✰✞︎ 𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘋𝘪𝘦𝘻 ✰✞︎

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✞︎ Mᴏʀᴏᴄʜᴀ : Dᴜᴄᴋᴏ ✞︎

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Jadeante, lleno de sudor, agitado y sumamente desorientado.

Era como Spallatti se encontraba, no sabiendo exactamente lo que sucedía a su alrededor, pero el placer que sentía estaba siendo capaz de nublar todo su sentido común.

Mhg. Matias gimió lleno de placer, mientras movía sus caderas al ritmo de las embestidas, que alguien le estaba dando con tantas ganas. ¿Mauro? pregunto algo desorientado, mientras el otro salía de él para darle la vuelta rápidamente, dejando su culo en lo alto y su cara contra las sábanas.

Si. le respondieron al morocho, quien sintió una dura y tosca invasión en su culo, que lo hizo temblar y gritar fuertemente. ¿Qué sucede, primor? preguntaron, dejando ir dos fuertes nalgadas sobre los muslos de Spallatti.

Quien solo se remueve y se queja con cierta incomodidad, que era más bien placer, que otra cosa que se atravesará por su mente.

Vamos, cariño, pensé que querías esto. le dicen a Matías, quien es incapaz de responder por culpa de una embestida que fue más allá de lo que pudo haber esperado.

Porque sintió claramente como la punta del miembro ajeno, tocaba esa zona extremadamente sensible para él. Que lo hacía desvariar completamente y que la cordura quedará en un segundo plano existencial.

¡Si! ¡Si! ¡Si! ¡Claro que lo quiero! ¡Dame más! ¡Quiero más! ¡Por favor! ¡Tómame cómo la zorra que soy! ¡Te lo suplico! ¡Méteme la pija en el culo y en la garganta! ¡Lo más profundo que puedas, papi! fueron las desvariadas palabras que salieron de los labios de Matías.

Quien no recordaba, cuándo fue la última vez que se sintió tan... extremadamente bien con alguien en la cama.

Y teniendo en cuenta que Mauro había sido su única pareja sexual, entonces estaba que tocaba el cielo por culpa del delirio y la satisfacción.

Dios, tu boquita pidiéndome más, es una linda canción para mis oídos. le respondieron al morocho, quien asintió sumamente ido, mientras disfrutaba de todo lo que sentía.

Y de cómo su soledad era llenada por el placer carnal que alguien podía darle, aunque no fuera lo mejor posible. Pero para apaciguar los problemas que tenía, esto era más que suficiente.

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Lastimosamente, todo se trataba de un cruel sueño.

Porque Matias se despertó agitado, sudando y con la pija más que parada.

Y todo por culpa del maldito sueño húmedo que había tenido, el cual solo lo hacía sentir más patético que antes.

Porque ahora no se bastaba con pajearse pensando en su mejor amigo, sino que también estaba soñando con él, mientras que este le daba tanto como pudiera soportar.

Mierda. se quejó más que molestó, tocando con desesperación su erección.

Y al tener las manos heladas y la pija caliente, solo pudo sentir un terrible escalofrío, que le arrancó un fuerte gemido desde lo más profundo de su garganta.

No puede ser. dijo agitado, mientras no paraba de mover su mano sobre su miembro, buscando saber la hora a través del reloj que estaba sobre su mesita de noche.

|| Mᴏʀᴏᴄʜᴀ : Dᴜᴄᴋᴏ  ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora