-Sí, me llamaron del Barcelona, que tenían interés en ficharme y por muy bien que estuviera en Manchester, ya sabes que esta siempre será mi casa.- Asentí.- ¿Y tú? Cuéntame que ha sido de ti estos años.
-Pues volví y me planteé el meterme en la universidad, pero ya sabes que con la muerte de mi padre en mi casa no había suficiente dinero para eso, así que me puse a trabajar y aquí estoy.
Ahora estaba indecisa, no sé si era el momento de decírselo pero cuando me armé de valor me interrumpió.
-Siempre pensé que serias una gran empresaria Sara, te lo merecías.
-La vida no siempre nos lleva por el camino que queremos Eric, y puede que mi destino no fuera ese.- Asintió.
Fue una hora intensa pero rara, simplemente nos estábamos poniendo al día pero esa espinita de decirle quién es Leo se volvió conmigo a casa porque otra vez volví a ser una cobarde.
Quería llorar solamente por la pena que me daba que mis decisiones siempre tuvieran que recaer indirectamente en una personita que no tenía la culpa de nada, pero a la vez es quién me mantiene a flote para seguir aquí.
Después de irme de ahí me pedí la tarde libre para estar con mi hijo, ir a buscarlo al colegio y poder llevarle yo al parque.
-¡Mami!- Leo corrió hasta mí emocionado por verme y yo le abracé con fuerza.
-Hola cariño.- Besé su mejilla.- ¿Te parece si vamos tú y yo al parque?- Este asintió y fuimos juntos hasta el coche.
No íbamos a ir a un parque cualquiera, sino a nuestro parque favorito, el suyo porque tiene toboganes de los que le encantan y el mío porque me trae unos recuerdos muy bonitos.
FLASHBACK
-Vamos Sara, súbete al columpio que te empujo.- Un Eric de quince años estaba conmigo esta tarde para disfrutar los dos de un rato a solas.
Hacía un mes que nos conocimos y poco después empezamos a salir. Era raro todo lo que me estaba haciendo sentir estas semanas porque nunca había sentido esto por nadie.
Me encontraba subida a ese columpio mientras notaba sus manos en mi espalda empujándome con cuidado.
Cuando me bajé me acerqueé a él para juntar nuestros labios.
-Te quiero Sara, te quiero mucho.
-Y yo a ti Eric.
FIN DEL FLASHBACK
Leo corría y jugaba con la arena como si le fuera la vida en ello y yo solo lo miraba enternecida.
Sin duda tenía la misma carita que su padre, ese pelo oscuro, sus pequeños lunares en la cara y esos ojos tan marrones.
-¿Sara?- Me giré ahí estaba el hombre que había tomado un café conmigo esta mañana.
Me sentí en una encerrona, por suerte Leo estaba a la suya.
-¿Qué haces aquí?- Le pregunté.
-Tenía que venir a hacer unas cosas por aquí cerca y me acordé de este parque, pero veo que no soy el único que se acuerda de este lugar.
-¡Mami!- Leo vino corriendo hasta mí y yo me puse roja como un tomate.
-¿Mami?- Eric me miró extrañado.- ¿Tienes un hijo?
El pequeño cogió la botella de agua que le estaba ofreciendo y volvió a jugar en la arena.
-Sí, se llama Leo.- Le miré con una sonrisa.- Y sin duda es lo mejor que tengo.
-Guau, no me lo habías dicho.- Estaba sorprendido, pero no parecía sospechar quién podría ser el padre.
Y conociéndole con lo educado que es, no lo preguntará tampoco.
-Bueno, tengo que dejarte que me reclaman.- Miró su teléfono que estaba sonando.- Ya quedaremos otro día para que me lo presentes.- Sonrió y se despidió.
No sabría explicar lo que sentía en este momento, sin duda no era la forma en la que quería que se conocieran, pero no sé qué me alegra más, que lo hayan hecho o que no haya visto a su clon de dos años.
