-Capítulo 9-

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Artemis tuvo que ponerse sus mejores botas para caminar a través del bosque de Durmstrang. Era espeso y el suelo estaba lleno de pequeñas ramitas que con sandalias hubiesen sido causantes de un gran dolor. De todas formas, le gustaba el ambiente sombrío, era extraño y asombroso al mismo tiempo. Además, confiaba plenamente en Charlie lo cual era tan malo como bueno.

Verlo usar esa ropa, tan elegante...sencillamente le estallaba la cabeza. No podía parar de pensar en el casi beso de algunos días atrás, ¿qué hubiese pasado? ¿Se volvería a repetir la situación? Charlie parecía más amigable ahora que habían pasado algunas semanas, pero ¿seguiría interesado en ella? Artemis no paraba de sobrepensar todo, como siempre.

La cabaña de Hitcron era bonita, hogareña. Missy oyó la voz del hombre desde el otro lado de la puerta, era bastante grave y fuerte. Esperaron pacientemente a que él abriera.

-¡Charlie!-exclamó al ver al pelirrojo. Artemis se quedó esperando-¿Y Queen?

-Se jubiló, lamentablemente-dijo- Ella es Artemis, mi nueva compañera de viajes-añadió señalándola.

Hitcron le dio un cálido abrazo a Missy en la puerta y luego le dejó pasar al interior de la cabaña. Era bastante cómoda, amplia para la altura del cuidador y decorada con plantas por todos lados, como si fuese parte del mismo bosque.

-Él es Viktor, creo que ya se conocen-indicó Hitcron, señalando al mismísimo Viktor Krum del otro lado de la mesa. Artemis se quedó sin aliento, era mucho más bello en la vida real.

Charlie contestó con un asentimiento de cabeza, sin decirle nada. Missy, sin embargo, para nada tonta, se acercó para saludarlo tendiéndole la mano.

-Hola, soy Artemis Roux-le dijo.

-Viktor Krum-contestó, con un acento búlgaro que enamoraba-.

-¿Quieren café?-preguntó Hitcron.

-De hecho, ¿tienes algo de comer? No almorzamos todavía-le dijo Charlie, sentándose en la mesa. Missy lo imitó y se sentó entre medio de él y Krum.

-Por supuesto, siempre tengo sopa de calabaza para mis visitantes.

La sopa de calabaza no era lo que le apetecía a Artemis, pero algo era algo. Minutos después de charlas entre Weasley y Hitcron en las que de vez en cuando interrumpía Krum, el cuidador les tendió dos cuencos llenos de sopa hasta el borde. Artemis le sonrió en agradecimiento y comenzó a tomarla con toda la elegancia posible, sin olvidar que tenía a Krum a su lado.

-Bueno, te preguntarás porque los llamé aquí en vez de llevar al dragón, ¿verdad?-dijo Hitcron.

-Tengo que admitir que me sorprendió bastante-le respondió Charlie.

-En primer lugar, ya estoy viejo para trasladar dragones. Pero además de eso, el huevo del colacuerno es demasiado frágil y el colacuerno ya nacido es demasiado complicado. Solo confío en una persona para hacerlo aparecer de forma segura, y ese eres tú, Weasley.

Missy sintió como Charlie se enorgullecía un poco. Realmente le gustaba su trabajo, eso era algo claro para ella. Lo que no entendía era por qué Krum estaba allí.

-No será problema, Tristan-le dijo Charlie-. Dime las coordenadas, lo acercaremos hasta aquí y mañana haremos el papeleo en la capital. El viernes cuando nos den los papeles de traslado, lo llevaremos en un compartimiento especial.

-Gracias, Weasley-le dijo-. Krum los acompañará al bosque, es el mejor hechicero del país y, como imaginarás, no es un territorio fácil.

-Bien-respondió Charlie finalizando su sopa- ¿Vamos Missy?-preguntó y Artemis asintió.

Dragones y flechas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora