Si Solo Pudiera Retroceder el Tiempo. (Traducción)

Capítulo 15: Inesperado

Draco se despertó primero y vio tres cosas casi de inmediato: número uno, el Giratiempo todavía estaba girando, dos, el hechizo Tempus que Harry había lanzado estaba flotando sobre la cama y mostraba que les quedaban diez horas, y tres, Harry estaba dormido, respirando suavemente junto a él, con los brazos envueltos con fuerza alrededor de Draco.

Presionando un ligero beso en la mejilla de Harry, Draco inhaló su cálido y reconfortante aroma, y ​​se dio cuenta con una sacudida de que nunca se había sentido tan en paz en toda su vida, incluso cuando la amenaza inminente de perderse el uno al otro se cernía sobre sus cabezas y acercándose con cada giro del giratiempo

Harry era realmente hermoso, se dio cuenta, de una manera que nunca antes había notado. No de la manera convencional, tal vez, y no solo por las apariencias. Draco había sido consciente de que Harry era hermoso durante mucho tiempo, pero esta vez, cuando miró a Harry, vio su belleza de una manera diferente, no en la apariencia ni en lo que tenía. Justo en todo lo que era.

Él no era de ninguna manera perfecto, oh, no. Era molesto, y despistado, y posiblemente el gilipollas más persistentemente ignorante del mundo. Hizo que Draco quisiera gritar y desmoronarse, y tenía el poder de arruinar el día de Draco con solo una palabra descuidada, y luego salvarlo con solo un pequeño beso. Estaba loco y era un héroe de Gryffindor insufrible y ocupaba la mayor parte del espacio en el cerebro de Draco que podría haber estado ocupado con asuntos más urgentes, y Merlín, Draco lo odiaba tanto, pero era todo lo que Draco siempre había querido y todo lo que podía alguna vez haber soñado. Una pequeña conversación con Harry significaba más para Draco que todas las cosas materiales que los galeones podían comprar, y Salazar sabía que los Malfoy valoraban las cosas materiales.

Entonces, de nuevo, Harry no era de ninguna manera perfecto, pero era perfecto para Draco, y eso era lo que lo hacía tan increíblemente perfecto.

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Harry se despertó con la sensación de suaves dedos acariciando su piel. El amuleto Tempus flotando sobre su cabeza le dijo que les quedaban nueve horas. Desviando la mirada de la cuenta regresiva, Harry giró la cabeza para sonreírle a Draco, quien aún estaba acurrucado en su pecho y trazaba patrones en la piel de Harry con las yemas de los dedos. Harry se preguntó vagamente si su corazón alguna vez dejaría de hundirse cuando mirara a Draco a los ojos.

"Hola", dijo en voz baja, bajando la mano para acariciar el cabello rubio pálido de Draco.

Draco sonrió con una pequeña sonrisa que hizo que el corazón de Harry se acelerara. "Hola", respondió, y luego volvió a pasar las manos por el estómago y el pecho de Harry.

Harry pensó que tal vez había algo que debería decir, algo que los tranquilizara a ambos, o algo que los preparara para lo que les esperaba, pero no sabía qué era ese algo, así que se quedó callado y observó el juego de tersa piel contra la suya.

El tiempo pasaba lentamente, y Harry sabía que no habría confesiones de amor, aunque ambos tenían miedo de lo que estaba por venir, porque acostados así en la cama de Draco decían todas las cosas que nunca podrían poner en palabras.

De repente, Harry se encontró deseando poder congelar el tiempo de alguna manera, porque si había algún momento en el que le encantaría estar atrapado para siempre, sería ahora.

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Durante las próximas horas, no hicieron nada más que disfrutar de la compañía del otro. Se dieron una ducha juntos, haciendo el amor bajo el chorro constante, susurrando el nombre del otro como una oración mientras se corrían, absorbiendo la sensación de su amante. Comieron tranquilamente mientras estaban Desilusionados en la cocina mientras conversaban sobre nada en particular, descubriendo aún más el uno del otro y enamorándose aún más. Caminaron por los terrenos de la escuela, aun virtualmente invisibles, tomados de la mano, escuchando todas las cosas que no se decían en silencio. Se besaron bajo los árboles en los terrenos, se rieron de las payasadas de los estudiantes más jóvenes y se abrazaron mientras miraban el lago.