Capítulo 10

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Akim Schneider

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Akim Schneider.

——Amor...

Di media vuelta comiéndome la sonrisa para caminar corriendo en otra dirección, joder que difícil es hacerse el furioso cuando te mira con esos ojitos tan preciosos.

Gire en el pasillo bajando rápidamente las escaleras escuchando los llamados de Ainhoa, estuvimos trabajando toda la noche de ayer juntos, pero solo eso, trabajo, igual como los últimos dos días, honestamente si se siente bien que ahora la que me busque sea ella, el primer día si estaba sentido, más que furioso <<Que también lo estaba>> era furioso, me engaño, bueno más bien me oculto la verdad, ella lo sabía joder, sabía todo desde un principio y no me lo dijo, escuche su explicación, la entendí pero me desterré solito al sofá y encima me puse en abstinencia, tan imbécil.

La molestia me duro literalmente media noche, pero cuando volví a la habitación la rubia estúpida estaba furiosa porque la dejaba durmiendo sola, que era un egoísta por no entender sus razones y bla, bla, al final dijo que volvería a ella porque no servía para estar molesto y que terminaría extrañándola más yo que ella a mí, quien se ríe ahora rubia tonta.

Este es mi tercer día invicto, sin follar, ni hablarle nada más que lo esencial, incluso evito el mirarla y eso que se puso un escote que madre mía.

——¿Crees que las tengo de cristal? —Aitor se señaló las pelotas y yo le rodé los ojos.

—Tuvimos que preguntarle que era la mañana para él—Noemí murmuro deslizando un vaso con jugo natural hacía Axel y él muy digno la ignoró—¡No puedes ignorarme por siempre, por Dios sé un adulto!

—Blake—le hablo Axel, al crío en su sillita—dile a tu madre que no la ignoró.

Blake lo miro algo confundido, literalmente Noemí estaba al otro costado del traidor, y Axel ni siquiera la miraba, termino de masticar su comida y se giró a su mamá.

—Mamá, papá dice...

—Escuche a tu padre cielo, pero dile que no sea infantil y me escuche—Blake asintió.

—Papá, mamá dice...

—Dile a tu madre que dejaré de ser infantil cuando ella deje de guardarme secretos...

—Mamá, pa...

—Dile a tu padre que no era mi deber decirle lo de Runa, aparte que no podía decirle nada si él no me preguntaba y nunca pregunto nada de...

—¿Me estás diciendo estúpido?

—Nunca sospechaste que Runa no era hija de Aitor.

—¡Me dijiste que era su hija mirándome a los ojos Noemí! —se giró hacia la castaña y ahora Blake estaba entrando en un shock de confusión—¡Como iba a sospechar si confió en ti!

Noemí soltó la respiración de forma pesada para desordenada su melena y dar giros a su alrededor meditando sus palabras, me acerque tranquilamente a la cocina para meter los dedos en lo que Aitor cocinaba, aproveche que estaba distraídos para robar un trozo de carne y seguir viendo el espectáculo con comida en mi pancita.

Detrás de la mira. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora