|| Mᴏʀᴏᴄʜᴀ : Dᴜᴄᴋᴏ ||

✰✞︎ 𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘖𝘤𝘩𝘰 ✰✞︎

✞︎ Mᴏʀᴏᴄʜᴀ : Dᴜᴄᴋᴏ ✞︎

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El resto del día fue bastante tranquilo para Matías.

Bueno, teniendo en cuenta que Lombardo lo mataba con la mirada cada vez que se cruzaban, y que no quiso pasar tanto tiempo con Monzón.

Quién no se presentó a la clase siguiente después del primer receso, y no tenía que ser Merlín o algún mago famoso; para adivinar que su amigo y Londra, habían pasado a tercera base en aquel salón.

Porque el ojiverde apareció tiempo después con varios chupones en su cuello y los labios algo hinchados.

Así que las cosas eran bastante claras y sencillas de entender, y Spallatti para no sentirse incómodo, prefirió guardar la distancia con aquel. Mientras intentaba poner atención a las clases siguientes que aún tenía para ese día.

Tratando de sobrevivir a este pésimo día que no parecía tener fin alguno.

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[...]

— Ths, es un idiota. — Matias dijo, mientras veía una serie y se llevaba a la boca una gran cucharada de su helado favorito. — No la sabe valorar. — señaló, como si estuviera con alguien más en la sala, comiendo helado sin cesar.

Ya que eso lo hacía sentir feliz, eso y vestirse como realmente le gustaba. Lo cual si había hecho antes de encender la televisión y sentarse en el sofá para empezar a comer helado de frutilla al agua sin detenerse.

— Nadie te valora por como sos realmente. — murmuró, al ver cómo la protagonista de la serie era utilizada e ignorada por milésima vez.

Algo que en el fondo le dolía un poco, debido a que también se sentía algo ignorado por los demás. Pero quería creer, que no había un "motivo" suficiente por el cual estar así, aunque muy en el fondo sí que lo había.

" ¿Quién es? " preguntó con curiosidad.

Al escuchar como el timbre de su puerta era tocado de manera insistente, dejando el helado aún lado, mientras se dirigía a la puerta en silencio. Caminando de puntillas para que quien fuera que estuviera allá afuera, no lo escuchará caminar.

— Ah, sos vos. — dijo simple, yendo por la llave para abrir, después de haber visto a través de la perrilla.

Porque si, había decidió ponerle seguro a la puerta para no ser sorprendido por su madre. Dándole el tiempo suficiente como para correr a su habitación y quitarse todo lo que tenía puesto.

Para ponerse algo mucho más normal ante los ojos de los demás.

— ¿Qué se te ofrece, Mauro? — preguntó, sin salir del todo, ya que alguien lo podía ver.

— Nada, solo quería pasar a saludar. — Monzón responde simple, mientras entraba a la casa sin antes ser invitado. — ¿Qué estás viendo? — consulta, tomando asiento al mismo tiempo. — No pensé que te gustaba ver novelas. — dijo en medio de una risita.

— No es una novela, es una serie. — Spallatti responde cruzado de brazos y un poco indignado por el comentario.

— Matías, "Yo soy Betty, la fea", es una puta novela. — Mauro réplica sin dejar de reír.