El hartazgo, la notoria impotencia, la ensoñación que acostumbrada estoy a habitar.
Pedir deseos al cielo qué probablemente nadie escuchará.
Acariciando mis entumecidos brazos con delirio, trenzando mis cabellos con anhelo, alimentando mi alma con suposiciones ilusorias que me animo a creer.
La ira no me habita más.
Y la nostalgia se desintegra cada que me propongo olvidar.

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arrecife de ilusiones
Poesiasentires vulnerados. ' obra original. ' la portada y las imágenes las obtuve de pinterest, créditos a quiénes corresponda. ©Todos los derechos reservados. No se permiten copias, adaptaciones, pdfs, traducciones, comercialización o derivados sin mi a...