Cartas De Una Obsesión (Maria, Reflejo De Emilia)

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Al estar ansiosa porque mis padres vuelvan de su viaje al menor ruido me asomo por la puerta, no puedo comunicarme con ellos así que es lo mejor que puedo hacer tras estar sola dos semanas.

El ruido del timbre me lleva a abrir la puerta donde el conocido repartidor me espera con una sonrisa.

—Buenas tardes ¿Maria Davis?

—Si, soy yo.

—Correspondencia —dice dándome una caja con una hoja de papel sobre ella —firma aquí y el paquete es tuyo.

El repartidor se va y la intriga sobre aquella caja me sobresalta, no he hecho ningún pedido últimamente, mis padres me dijeron que cualquier cosa que necesitara una entrega por envio los esperara, para evitar que comprara cosas innecesarias.

Voy a la cocina rápidamente a tomar un cuchillo para cortar la cinta y descubrir finalmente que contiene aquel misterioso paquete.

Aún más confución aparece al abrirla, la caja esta repleta de cartas, conte una tras otra, catorce para ser exactos.

Pense que eran de mis padres para mi, lo que se me hizo extraño porque ellos deberian estar por llegar.

¿Debería abrirlas? Leerlas.

Gobiernate María, no son para ti.

El repartidor dió tu nombre y el paquete tiene tu firma.

Pero las cartas son para Emilia Frei, ese es el destinatario, la buscare por facebook, para ver si puedo contactar con ella y entregarlas.

Solo leelas, un poco, si reconocen el error de envío solo di que no lo notaste.

Me meteré en problemas.

Probablemente, pero ¿Que es la vida sin riesgos?

A veces los riesgos terminan siendo problemas reales Maria.

Eso da igual, siempre terminas haciendo lo que quiero.

Queremos. Ambas queremos, no tengo porque hacerte caso a ti, solo eres... nadie, soy yo.

Pero lo harás, ¿olvidas que soy tu? Solo una extensión de tu curiosidad.

Despego la cinta tras "Carta Número 1" y dos notas salen del sobre, además de eso un pequeño colgante con una piedra azul.

Aquí vamos maria, no hay tiempos para arrepentimientos, terminas lo que empiezas aunque luego la dueña las reclame.