🧸⃟Pᴇϙᴜᴇɴ̃ᴀ ᴊᴏʏᴀ ᴄᴏʟᴏʀɪᴅᴀ💎

Capítulo 5 Noticia indeceada.

Rocesire-Es como me has escuchado, quiero adoptar a Taisui Xingjun-dijo con firmeza

Jadier-¿Te estas escuchando?-dijo sorprendido

Rosecire-No pienso retroceder en esto, mínimo quiero ser su tutora, ser la persona que este a cargo de su bienestar, tu lo has visto con tus propios ojos, ya han intentado matarlo, desconozco el motivo, pero... Mi instinto me dice que debo de cuidar de él-explicó-Solo pido que lo adoptemos, no pido que tenga derecho a gobernar algún día, no quiero eso para él, solo quiero darle una vida digna

Jadier lo pensó, en los últimos días había notado como su amada era feliz con la compañía del menor, sentía que tal ves su esposa se sentía sola y Taisui era su mayor compañía, Ariana ya estaba grande por lo que no era lo mismo, tener un niño dentro del palacio, de alguna manera parecía hacer feliz a su esposa, por lo que le dio vueltas al asunto por varios minutos, Rosecire lo miró, ya estaba empezando a creer que no tendría el apoyo de su esposo, cuando el volteo y le sonrió.

Jadier-Esta bien, adoptaremos al niño, bajo una sola condición-dijo con un tono firme y serio

Rosecire-La que sea-dijo decidida

Jadier—La condición es que ese niño no cause problemas, estará principalmente bajo tu tutela

Rosecire—La condición es muy sencilla, esta bien—sonrió

Jadier suspiro realmente no pensó en nada exigente, prefería la felicidad de su amada por ello pensó en realizar el trámite lo más rápido posible, sabía que esto sorprendería a todos los demás, en especial a sus concubinas.

Todo el trámite fue hecho con discreción, al ser el emperador tenía la facilidad de hacer rápido algunas cosas, todo fue hecho con el consentimiento de Taisui, ya que la emperatriz habló con él sobre ser adoptado, obviamente acepto con alegría. La ceremonia del sol, estaba por terminar, una noche antes de un baile que abría, la familia imperial fue mandada a traer para tener una cena familiar informal, todos estaban presentes en la mesa, el sol y la luna de Arbezela fueron anunciados, aún lado de la emperatriz venía el pequeño, venía bien vestido, usando un traje formal y guantes negros, todos se miraron unos a otros con confusión en especial Benela Verdi, estaba más que sorprendida, no entendía que hacía ese niño ahí, además estaba molesta ya que su castigo no había sido levantado, de hecho después de esa cena, regresaría a sus aposentos y no podría salir de nuevo. Todos se levantaron y saludaron cortesmente, el emperador tenía una mirada seria.

Jadier—Está noche, he pedido la presencia de todos los presentes, para dar una noticia muy importante—aclaro su garganta antes de seguir

Rosecire—Ven cariño—dijo en voz baja y paso adelante de ambos a Taisui

Jadier—Apartir de ahora Taisui Xingjun de Secramise es el cuarto príncipe del imperio de Arbezela—dijo con voz firme

  Benela estaba más que sorprendida, por poco se desmaya por la noticia, Madame Marigold  simplemente sonrió, de hecho tomo a bien la noticia, el segundo príncipe sólo suspiro y sonrió, mientras que los otros dos príncipes no estaban muy de acuerdo, pero no se atrevían a hablar ya que se verían mal si lo hicieran.

Jadier—Espero lo traten con respeto, ya que es un príncipe a partir de ahora y su hermano—miró principalmente al primer y tercer príncipe

Ariana—¡Tengo un nuevo hermanito!—dijo con alegría—(Que rápido dejo de ser mi pequeña joya, estuve tan ocupada que ni note en que momento paso todo esto)

Taisui—¡Hermana, hermana!—fue a abrazar a la princesa

Ariana—Ahora el imperio tendrá una nueva estrella—lo abrazo

Jadier—Me alegra ver que esta noticia la han tomado a bien–tomo asiento después de su esposa—La cena puede empezar

Taisui—¡Papá, papá! Gracias—sonrió

El emperador sonrió, el escuchar esas palabras lo había hecho feliz, de alguna manera ciertos recuerdos volvieron a su mente.