Llamé a Leo para volver a casa porque ya se nos estaba haciendo tarde y mientras conducía no me quitaba esa imagen de la cabeza.
"¿Mami? ¿Tienes un hijo?"
Pues claro que lo tengo Eric, y tuyo además.
Estuvimos un buen rato de la tarde el pequeñín y yo viendo pelis de Disney porque le encantan hasta que se quedó prácticamente dormido en el sofá. Como pude le levanté y le llevé a la cuna. Una vez tumbado y arropado lo miré.
¿Cómo una cosa tan pequeña podía llenar tanto mi corazón?
Mi teléfono sonando en el salón me despejó los pensamientos y fui directa a contestar.
-Buenas Sarita.- La voz de mi mejor amiga casi taladra mi cabeza.- ¿Cómo ha ido la quedada de hoy? ¿Le has hablado de Leo?
-No Val, he sido incapaz de hacerlo, pero creo que de una forma u otra se ha enterado.- Contesté.
-¿Y cómo lo sabe?
-Nos ha visto a Leo y ya mí en el parque esta tarde y como no, la adoración de este enano por su mami tenía que aparecer en el momento oportuno.
-Entonces ya sabe que tienes un hijo, ¿Pero sabe que es suyo?- Preguntó preocupada.
-No, se ha tenido que ir y ya no he podido decírselo.
-Vamos Sara, deja de hacer el cobarde, es hora de que lo sepa ya.- Atacó pero sabía que tenía razón.- Queda con él mañana, es sábado y el peque no va al colegio, se lo presentas y le cuentas el panorama.
Después de colgar me quedé con el teléfono en mano pensando en qué hacer y como siempre mis impulsos iban por delante de mí.
"Hola Eric"
"¿Te apetece venir mañana a pasar la mañana a casa?"
"Leo estaría encantado de conocerte."
Suspiré y me fui a dormir, mañana ya miraría qué me responde.
...
Me levanté por los murmuros de Leo, quién parecía ya listo para la marcha. Lo cogí de un brazado y le senté en su trona para prepararle un biberón, y me acordé del mensaje que envié la noche anterior.
Para mi sorpresa había aceptado, así que después del desayuno le envié la ubicación y fuimos a arreglarnos.
Nada muy arreglado la verdad, al final vamos a estar con Leo jugando en casa.
Mientras el pequeño jugaba con sus cochecitos fui a abrir la puerta, porque supuse que Eric ya estaba aquí.
-Buenos días.- Sonrió y yo le invité a pasar.- He traído algo para Leo.
-No hacía falta de verdad.- Le seguí hasta que llegamos al lado del pequeño.- Mira Leo, tenemos visita.- Mi chico era el más risueño y le dedicó una gran sonrisa a Eric derritiendo mi corazón por completo.
-Te he traído una pelota, del Barça por supuesto.- Se la extendió al pequeño y este la miró maravillado.
-No me cabía la menor duda que así sería.-Reí.- Voy a traer algo de beber, ¿Te quedas con él?- Eric asintió y me dirigí a la cocina.
Cuando volví al salón con la bandeja vi una imagen que no mentiré, me asustó un poco.
Eric estaba sentado en el sofá con Leo, jugando con la pelota, pero su mirada estaba posada en la cara del pequeño, analizando todos y cada uno de los rasgos del pequeño.
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Holaa🙋🏻♀️Vengo a deciros que como esta novela aún está en proceso y no la he acabado publicaré capítulo cada dos días.
Espero que os esté gustando, volvemos a leernos pronto❤️
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NUESTRO PEQUEÑO SECRETO/ Eric García
FanfictionA veces la vida nos depara un rumbo distinto al que teníamos previsto y para Sara, la maternidad fue el detonante de lo que sería su nueva vida. ¿Y qué quedó de todo aquello que fuimos? 🥇 Mejor título en los Stars Football Cake 2023 🥉 Categoría F...