Si Solo Pudiera Retroceder el Tiempo. (Traducción)

Capítulo 10: Distancia

Lockhart. Malditamente odio a Lockhart.

Ese fue el primer pensamiento coherente que Harry tuvo mientras entraba y salía de la conciencia. Estaba levemente desorientado y todavía muy confundido sobre lo que acababa de suceder. Estaba seguro de que Lockhart había roto el breve acuerdo que implicaba no usar la maldita varita o lanzar hechizos, pero, de nuevo, la celebridad nunca fue famosa por ser una buena oyente.

Sentándose lentamente, Harry trató de dar sentido a su entorno. Parecía estar acostado sobre suelo firme, pero su cabeza daba vueltas y todo a su alrededor era confuso y borroso. Había ecos de voces de personas viajando sobre él, y Harry se preguntó vagamente si mucha gente podría verlo, con los brazos abiertos y medio despierto.

De repente, el dolor se disparó en el cuerpo ya débil de Harry mientras intentaba ponerse de pie. Se sentía como si lo hubieran golpeado repetidamente con algún tipo de hechizo punzante, o con un Reducto, tal vez incluso un Crucio o, en el caso de Lockhart, una combinación accidental de los tres. Le dolía el puño derecho, y estaba cerrado con fuerza en un agarre firme, agarrando el giratiempo con seguridad en sus dedos.

¿Qué había ocurrido? Lo último que podía recordar era a Lockhart levantando su varita, y una sensación de pavor frío y miedo se apoderó de él cuando se dio cuenta de que probablemente resultaría gravemente herido física y/o mentalmente si lo golpeaba cualquier cosa que saliera de dicha varita a su estómago. También recordó a alguien saltando frente a él y recibiendo la explosión de lleno...

¡Malfoy! ¿Dónde estaba Malfoy? En un torbellino de pánico, Harry se puso de pie de un salto, olvidando su mareo y visión borrosa, luchando contra las limitaciones de su dolor de cabeza, esforzándose por encontrarlo incluso cuando una cantidad impactante de dolor ardiente recorrió su cuerpo. "¡Malfoy!" gritó Harry, mirando a su alrededor. " ¡Malfoy! " Pero no hubo respuesta. ¿Dónde estaba el idiota baboso?

Angustiado, Harry finalmente logró asimilar su entorno y fue golpeado por una extraña ola de nostalgia cuando reconoció el vestuario de Quidditch de Gryffindor. Había túnicas colgadas de ganchos y colocadas sobre los bancos, lo que significaba que hoy había un juego. Harry esperaba vagamente que el hechizo de Lockhart hubiera funcionado y que estuviera de vuelta en su propio tiempo, pero su parte racional sabía que ese no era el caso. De hecho, si tuviera que basarse en su mala suerte, su pasado probablemente estaría persiguiendo a la Snitch hoy.

"Malfoy," intentó por última vez, antes de resignarse a su destino, pero la preocupación comenzó a sacudir su cerebro cuando recordó que dondequiera que estuviera el rubio, no tenía una varita. La culpa se estremeció lentamente a través de él. Malfoy prácticamente había salvado su vida, y Harry ni siquiera había hecho nada más que meterlos en problemas. Sabía que nunca debería haber confiado en Lockhart.

Con una última mirada superficial a la habitación familiar, Harry se desilusionó una vez más, dejó caer el giratiempo en su bolsillo y abrió la puerta principal. Instantáneamente, los sonidos de vítores y la voz fuerte y más joven de Lee Jordan retumbaron hacia él por los terrenos. Las gotas de lluvia caían amenazadoras sobre él cuando Lee anunció: "Slytherin lidera, sesenta puntos a cero...".

Harry hizo una mueca ante esa frase: los viejos hábitos tardan en morir, y él nunca animaría a Slytherin, a pesar de la ventaja de sesenta puntos que disfrutaban. Corriendo hacia el campo de Quidditch, Harry se subió a la parte trasera de las gradas de Gryffindor, entrecerrando los ojos mientras trataba de distinguir quién estaba jugando, tal vez podría tener una idea de en qué momento estaba.

Luego se vio a sí mismo, a su yo más joven, corriendo en ese fantástico Nimbus 2000. ¿Era posible que todavía estuviera en el mismo tiempo que había estado cuando Lockhart envió ese hechizo en su dirección?