Jadier—Anda toma asiento y cena—dijo con amabilidad

Taisui—Si papá

Taisui se sentó en medio de Ariana y el primer príncipe, él cual estaba enojado por la situación, pensó en hacerle un travesura que se hiciera pasar por accidente pero no pudo hacerlo, se detuvo al ver lo feliz que estaba Rosecire, no iba a hacer algo como eso, cuando ella ha sido tan amable con él, sería como despreciar de alguna manera lo que ella ha hecho por el, por eso fue que se detuvo.

Durante la cena, cada uno se fue presentando, Taisui memorizo quien era cada uno, aunque Benela estuviera molesta tuvo que mostrar una sonrisa ante todos, los más tranquilos como siempre era Madame Marigold y su hijo, quienes preferían la paz.

Cuando tocó el postre Taisui cambio de lugar sentándose a lado de Rocesire, ambos tenían el mismo postre, aunque el postre eran pequeños pastelillos de diferentes sabores, todo parecía ir bien, hasta que Benela empezó a hablar.

Benela—Tengo un poco de curiosidad,¿de donde salio el cuarto príncipe?—miro fijamente a Ariana

Benela trato de tener cuidado con sus palabras, si cometía un error, no haría más que empeorar su situación actual, pero quería cizaña de alguna u otra manera. La emperatriz estuvo apunto de hablar, hasta que el emperador le hizo una señal, el sería quien hablaría.

Jadier—Taisui fue rescatado de los Obeliscos paganos, no tenemos mucha información aparte de su nombre, ya que no recuerda casi nada—dijo con seriedad poniendo el ambiente algo tenso—Pero... Aunque no sepamos aún sus raíces con el tiempo espero que el mismo nos pueda decir más de sí mismo

Benela—Oh, entiendo

Ya no pudo decir más, de alguna manera sentía que si hablaba solo se metería en problemas por lo que dejo las cosas así, Taisui con cuidado y sin ser visto, sonó la campana, Benela sintió un escalofrío recorrer su espalda, hasta su hijo noto el cambio en su madre, de una mirada orgullosa paso a una de intranquilidad.

Benela—Me retiro primero, me siento llena ya y cansada—dijo con cierto nerviosismo

Jadier—Esta bien, puedes retirarte y recuerda tu castigo aun sigue en pie—dijo con firmeza

Benela paso a retirarse, camino de vuelta a su habitación, no sabía porque pero se sentía intranquila y nerviosa, como si algo malo fuese a pasarle, llegó a su habitación a salvo, pero sentía que no podía relajarse, hasta que inesperadamente el espejo de su habitación se cuartio, miró como el espejo se quebraba poco a poco, formando grietas que formaban una calavera.

Benela—¡No importa quien seas, me las pagaras!—grito

Pero no hubo respuesta, cosa que la asusto aún más, no entendía que pasaba, tenía pequeños accidentes, incluso estando en su habitación, su cama se había roto días atrás, justo cuando se había sentado esta se rompió provocando que se lastimara y no pudiera sentarse bien por un par de días, esta situación la estaba volviendo loca, la peor parte es que ni sus hijos le creían, pensaban que todo era provocado por ella para llamar la atención.

Más tarde esa misma noche, Benela despertó inquieta y sudando en frío, volteo mirando para todos lados, sintiendo que alguien la observaba, cuando una risa resonó en su habitación.

Benela—¡Silencio, silencio, para ya!—se cubrió los oídos

Pero por mucho que se tapara las orejas, era imposible dejar de oír aquella risa que hacía eco, parecía que esa noche sería pesada y la peor de su vida.