-Capítulo 8-

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Freya fue de gran ayuda para Artemis. Pasaron una noche como amigas, acomodando la maleta de Missy y hablando sobre sus vidas. Comieron la pizza muggle que había propuesto Freya, y para sorpresa de Artemis, las pizzas rumanas no sabían tan mal como parecían.

Artemis se aseguró de levantarse con mucha anticipación al otro día. Se bañó, utilizó algunos hechizos para hacer que su cabello se viera relativamente aceptable, se maquilló un poco y finalizó el proceso poniéndose su perfume favorito, con olor a margaritas.

Llegó alrededor de las nueve de la mañana, como todos los días. No habría demasiado para hacer tomando en cuenta que se iría a las diez, pero quería saludar a Freya antes de irse de viaje. Estaba sumamente entusiasmada por conocer Bulgaria y a la famosa escuela Durmstrang.

-Luces especialmente bonita hoy-le dijo Freya saludándola.

-Estoy preparándome para Krum-contestó Artemis en broma. Era claro que no consideraba tener una oportunidad con el famoso jugador de quidditch, esas cosas solo pasaban en sus sueños.

-Quién sabe quizá...-comenzó Frey, pero Missy la detuvo.

-Era una broma-respondió Artemis.

-Ahí viene tu compañero-dijo Freya en broma también.

Artemis vio llegar a Charlie, quien se dirigió rápidamente a la oficina de Bjorn con su maleta roja en mano. Todavía no terminaba de asimilar que tendría tres días a solas con el pelirrojo. No sabía porque estaba tan apurado, pero por las dudas, decidió seguirlo. Quizá había algún problema.

Entró en el despacho de Bjorn, imaginando ver a su tío del otro lado, pero solo encontró a Charlie sentado.

-Buen día, Roux-la saludó y ella sonrió.

-Buen día, Weasley-respondió- ¿Por qué viniste?

-No tenía a dónde ir, llegué temprano.

-Claro-asintió ella-. Creí que había algún problema.

El pelirrojo se rio.

-Recuerdo cuando creía que habría algún problema en mis primeros viajes. Estaba tan emocionado que creía que cualquier cosa podría arruinarlo.

Artemis se sentó a su lado.

-Exactamente así me siento-le dijo-. ¿Estás emocionado?

Charlie se encogió de hombros.

-Al menos tengo buena compañía-respondió guiñándole un ojo.

Gracias a Merlín, Bjorn entró en el despacho, porque si no Artemis se hubiese sonrojado como una tonta después de ese comentario.

-¡Buen día mis viajeros! ¿Listos para la aventura?

-Tío, es un huevo de dragón.

Tanto Bjorn como Charlie lucieron visiblemente ofendidos.

-¡¿Solo un huevo?!-exclamó Weasley-. Santo Dumbledore, Bjorn déjame darle clases cuando volvamos, no puede ser que solo piense que es un huevo.

-Deseo concedido-asintió Bjorn-. Lo siento, Missy, pero tu falta de educación ante los dragones es terrible.

Ella abrió la boca para quejarse, pero sabía que ambos tenían razón.




Minutos después, a las diez puntualmente, Missy y Charlie se reunieron junto al traslador que los llevaría a Bulgaria. El resto de sus compañeros se acercó, para darles apoyo y desearles un buen viaje. Theo lucía bastante molesto, incluso intentó disuadir a Bjorn del viaje y decirle que él sería un mejor negociador. Todos sabían que eso era mentira.

Dragones y flechas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora