Estoy a casi medio camino para llegar al colegio, y este es el punto en el que se supone debería encontrarme a ese hermoso y perfecto hombre; se que no me notara y si lo hace solo creerá que soy una mas de las que quiere con él, solo seré una mas para el y eso en verdad me deprime.
¡AHÍ ESTA! wooow dios que bien se ve hoy... Tiene puestos unos vaqueros negros entubados, una camiseta blanca y una camisa rayada roja que viene abierta, con una gorra tirada hacia atrás, camina con ese estilo tan suyo, tan despreocupado y apasible con una mochila colgada de su hombro derecho la cual toma con la mano mientras que su mano izquierda reposa dentro del bolsillo de su pantalón, lleva puestos los audífonos; va casi al lado mio, a tres o cuatro metros de distancia, no puedo contener mas el iré, es como ver el Goliat de Miguel Ángel o escuchar la 5° sinfonía de Beethoven o sentir la imponencia del mar cuando te encuentras en medio de el; es todo un mangar ver a este chico...
El voltea hacia donde yo y me regala una hermosa sonrisa mostrándome sus perfectos dientes blancos y sus ojos que en este momento gracias a la escaces de luz se ven grises cuando en realidad son verdes; no es que me la pase observándolos, pero es simplemente imposible no hacerlo cuando esta cerca mio; yo le devuelvo el saludo con una pequeña sonrisa tímida y de inmediato me volteo por que siento mi cara arder y mis piernas tiemblan cual gelatina, pero gracias a que no ponía atención en que camino en el que iba por estar distraída con el muchacho al lado mio, choque con la puerta de un auto del que salia una mujer de mediana edad como de unos treinta y pocos años; vestía muy elegante, como si trabajara en algo importante, era en verdad hermosa; ya quisiera yo estar como ella.-¡hoo! Cariño perdonadme, no te vi pasar-
-no perdoneme usted, venia distraída y no me di cuenta-
-lo lamento mucho en verdad-
-no se preocupe no pasa nada-
-pero es que tienes la frente roja por el golpe, en verdad perdoname.-
-noy hay cuidado, solo espero que no me afecte en el examen- le dije a la señora para intentar cambiarla de humor, por que en verdad parecía muy preocupada por el accidente.
-jajaja ay cariño que graciosa eres, ¿vas al colegio?-
-si, y creo que ya voy tarde.- le dije mientras intentaba buscar al chico que al parecer ya había desaparecido
-si quieres te llevo- se ofreció la mujer- no quisiera que te desmallaras en el camino por el golpe, es peligroso pegarse en la cabeza.-
-no se moleste, esta a unas cuadras.-
-no, insisto, dejame reparar el daño que te cause, ademas te retrasaste por mi culpa, dejame hacerlo por favor, de todas formas a mi me queda de camino. -
-en ese caso esta bien, gracias- dije sonriendo a la señora algo apenada
*¡JAMÁS VAS A ENTENDER!... ¡NO PUEDES SER TAN CONFIADA!*
Tu no hables.
Dije callando a mi entrometida consciencia.-ok, solo deja que bajen mis hijos y nos vamos- en ese momento dos pequeños niños salieron por la puerta principal de la casa, una pequeña que aparentaba unos 7 u 8 años con el cabello castaño claro cargando una mochila rosa y un niño de al menos 11 años usando unos lentes con mucha mas graduación que yo, trás de ellos salio un chico de mas o menos mi edad con el cabello rubio.
-¡suban niños que ya vamos tarde!- le dijo la señora a sus hijos - y...- miro la señora dirigiéndose a mi
-mi nombre es Lea-
-yo soy Luisa- dijo con una sonrisa amable. -bien Lea puedes subir en la parte de enfrente. Niall esta vez iras atrás- el rubio solo asintió a la orden de su madre mientras ayudaba a sus hermanos a subir al auto. Subí al auto algo coibida, arranco y nos dirigimos a la escuela, Luisa ni si quiera me pregunto el camino y eso se me hizo algo extraño, no es que por esa zona hubieran muchas escuelas, pero me esperaba la pregunta.
-¿y vives por aquí cerca?- me preguntó Luisa sin despegar la mirada del camino
- si, un poco a unos minutos nada mas.-
-que bien, nosotros acabamos de llegar a la ciudad, de hecho hoy es el primer día de clases de los chicos en sus nuevas escuelas.-
-yo quiero mi vieja escuela y mis viejos amigos- dijo la pequeña en forma de puchero y con los brazos cruzados
-tranquila Lili, todo ira bien, ya verás- le dijo el hico a su hermana mientras la abrazaba y la niña le correspondía al abrazo.
-A sido difícil para nosotros, dejamos muchas cosas, pero vamos a empezar desde cero.- me dijo la mujer con una sonrisa.
-pues bienvenidos, espero que les guste la ciudad- le dije a la señora y ella me contesto con una sonrisa. Cuando me di cuenta ya estabamos frente de la escuela.
-¡bien llegamos!, se que es extraño, pero mi hijo va a entrar aquí, por eso no te pregunte en donde era tu escuela, el día que vine a inscribir a Niall recuerdo que te vi, es difícil olvidar a una chica con el cabello azul.- me dijo la señora seguido de una pequeña risa.- lamento mucho el golpe cariño, espero que no se vuelva a repetir-
-pues gracias, y si quiere puedo enseñarle la escuela a su hijo- no se por que dije eso, las palabras solo salieron de mi boca, creo que aquella mujer en verdad me había inspirado confianza. Ella asintió con la cabeza y sonriente.
-bien, esa es buena idea, ya vez Niall, aun no entras a la escuela y ya tienes una amiga, bueno chicos los dejo por que tengo cosas que hacer, no vemos en casa cariño, un placer conocerte Lea.- baje del auto al igual que el rubio y el auto acelero.
d(-_^)
Espero que les guste este capitulo, a mi me gusto escribirlo y disfrute hacerlo.
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Desearía
FanfictionSiempre e tratado de buscar la felicidad, pero hay un problema, soy incapaz de aceptar el amor que los demás tienen para conmigo; el fue la única persona a la que pude llegar a amar, con quien pude tender una familia, y sentirme cómoda conmigo misma...