¿Por Qué?

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Narra Harry
2 Diciembre - Martes

Malditos días de entrenamiento. Ya me tienen harto, ni si quiera e entrado a mis clases de hoy, voy muy atrasado y el semestre esta a punto de terminar. Ojalá y esto termine pronto...

~*~ 29 Noviembre - Sábado ~*~

-¿hola?- dije cuando al fin me desidi por contestar el móvil.

-mi amor, ¿como estas?- a pesar de que era ella quien me marco se escuchaba distraída, y era obvio que no me ponía mucha atención.

-ocupado- le conteste en el mismo plan que ella.

-¿ocupado?.... Viendo televisión supongo- ¡maldicion!, siempre e odiado cuando hace eso.

-¡ajam...!- escuche como es que le daba órdenes a Margot.

-bien, no voy a poder llegar a casa esta semana, tengo muchos pendientes- algo nuevo por favor, esa historia ya me la sé. Dije sólo para mis adentros.

-y... - fue lo único conteste.

-y... Que necesitó que te hagas cargo de la tienda por mi. -

-¿para qué pones una tienda aquí si jamás vas a atenderla?-

-me tengo que ir, nos vemos en una semana-

-bien, pero...- comencé a escuchar nada; me había colgado. -adios mamá- le dije mientras aventaba el celular sobre la mesa de centro.

~*~ ~*~ ~*~

Ahí esta la pelí-azul, intente recordar su nombre, pero las únicas veces que mencionaron su nombre yo aún estaba aprendiendo bien el Español, así que con tantas palabras lo confundía y jamás pude aprendérmelo. Yo y mi tonta cabeza... No puedo seguir así, no se cómo, pero de que investigo su nombre y me lo aprendo, lo hago por que lo hago.

El coronel no nos permitió la hora de descanso, al parecer ganar el próximo partido es más importante que comer o al menos tomar algo de agua. El equipo había tenido muy mala racha antes de que yo llegara, llevamos ganando suficientes partidos como para pasar a la final del campeonato.

Niall y la chica estaban en las gradas al igual que algunos chicos mas pasando la hora de descanso viendo como entrenábamos. El rubio le daba de comer casi en la boca a la peli-azul, esta bien que tenga la mano lastimada, pero el hecho de alimentarla de esa forma ya era una exageración.
¡MALDICIÓN, COMO NO SOY YO EL QUE LE DA DE COMER!
Por algún motivo eso me llegaba a molestar demasiado.

-¡Styles, concentrese!- grito el entrenador, no me había dado cuenta de que me quede inmóvil a mitad de la cancha por ver a los "Tortolitos" .

-¡Styles!-
-¡Pon atención chico!-
-¡consentrate!-
-¡¿que no ves lo que haces?!-

Eran algunas de las francés que el coronel me decía cada cinco minutos. Pero por más que intentaba concentrarme, no podía dejar de pensar y de ver como Niall tenía a la chica a su lado.
Antes de que terminara el descanso, el entrenador nos dejó libres por el día de hoy.

-vayan a sus clases, y cuando lleguen a casa, mediten toodos los errores que cometieron hoy.- y el hombre volteo a verme, esa fue la indirecta más directa que pudo darme. -¡MAÑANA LOS QUIERO AQUÍ A PRIMERA HORA!- y el timbre sonó para avisar que debíamos ir a clase. Comencé a caminar a las gradas de donde los Tortolitos estaban bajando.

-¡Niall, me lastime la mano, no las piernas!- escuche decir a la peli-azul.

-no me interesa, prometí cuidarte y eso voy a hacer- en ese momento la chica soltó un grito, volte a ver a su dirección y el rubio había subido a la chica a su espalda.

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