Quédate Conmigo (M Preg) Doncel /narusasu

Seré tú abogado

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El vuelo fue demasiado largo para sus gustos, termino de registrar sus cosas y tomo su maleta, debía conseguir un taxi y llegar cuánto antes a esa vivienda.

Pero un claxon muy intenso llamo su atención, al girar su cuerpo hacia el ruido, la impresión que tuvo fue tanta que su maleta termino en el suelo, sus ojos se abrieron como platos y su respiración se acelera.

Frente a él estaba aquel sujeto de la foto, recostado en una camioneta, con una media sonrisa y el viento jugaba con ese pelo desordenado, por más que lo intento sus piernas no se movían. Luego de unos segundos de tranquilizar su cuerpo, tomo su maleta y se acercó hacia el hombre.

Sasuke: ¿Señor Uzumaki?

El varón sonrió, dejando nuevamente en un trance al Doncel, el rubio solo asintió con la cabeza y se apresuró en ir al asiento del copiloto, la abrió y espero a que el doncel subiera.

Nuevamente el azabache estaba desorientado, se aclaró la garganta y con un semblante "sereno" se subió a la camioneta, el varón cerró la puerta y se apresuró a subir al lado del piloto, se abrochó el cinturón y encendió la camioneta, de una manera tan confiada fue guiando la camioneta por el camino.

Sasuke: Es, es un lugar muy bonito, (trato de platicar).

El rubio solo asintió con la cabeza y sin decir más continuó conduciendo.

Sasuke: es de pocas palabras, (fueron sus pensamientos).

El viaje en la camioneta fue en total silencio, el azabache se permitió observar el paisaje, sin duda el lugar era distinto a la ciudad, el aire era más limpio, el cielo era de un azul intenso - como sus ojos -, al darse cuenta de sus pensamientos se reprochó internamente, no era ético, además, aún no había aceptado el caso, tan sumido en sus pensamientos estaba que no sintió cuando el rubio aparco la camioneta y abría su lado del vehículo.

Shikamaru: (llegando desesperado), ¡¡Naruto!!, Dónde rayos te metiste, tengo a todos buscándote, porque no me avisaste que saldrías.

El rubio sonrió y luego con su cabeza le indico al castaño lo que traía en el lado del copiloto.

El azabache al sentirse observado por esos dos hombres, (en especial el rubio), se volvió a reprender mentalmente, no era su estilo sentirse cohibido, el era conocido con el "doncel de hierro" en los tribunales y ahora se estaba comportando como un cachorrito. Se aclaró la garganta y bajo de aquel vehículo de una forma altiva.

Shikamaru: ¿es usted el abogado que vendría?.

Sasuke: si y estoy agradecido por irme a recoger, no conozco este lugar.

Shikamaru: espero que su viaje haya Sido tranquilo y me alegro de que lo trajeran con bien, (mirando al rubio quien estaba bajando la maleta del Doncel).

Chiyo: después sigues reprendiendo a Naruto, el joven debe estar cansado, pasemos adentro y que beba algo helado.

Sasuke: se lo agradecería.

Shikamaru: tsk, que problemático.

Los adultos ingresaron a la casa, el azabache estuvo detallando el lugar, era grande y muy acogedor, parecía esas casas de montañas que salían en las revistas, de pronto llegó ante ellos una pequeña niña de unos siete años, piel clara, su cabello largo de ojos de un azul opaco, tenía una amplia sonrisa.

Naruko: así que ya encontraron a papá, dime a dónde fuiste

El azabache se sorprendió de lo madura y serena que sonaba la pequeña.