41. Capitulo

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Narra ____

Luego de que Jenna me dejara un plato, me quedé mirándolo con mucha ¿rabia? Ya que por culpa de eso, había terminado en un hospital, ya que por culpa de eso, capas que ya no podría ganar el concurso. El tiempo que pasé en el hospital fue un infierno, aunque no fue mucho, para mí fue una eternidad, la peor experiencia que tuve en toda mi vida y por supuesto no quería volver allí, pero tampoco quería engordar. Así que me quedé mirando el plato un rato más, hasta que decidí no comerlo, me dormí y al rato me despertó Liam, me sentí muy asustada ya que no sabía si me iba a gritar, pero en estos momentos, lo que menos me importaba era lo que él pensara. Al verlo, mis ojos se abrieron como dos platos, ya que nunca había visto esa mirada en él, sus ojos estaban tristes, cómo si le faltara algo, cómo si cargara con una culpa tremenda por lo que me pasó a mi, me quedé mirándolo y en ese momento él miró hacia el plato que estaba a mi lado, no podía saber que yo no había comido, y en ese momento habló:

-T..e tra..je un poco de comida-dijo nervioso y miró el plato que estaba a mi lado.

-No sabía que decir- Ahh está bien-dije y Vi seguía mirando el plato- Es que ya había comido en el hospital-dije y crucé los brazos, para hacerme la enojada y tratar de distrerlo, pero al parecer si se dio cuenta.

-E..est..aá Bien-dijo- Dejaré el plato.

-No gracias Liam, no tengo hambre-dije y miré hacia otro lado.

-Pero de-dijo pero lo interrumpí.

-Yo ya comí Liam, estoy bien-dije algo nerviosa.

-Dejaré el plato por si quieres comer-dijo, al parecer más nervioso, ya que no me miró.

-Está bien Liam-dije y me dio un poco de pena y en ese momento, ya me había olvidado todo lo que había sucedido, de todas las peleas que habíamos tenido, todo.

Y en ese momento se fue.

Me sentía muy cansada, ni siquiera miré ese plato, como hice con el anterior, me di la vuelta y volví a dormir. El sonido de Liam acostándose a mi lado me despertó, me sentía muy mal, ni siquiera se había esforzado en pedirme perdón, capas que Renee tenía razón, capas que sólo le interesaba el dinero, y nunca le interesé yo, me sentía tan mal que no pude contener mis lágrimas y comencé a llorar, me sentía como una completa estúpida, ya que le tuve lástima mientras que a él sólo le interesaba el estúpido concurso, ya no podía más, pensaba en renunciar, en nunca más volver a verlo, lo único que hacía era dañarme, cuando de repente sentí unos brazos rodeándome, era él. No lo podía creer, ¿me estaba abrazando?, quería gritar todo, decirle de todo, pero simplemente las palabras no salían. Su abrazo parecía como si él lo hubiera querido hacer desde hace mucho tiempo, cómo si hubiera esperado para estar allí para mí, ya que no podía decir nada, nos quedamos abrazados hasta que los dos nos volvimos a dormir.

Al despertar, no lo encontré ¿pero dónde estaba mi plato?, me quedé mirando alrededor, cuando de repente la puerta se abrió, era él y parecía muy nervioso.

-¿Quieres?-dijo mostrándome un plato de cereales, yo sólo lo miré enojada y moví mi cara de izquierda a derecha -____, por favor, debes comer- No le respondí y allí fue cuando mi corazón se paró por lo que dijo- ¡___, porfavor, debes comer que si te pasa algo me muero!-dijo y en ese momento alcé la mirada y lo vi, parecía muy triste, y a la vez muy preocupado, pero no podía, no debía dejarme llevar, así que crucé mis brazos y miré hacia la ventana. Sorprendentemente éste se acercó y me dijo-Vamos, come.

-No.

-Si.

-No.

-Si.

Odiarte -Liam Payne y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora