|| Mᴏʀᴏᴄʜᴀ : Dᴜᴄᴋᴏ ||

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘊𝘢𝘵𝘰𝘳𝘤𝘦

✞︎ Mᴏʀᴏᴄʜᴀ : Dᴜᴄᴋᴏ ✞︎

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Por primera vez en mucho tiempo Matías sintió que su vida no se perdía en la deriva o se hundía en el peor de los casos.

Ya no sentía aquella sensación de ahogamiento que le impedía expresar lo que sentía.

Ahora no estaba atrapado dentro de una diminuta caja, aunque aún tenía pequeños pendientes que resolver. Pero eso solo era uno de los tantos pasos que tenía que dar, para ser feliz como los demás.

Ser como realmente quería y no sentir miedo por ser diferente a las expectativas que sus padres posiblemente tenían de él.

Todo gracias a un simple incidente de llanto, que, si bien pudo dejarlo con una mala imagen en el colegio, le había ayudado mucho en casa.

O bueno, eso era lo que él sentía, porque la realidad era otra. Pero él no se dio cuenta de ello, no de manera inmediata.

Debido a que su burbuja de seguridad se había hecho tan fuerte, que ni la tormenta más destructiva podría acabar con lo bien que se sentía.

Pero después caería en cuenta que a quien siempre vio como una salvadora bondadosa, tenía una segunda cara que podría ser un poco desagradable para él.

Mientras tanto, Matías se dispuso a continuar con su jugarreta con Lombardo, excluyendo totalmente de sus planes a Monzón, quien le había enviado muchos mensajes para saber cómo estaba.

Pero esos mensajes jamás fueron respondidos, no porque aún se encontraba celoso de la relación de aquel con el "señor perfecto", sino porque no tenía deseos de saber nada de su buen amigo.

Ni mucho menos hablarle para darle a conocer su estado, y si lo de la mañana solo fue un accidente menor, o si todo se había descontrolado más que antes.

Pasando a una situación más grave de lo que él tenía pensado.

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-¿Mauri?

-¿Estás por ahí?

Matías mandó un par de mensajes como carnada. Mientras esperaba que el tiempo hiciera lo suyo, y se encontraba de un buen humor como para esperar lo que fuera necesario.

- Hola, Martí

- Aqui estoy para lo que necesites, y que bueno saber de ti

Lombardo respondió como todo un galante, y por alguna razón, Matías sonrió complacido por ello.

-Jejeje, que lindo eres

-Y pues nada, solo venía a molestar un rato

- Vos jamás vas a molestar, y, es más, me alegras la noche con tus mensajes

-Awws, eres realmente tierno

-Pero no nos enfoquemos solo en mí, ¿cómo estuvo tu día?, ¿hiciste algo interesante?

Pregunto sin saber el verdadero motivo de ello, pero le fue inevitable hacer dicha consulta.