⟨⟨Pequeños Momentos del REN⟩⟩

Se los debo~

REN

Parte I

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Aún le parecía extraño como pasó todo ello, juraba que estaba en frente de un enorme camión, apunto de atropellarla, pero... Luego estaba en la cera, sin el más mínimo rasguño, nadie tenía una explicación, pero simplemente eso pasó...

Emma llego a su universidad aún con aquel recuerdo, de como, un par de plumas habían hecho presencia antes de que todo estuviera blanco, y así siguió un muy buen tiempo, al menos hasta que llegó el primer hueco, el que aprovechó para irse a la azotea, mientras miraba al cielo, suspirando con fuerza.

一Veamos... Quizás a lo mejor reaccione, es común, la adrenalina y todo eso...

一O quizás que eres tonta, antena

Emma dio un salto, mientras, una figura masculina bajaba del aire, alas y ropas negras, además de un mechón que cubría la mitad de su cara.

一¿Q-Que t-tu? ¿Y-Yo...? A-Ahh...

El súcubo se acomodó el pelo, mientras, de un chasquido, su ropa pasó a una más casual, camiseta blanca con una chaqueta de cuero negra encima, el jean negro, decorado con cadenas, y unas botas que no tenían diferencia alguna, además de los múltiples anillos, piercings y cadenas en dedos, orejas y cuello respectivamente.

一Mira enana, cálmate, grita, y yo mismo te voy a callar, ¿Que soy? El que te salvo, ¿Porque? Simplemente tengo algo personal con tu familia, que no voy a decirte aún, pero en resumen, te salve, porque hay algo que quiero~

La pelirroja tragaba saliva a medida que el súcubo se acercaba, tomando su mejilla un poco, en un leve toque, yendo a caricia.

一¡Hey! ¡Atrás, ser pecador!

Otra voz a apreció resonar, siendo proveniente de un albino, que también estaba bajando del aire, apenas tocó el suelo, paso lo mismo, sus ropas ahora eran, una camisa azul de manga larga, un jean blanco y unos tenis del mismo color, además de unos anteojos azul oscuro, y un reloj en su muñeca derecha.

一El hermano menor al parecer...

Blanco y negro, cara y cruz, amor y lujuria, los dos chicos se quedaron viéndose fijamente, mientras Emma, aprovecho el estar a espaldas del peli-blanco, para salir silenciosamente de la azotea, teniendo suerte de que nadie viera lo que acababa de pasar.

O al menos quería eso, ya que Anna, la noto diferente, nadie conocía tan bien a la pelirroja como aquella ojizarca, quien la agarró en la biblioteca.

一¿Porque estás tan pálida...? Se lo de esta mañana, pero mira, ya estás bien, tuviste suerte de reaccionar a tiempo

一S-Si... Reaccionar... No es nada Anna, simplemente... Bueno, es un año complicado, y todo eso

La rubia asintió un poco, al menos la primera vez, dado que Emma ya desapareció, por unas horas, las cuales simplemente estaba en las clases de docencia, o esa era su idea, ya que, el mismo albino de la mañana, apareció en la puerta del salón, con su típica sonrisa angelical.