que podría ser algún vecino o vecina muggle que quería preguntarle por qué no había aparecido en todo el fin de semana, ya que todavía faltaban tres horas para que Charlie apareciera. Artemis se acercó a la puerta, confundida, y abrió con cuidado.

-Oh por Merlín-dijo ella sonriendo- ¡Apolo! 






Holis, perdón, yo se que el capítulo de hoy es cortito pero estuve a mil con la facultad. Les quería avisar que probablemente el capítulo del domingo que viene sea el último de esta primera temporada(?, ya estoy pensando la segunda parte de la historia y con un poco de suerte voy a tener algunos capítulos para las vacaciones de invierno.

También quería decirles que si tienen ganas, recomiendo muchísimo la novela de una amiga, aryamyren que se llama "Sol de Verano" y habla sobre un grupo de adolescentes que tienen que resolver un misterio. Super super adictiva, me voló la cabeza en dos días de lectura. 

Dragones y flechas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora