Fue una noche muy larga, a diferencia a las horas de sueño que fueron cortas, muy cortas. Pero ya de buena hora Leo y yo corríamos por toda la casa preparándonos para ir a ver al abuelo Juan, o Jan como mi pequeño lorito lo llamaba.
El timbre sonó y yo miré al pequeño.
-Mira, papá ha llegado.- Leo sonrió y fue a la puerta y me la señaló para que la abriera.
-Buenos días.- El chico de gafas apareció por detrás de la puerta con una vitalidad increíble, como se nota que habrá dormido más de cuatro horas.
-Eric.-Mi pequeñín lo saludó y este le dedicó una amplia sonrisa.
-Hola campeón.- Abrió sus brazos y Leo fue directo a abrazarlo.- ¡Qué guapo estás!- Mi pequeño sonrió ampliamente y bajó de los brazos de Eric.
-Vamos Leo, acaba de preparar tu mochila, que nos vamos.- Avisé al pequeño, quien se fue a guardar juguetes en su bolsa.
Me acerqué a Leo para ayudarle a cerrar la bolsa y cuando me giré estaba la vista de Eric posada en nosotros.
-Aún me cuesta verte con esta faceta de madre.- Sonreí.
-Y a mí verte a ti como padre.- Y razón no me faltaba, por mucho que imaginé esta situación, nunca fue como realmente está pasando.
Cuando estuvimos listos bajamos a buscar el coche de Eric, Leo estaba en los brazos de su padre y yo llevaba el carrito.
Una vez conseguimos atarle el cinturón y guardarlo todo en el maletero, nos subimos para poner rumbo a la casa del abuelo Juan.
Y estaba emocionada, de verdad que lo estaba, gracias a ese hombre pude vivir en Manchester y seguir viviendo mi historia con Eric. Y seguramente, sin él y su insistencia para que me fuera a vivir a Manchester, hoy no estaríamos aquí, de camino a presentarle a su bisnieto.
Cuando llegamos me vinieron esos momentos de morriña, cuando veníamos algunos domingos a la casa familiar de los Martret para comer paella.
FLASHBACK
-Hombre, si están aquí los pequeños de la casa.- El abuelo se dirigió primero a Alicia, quién iba delante de nosotros y luego nos miró a Eric y a mí, posando su vista en nuestras manos entrelazadas.- Vosotros dos no cambiareis nunca.- Rio.
-Cómo si no nos conocieras ya.- Rio Eric.
-Creo que os conozco demasiado.- Me miró.- Y sé el bien que te hace Sara, nunca deberíais separaros.
Dos semanas después llegó la oferta del City para firmar a Eric en sus categorías inferiores. Toda la operación Manchester fue un gran dolor de cabeza, sobretodo el hacernos a la idea de separarnos, pero Juan se encargó de que no tuviera que ser así.
FIN DEL FLASHBACK
-¡Eric!- Su abuelo abrió la puerta sorprendido de ver a su nieto.- ¿Qué haces aquí?
-Pues te traigo una sorpresa, bueno, que sean dos.- Me acerqué con Leo en brazos para que Juan pudiera reconocerme.
-¿Sara? ¿Eres tú?- Sus ojos estaban que se salían de sus órbitas, me había perdido la pista por dos años y ahora aquí estaba, en la puerta de su casa.-¿Y este pequeñín?- Miró a Leo quién se escondió en mi cuello.- Pasad por favor, no os quedéis ahí.
Entramos y todos los muebles y decoraciones estaban exactamente igual, y yo me sentía como aquella adolescente de dieciséis años que venía aquí para pasar tiempo con su chico.
-¡Qué niño más bonito! ¿Sergio ha sido padre?- Comentó el abuelo refiriéndose a mi hermano mellizo, creía que Leo era su hijo.
-No, Leo es mi hijo.-Le anuncié y este pareció descolocarse.- Aunque bueno, más bien nuestro hijo.- Miré a Eric para que me ayudara.
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NUESTRO PEQUEÑO SECRETO/ Eric García
FanficA veces la vida nos depara un rumbo distinto al que teníamos previsto y para Sara, la maternidad fue el detonante de lo que sería su nueva vida. ¿Y qué quedó de todo aquello que fuimos? 🥇 Mejor título en los Stars Football Cake 2023 🥉 Categoría F...