Con la vista totalmente recuperada y un nuevo inquilino en la mansión, Freddy se disponía a hacerlo su amigo, ¿Por qué? Porque el chico le daba buena espina, tenía "Buena vibra".
Platicaba con el hermanastro de Bonnie en el vestíbulo, mientras los demás estaban en sus asuntos.
¿Entonces sospechas que el chico de cabello negro es tu hermano? -Preguntó impresionado el peliazul, sentado junto al castaño-.
Sí, es que todo concuerda -Soltó triste el ojiazul, suspirando pesadamente- aunque, molesto mucho a Fen con esto, y ocurrió un gran problema por este tema, así que ya no lo hablamos. Desde mi salvajismo no lo hemos hablado.
-¿Salvajismo?
El moreno de cabello castaño suspiró, miró al suelo y soltó unas pequeñas lágrimas, haciéndose cada vez más.
En otro lado, Fen estaba con Bonnie, Golden y Fox, comiendo unas botanas en la habitación de Bonnie —Y ahora de Bon—.
En el momento que Fen mordió una papa picante, muchas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, confundiendo a los presentes.
¿Están muy picantes? -Se preguntó el pelimorado, tomando la bolsa de papas-.
No, ¿Por qué? -Preguntó extrañado el pelinegro, mirando a los chicos-.
Te están saliendo muchas lágrimas -Contestó Fox mirando a su amigo, tomándolo de la barbilla- ¿Todo bien?
Sí, todo bien, no me siento mal -Respondió el de ojos vacíos limpiando las lágrimas que no dejaban de brotar- agh, maldición, ¿Por qué me salen tantas lágrimas?
Déjame ver si puedo hacer algo -Sugirió Golden, levantándose de su lugar-.
El rubio se acercó al pelinegro y puso una mano en su pecho, cerró los ojos y se concentró para empezar. Fen igual cerró los ojos y esperó.
-Alguien cercano a tí está muy triste. Espera, puedo sentir quién es... E-Es el aura de Freddy, Freddy está llorando.
Golden se separó del de ojos vacíos y se veía igual de confundido que los demás.
¿Freddy? -Preguntaron Fox y Bonnie, impresionados-.
-Debe ser porque son gemas hermanas.
Algo así leí en el libro del Señor Marioneta -Recordó el pelirrojo, chasqueando los dedos- las gemas hermanas comparten algunas cosas entre ellas, por ejemplo, si uno de los portadores tiene un malestar, el otro lo sentirá igual.
¿Por qué comparto tantas cosas con el tarado de Fazbear? -Exclamó molesto el de piel clara- ¡Ya estoy HARTO, maldición! ¡Primero que este chico piensa que soy su hermano. Segundo, me muestra su álbum familiar y todo concuerda conmigo! ¿¡Ahora compartimos emociones porque somos gemas hermanas!? TODO CONCUERDA Y LO NIEGO, LO NIEGO.
Ahora era Fen el que lloraba con desesperación, cubriendo sus ojos y pataleando.
Por lo que me dices, yo creo que él se niega a creerte porque siempre ha sido huérfano -Opinó el moreno de ojos verdes, sentado junto a Freddy- no sé, algo en mí lo dice.
Freddy asentía mientras escuchaba hablar al chico, nunca había pensado en eso, siempre pensaba en él. De repente, su pecho comenzó a doler y las lágrimas salieron a mares. Bon se asustó al verlo tan inquieto, pataleando y tallando sus ojos.
¡Tienes razón, nunca lo había pensado, fui tan egoísta! -Lloraba el castaño, arrepentido- ¡Fui muy grosero con él, me cuidó y nunca le agradecí ni le pedí disculpas!
El castaño se levantó de su lugar y corrió a buscar a Fen por todas las habitaciones. Bon, preocupado, lo persiguió.
¡Me niego porque no recuerdo a mis padres, porque nunca me buscaron! ¡M-Me niego porque soy un egoísta, no estoy pensando en cómo Freddy se siente ante esta situación! ¡Solo estoy pensando en mí!
Fen igual se levantó de la cama de Bonnie y salió corriendo para luego ser perseguido por sus preocupados amigos.
Después de andarse buscando como locos, Fen y Freddy se vieron de punta a punta en uno de los pasillos de planta alta. Corrieron apresurados y se unieron en un fuerte abrazo.
Ambos comenzaron a brillar, haciendo que los demás cubrieran sus ojos, era cegador.
-Freddy, perdóname, fui tan egoísta. No te creía hasta que lo pensé en voz alta, perdóneme por haber sido tan indiferente con esto.
-No, Fen, yo fui el egoísta. Insistí demasiado en esto, seguro estuviste muy abrumado. ¡Y no pedí perdón por haberte lastimado ni te agradecí por cuidarme después de mi salvajismo! ¡Perdóname, y muchas gracias!
Cuando los demás abrieron los ojos, había un chico de 2.10 mtrs. a mitad del pasillo, de rodillas y con muchas lágrimas en sus ojos. Cabello negro largo terminando en castaño, de ojos vacíos y pupilas azul oscuro, y una tez blanca ceniza. Además, su ropa estaba rasgada.
¿Fen, Freddy? -Preguntó Golden, acercándose lentamente al chico-.
El chico volteó y miraron las caras de todos, observando la mera confusión en sus rostros. Volteó a ver a Bon y este abrió los ojos como platos.
Fox llegó y le entregó un celular al chico, con la cámara frontal activada. El chico se vio y sus ojos no lo podían creer, ¡Eran uno solo!
-¿L-Lo logramos?
Su voz era curiosa, eran las dos voces de ellos, hablando al unísono.
Wow, qué voz -Soltó Bonnie, pensando en voz alta-.
¿L-Lo logramos? ¡L-Lo logramos! ¡Freddy, lo hicimos! -Festejó la fusión, levantándose del sueño y saltando con alegría- ¡Lo sé, Fen, por fin nos fusionamos!
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Así que, ¿Cuál es la sorpresa que me tienen? -Preguntó curioso el señor Marioneta, sentado en su despacho, con sus hijas al lado-.
Los híbridos se hicieron a un lado y dejaron a plena vista a la fusión, quien saludó con mucha alegría. Llevaba puesta solamente una malla de Fox (Que le quedaba corta).
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No puede ser -Exclamó impresionado el adulto, levantándose de su lugar- ¡Chicos, por fin lo lograron!
¡Wow, una fusión! -Se emocionaron las gemelas, tomándolo de las manos- ¿Cómo te llamarás?
