prado de jazmines'

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Mi semblante vacío, harto de añoranzas hirientes.
A expensas de un sueño breve, atestiguo la indiferencia de un mundo que ríe, a la par que sucede el caos simultáneamente a un costado.
Sospechando la inmunidad que poseen aquellos que gozan de la virtud de la ignorancia.
[...]
Apego a la ruina, soy propensa a recibirla en silencio, y con honores.
Mis palabras entorpecen expectantes al acto y es entonces qué enmudezco voluntaria, como si el temor y la ansía pudiesen saberme rota...desprotegida [vulnerable] [tal cuál llegué al mundo.]
Muy por el contrario, no temo a los descansos prolongados, ni a la desaparición extendida, de ser ésta necesaria.
Pero, me resulta imposible no imaginar la inquietante sensación en mi piel, al pensar en la ausencia humana habiendo tanto más por comprender en la vida.
No pienso en altares, ni en lealtades compuestas en nombre de una falacia inofensiva.
Pero, se apreciar la honestidad, la calma de un atardecer loable...traerían consigo la cura a tantas pérdidas mentales.
Supongo, qué tan sólo son anhelos incautos en busca de una libertad lejana.
Algo tarde, para disculpas, faltas de honestidad y los precarios hubiera propios de la ineptitud.
A éste punto, la resignación resulta pacífica, viendo mi cuerpo como lo que es...un despojo sin reparación alguna.

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