Problemas, Problemas Y Más Problemas

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-¿que hora es?-

Sentía que había dormido toda una vida. En verdad estaba muy cansada. Intente moverme para buscar el reloj o el celular, lo primero que me diera la hora, pero los pies de Ángel estaban sobre mis piernas, uno de sus brazos sobre mi cara y el estaba extendido en toda la cama sin importarle que yo quedará debajo. Quite su mano con cuidado para no despertarlo y removí mis piernas un poco para poder alcanzar el reloj que estaba sobre la mesita, por que como no tenía los lentes puestos no podía ver los números de este desde la distancia en la que me encontraba.

5:30 a.m. aún podía dormir un poco más de tiempo, pero la noche de ayer no prepare nada para la escuela, y aún debía bañarme. Me levante de la cama con cuidado y cubrí bien a Ángel con las cobijas, tome mi celular, me metí al baño, puse música y me dispuse a darme una ducha rápido. Sali del baño en unos 15 minutos, había olvidado meter mi ropa para cambiarme dentro del baño, y ahora debía de ir a la habitación, tomar mi ropa y regresar al baño a vestirme, por que no me vestiría en la habitación teniendo a Ángel en ella, él es de confianza, y ¡qué confianza!, pero no dejaría que me viera vistiéndome. Me envolví en la toalla y fui lo más rápida que pude al escoger lo que me pondría hoy, pero al momento de abrir la puerta del cuarto para regresar al baño Ángel habló.

-bonitas piernas.- me di la vuelta y el estaba aún recostado y bien cubierto con las cobijas, pero los ojos los tenía abiertos y su mirada se dirigía a mi, se veía muy tierno.

-será mejor que te prepares, por que me llevarás al instituto- el chico sólo dio un gruñido berrinchudo de desacuerdo. Cuando regrese del baño Ángel ya estaba listo, llevaba un traje negro algo ajustado que yo le había regalado hace unos meses por su cumpleaños con una camisa azul, se veía tan guapo. pero la cara que tenía era pésima.

-que mala cara te cargas en las mañanas.- aun estaba somnoliento el pobre.

-tendré mala cara, pero siempre seré más guapo que tú, así que aceptalo de una vez.-

-lo e aceptado desde hace ya unos cuantos años atrás.- dije giñandole el ojo

-¡hija ya despierta, debes ir al instituto!- grito mi abuela, Ángel sólo se río por lo bajo.

-¡si abuela!- le respondió el chico a la mujer. -como extrañaba ese grito por las mañanas-

-pues si quieres te la puedes llevar un tiempo, por mi no hay ningún problema- salimos de mi cuarto y nos dispusimos a hacer algo para desayunar rápido.

-te haré mi especialidad en la cosina- dijo Ángel con ahora un poco más de energía. El chico sacó dos platos y cucharas, la leche del refrigerador y una caja se cereal, prendió la cafetera, tomó dos tazas para café y todo lo puso en la mesa. -Listo- bon apetti... La mesa esta servida- dijo señalando todo lo que había sacado

-sólo pusiste las cosas en la mesa- lo mire seria.

- y me quedó estupendo ¿no?- dijo con una sonrisa en la cara - no seas mal agradecida mujer-

- wooow, graaacias... *sarcasmo* Ahora sientate, me toca servir- terminamos de desayunar, nos fuimos a lavar los dientes y después salimos.

-¿en donde dices que te encuentras al tal Harry?-

-¿por que quieres saber?-

-quiero saber quien es el chico que te trae más loca de lo normal-

-bien, entonces da vuelta en la esquita- guíe a Ángel por el camino que suelo tomar para ir al colegio caminando; por todo el transcurso del camino estuve muy al pendiente, tratando de buscar a Harry en el momento en que se apareciera, pero jamas lo vi. Cuando llegamos al instituto pude ver a Niall en la entrada.

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