Sinópsis: en Encanto, un pequeño pueblo mágico protegido por una vela que concede milagros, vive Mirabel, una chica de quince años miembro de la poderosa familia Madrigal. Cada vez que una persona de la familia cumple cinco años, la vela los bendice...
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"En estás noches de frío se asoma el lío, este llega hasta el cuarto mío junto con las quejas de la montaña, desde aquí puedo oír el ruido de su ¹ruana; no es ²madremonte, pero tampoco es patraña. Cuando cae la lluvia él entre las milpas se oculta, se lleva cuanta cosa quiere, a pesar de que nadie lo indulta, pero a él la ley no le inmuta. De piel pálida más no impoluta, se lleva a los niños que no le han de agradar, allí los ha de desgraciar".
Se podía oír a los niños cantar aquella melodía mientras la lluvia caía en el pueblo de San José; los pequeños por su parte elevaban su voz fervientemente mientras a través de las ventanas de sus hogares veían como era que la tormenta azotaba el lugar.
La joven Mirabel por su parte miraba la escena un tanto consternada, ya que inclusive las pequeñas fieras de el hogar se habían unido a aquel peculiar coro. Aunque la verdad es que no era en lo absoluto extraño que lo hicieran, ya que era un mito no muy reciente del pueblo y que había "pegado" particularmente entre los más jóvenes; sin embargo la chica no era conosedora de la causa de este, así que era entendible que todo el asunto resultara por lo menos incómodo...y el hecho de que este se tratara de un hombre misterioso que descendía de las montañas hasta el pueblo durante la noche en medio de las épocas de lluvia no ayudaba.
- No te preocupes niña, esos son puros cuentos; los pelaos' de aquí suelen cantarla por pura supersiticón, supuestamente ayuda a que él hombre de los montes no se los lleve.-
Mencionó el tío Carlos, mientras salía de la cocina para dirigirse a la sala y colocar los cafés que traía consigo sobre una charola encima de la mesita cercana del lugar donde se hallaban Mirabel y sus hijos.
-Ja...ja...que...imaginativo...como son los niños ¿No?...ehm...y ¿Cómo es que salió la historia?-
Preguntó la chica de rulos mientras se acomodaba para poder tomar una de las tazas que había traído su ahora tutor.
-Verás...hace como...¿Nueve u ocho años quizás? Se empezó a esparcir el rumor de que había una infestación de ratas que solía atacar los cultivos y reservas del pueblo.-
Contestó el hombre, mientras colocaba la bandeja en la mesa y de paso tomaba asiento junto a la chica en uno de los sofás del sitio.
- Por ello algunos de los habitantes nos pusimos de acuerdo para por la noche revisar los lugares...lo curioso fue que nos encontramos con que al menos la choza en la que guardabamos las reservas no tenían muestras de daño alguno, no había por ningún lado entradas u hoyos en los que las ratas pudieran entrar, así que creímos que probablemente estábamos tratando con un ladrón...lo de los saqueos es incluso hasta la fecha muy común...por los resagos de la...ya sabes.-
