Capítulo 18

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Alek Schneider

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Alek Schneider.

Me recargue en la pared sintiendo una punzada horrible en mi cabeza, cada vez que tragaba saliva era como si una lija bajara por mi garganta, bebí café dejando que el ardor pasará, mire la taza cerrando los ojos, necesito whisky, no está mierda.

Toque mis sienes soltando un suspiro pesado escuchando los gritos y risas, me centre en eso mirando desde lejos la sala donde Runa y el crío corrían lanzándose la pantera mientras que la loba intentaba agarrarla para hacerla pedazos.

Mire a la niña que corría por la sala a tropezones, quien se ha dedicado a ignorarme desde que llegue, esquivas mis miradas, e ignora cada que la llamo o intento hablarle, así que he optado por mirarla, mirarla desde lejos, ver sus expresiones, el color de sus ojos hace arder mi cuerpo, como si esa combinación quemara la tinta en mi pecho.

——Es linda, ¿Verdad? —borre la sonrisa que comenzaba a curvarse en mi rostro tensándome al sentir el golpe juguetón en mi hombro—se parece a Hela.

—¿Qué quieres?

—Llevas dos horas parado aquí, ¿No piensas sentarte?

—No. Ándate—mire a Akim indicando con mi cabeza la continuación del pasillo, al otro extremo de la sala, Adam hablaba con Airón, ninguno miraba a los críos jugando perdían su mirada por la ventana.

—Hela tenía razón—comentó empujándome para recargarse en la pared también—ella le habló bien de ti a Runa, siempre que decíamos tu nombre ella te buscaba, incluso sin conocerte, nos conocía a todos y...

—¿Qué tiene en las piernas? —mire a Runa apretando los puños al verla caer por quinta vez—se le doblan al correr, ¿Por qué?

—¿Por qué me preguntas a mí?

—Porque Hela me mandará a la mierda si le pregunto.

—Debería hacerlo también—se cruzó de brazos molesto—has lastimado mi lindo corazoncito muchas veces en los últimos...

—Le preguntaré a alguien más—ladre girándome para ir por Axel, pero Akim me detuvo abrazando mi brazo para mantenerme quieto, tan fácil hacerlo sentir mal.

—No sé qué es lo que tiene—intente irme otra vez pero volvió a detenerme—solo sé lo que Noemí nos contó, las piernas de Runa se doblan porque le duelen, nos dijo que buscáramos algún artículo medico sobre rigidez en las piernas y dolor de cadera en niños, no sé nada más que...

—¿De eso hablaban? —miré a Runa, tensando la mandíbula al verla caer una vez más, se quedó sentada en el piso borrando la expresión eufórica de su rostro, vi cómo se giraba mirando la espalda de Airón, y apenas su boca se abrió negó, cerrando sus ojos para ponerse de pie una vez más—Hace un rato Hela le pregunto a Noemí si había encontrado algo...

—Noemí ha leído libros, artículos y la he visto hablar con algunos médicos. Sigue diciendo que necesita realizarle exámenes para saber con certeza lo que tiene.

Detrás de la mira. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora